Héroes anónimos en la lucha contra el coronavirus

N.Z. / A.I.P.M.
-

Los héroes hoy llevan bata blanca, pero los hay también vestidos con delantal, de calle, con y sin complementos. Aquí cuatro ejemplos

Héroes anónimos en la lucha contra el coronavirus - Foto: eugeniogutierrez.com

Soria está llena de héroes. Los que visten de bata blanca, los sanitarios;pero también los que se levantan cada mañana para garantizar el alimento y la medicación a los sorianos, los que cuidan de los más vulnerables, los que ponen su dinero, su mano de obra, su tiempo para ayudar a quien más lo necesita, los que idean, tejen, construyen para cubrir necesidades básicas... La sociedad soriana está consiguiendo llegar, con sus manos, su trabajo, su ingenio y su ilusión, allí donde las administraciones no alcanzan. 

Eduardo Petinal / pantallas de seguridad 

Eduardo Petinal bien puede ser uno de esos héroes ‘antiCOVID-19’. Utilizando sus impresoras 3d y las de la empresa donde trabaja, ITSDuero, lleva ya días imprimiendo «un soporte, una especie de diadema, en la que se puede anclar un acetato (lámina transparente de encuadernar o plastificar), que hace de pantalla protectora de la cara». Esa lámina transparente «se puede utilizar y tirar y, dado que este material está en los departamentos de reprografía de todos los hospitales, el suministro puede estar asegurado, de modo que solo hay que mantener las diademas, que se pueden desinfectar y volver a utilizar con una nueva lámina», explica Petinal. Sus máscaras protectoras han llegado ya al hospital de Soria. 

Héroes anónimos en la lucha contra el coronavirusHéroes anónimos en la lucha contra el coronavirus«Evidentemente, no es lo mismo que una pantalla de seguridad comercial, pero hemos llegado a un diseño muy funcional», asegura. Además, insiste, la idea es «suministrar una barrera rápida a nuestros sanitarios hasta que llegue el material reglamentario. El filamento no es caro y las maquinas estaban paradas, así que ¿por qué no buscar una solución a corto plazo?», considera. 

De momento él tiene sus dos impresoras personales y las dos de la empresa trabajando las 24 horas del día, ya que está teletrabajadno desde casa y eso le permite libertad horaria. En este sentido, agradece especialmente el apoyo de sus compañeros, «que están haciendoposible que yo pueda dedicar el 100% de mi tiempo a esto». Además, ha conseguido reunir a otras personas con impresoras 3d con las que se esta organizando y coordinando. Los primeros diseños tardaban cerca de cinco horas por unidad (se fabrica de una en una) y se ha logrado rebajar ya a tres horas y media.

La iniciativa, apunta, comenzó en Italia, cuando en un fablab (una especie de centro tecnológico no oficial, de aficionados) crearon una válbula en impresora 3d para un sistema respiratorio. Eso revolucionó a los ‘maker’ (aficionados a fabricar cosas) españoles, que desde el viernes trabajan a través de Telegram, organizados en grupos, con la meta de diseñar y producir con los materiales y tecnologías que tienen a mano productor útiles para esta situación . El proyecto m ás ambicioso que hay sobre la mesa, la fabricación de respiradores. 

Héroes anónimos en la lucha contra el coronavirusHéroes anónimos en la lucha contra el coronavirus - Foto: eugeniogutierrez.comPABLO RAMÓN/ FARMACÉUTICO

Acudir a comprar medicinas es una de las pocas excepciones que recoge el Real Decreto para eludir la prohibición de salir de casa. Las 63 farmacias de la provincia se esfuerzan cada día por garantizar este suministro de medicamentos a los sorianos. Sus profesionales deben enfrantarse al riesgo de un posible contagio en ese cara a cara con la clientela, si bien hay quien ha decidido tomar algunas medidas preventivas. En la farmacia de la licenciada María Cristina Molina fueron pioneros al instalar una mampara de seguridad (una barrera de metacrilato) y un mostrador doble que permite aumentar la distancia con los clientes, evitando así el contacto físico, explica Pablo Ramón, farmacéutico adjunto. A pesar de la insistencia de las autoridades en evitar salir de casas, la afluencia de gente en la farmacia de la Barriada es constante, asegura Ramón. «Estamos teniendo unos días de muchísimo trabajo», admite. Justifica esta situación, en gran medida, en el interés de los sorianos por «recopilar medicamentos, por hacer acopio» para los días de aislamiento. Pero, advierte también, hay todavía un problema de conciención, ya que «hay gente que viene como por partes, buscando excusas para salir más veces de casa». En este sentido, recuerda que en Castilla y Leñon se han ampliado los plazos de las recetas para permitir que se pueda comprar ya la medicación para más tiempo sin necesidad de ir al médico a ‘renovar’ recetas. Sin embargo, «sigue habiendo gente que te dice que les des solo uno, cuando puede llevarse los dos, para así volver a salir de casa». 

El farmacéutico asegura que, afortunadamente, esto es una «porcentaje más pequeño» pero lamenta que todavía haya gente que no sea responsable en ese sentido. De hecho, admite, hay jornadas «agotadoras» en las que «terminas cansado de repetir lo mismo». «Hacemos un esfuerzo por concienciar a la gente pero, al final, depende de cada uno la decisión», asume resignado. 

Héroes anónimos en la lucha contra el coronavirusHéroes anónimos en la lucha contra el coronavirus - Foto: eugeniogutierrez.comCHARO / TRABAJADORA DEAYUDA A DOMICILIO 

 El Gobierno decretaba el sábado el Estado de alarma. Desde entonces nadie puede salir de casa, salvo para lo estrictamente permitido y necesario. Pero las trabajadoras de ayuda a domicilio en la capital soriana acudieron el lunes a trabajar únicamente protegidas por unos guantes. Hasta esa tarde no se suspendió la actividad. El Consistorio soriano, que tiene adjudicado este servicio a la empresa Aralia, se hacía cargo de la situación y suspendía «todo lo que no sea imprescindible», por lo que procedía a evaluar «uno por uno» los cerca de 400 casos que atiende. «Hasta nuevo aviso estamos en casa, pero hay personas que verdaderamente lo necesitan», explica Charo, que lleva 14 años en ayuda a domicilio. En su caso, atiende a siete domicilios, todos usuarios de más de ochenta años, y cumplió con su trabajo el lunes ‘protegida’ solo con unos guantes, sin mascarilla. «Lavándome continuamente las manos. Pero en esto no se puede hacer teletrabajo», sostiene. 

Hasta nuevo aviso, como el resto de sus compañeras, permanecerá en casa. Pero lo tiene claro: «Sin protección no se puede trabajar». Por su propia integridad y por la de los usuarios, que forman parte del colectivo más vulnerable frente al coronavirus.

MANUEL ALMAZÁN / PESCADERO

Las tiendas de alimentación tienen que prestar servicio. Y Manuel Almazán, propietario de una pescadería en la calle Caro de la capital soriana, así lo hace, cumpliendo desde que se declaró el Estado de Alarma con las medidas impuestas para evitar la propagación del COVID-19. La semana previa al confinamiento «vendió el doble de lo normal» en estas fechas y, evidentemente, esta última semana ha sido «un poco más floja». No hay problemas de abastecimiento, no falta ningún producto en su pescadería, aunque admite que han subido «un poco» los precios. También ha cambiado el ‘modus operandi’ de los clientes, ya que la mayoría realiza los encargos por teléfono para ir solo a recoger y pagar el pedido y permanecer el menor tiempo posible en la tienda.

«La gente respeta las normas, las líneas que hemos marcado para guardar la distancia de seguridad de un metro entre personas. Nosotros llevamos guantes y mascarilla. Hay que dar servicio, no se trata de hacer negocio. Y cuando vienen mal dadas hay que arrimar el hombro. El 100% de las pescaderías de Soria están abiertas con ese ánimo», concluye.