Silos en el olvido

SPC
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Su precio y la distancia a los núcleos de población son los impedimentos que ven las administraciones para su adquisición

Silo ubicado en la localidad segoviana de Sepúlveda. - Foto: Ical

Los silos forman parte del paisaje de nuestros pueblos, aunque muchos de ellos permanecen en desuso y sin visos de tener ocupación a corto o medio plazo. Recién comenzado un nuevo año, en el que el Fondo Español de Garantía Agraria (Fega) tiene previsto reiniciar el procedimiento de venta de las 34 unidades de almacenamiento de la red básica con las que cuenta en Castilla y León, las administraciones de la Comunidad no parecen tener demasiado interés en hacerse con la propiedad de estos inmuebles para darles una nueva vida. Las más receptivas esperan unas condiciones favorables que les permitan mantener la actividad en estos enclaves, bien como lugar de almacenamiento de enseres del municipio o con nuevas iniciativas.

Con todo ello, y salvo en algunos casos, se trata de edificios abandonados pero que no se encuentran en muy mal estado de conservación, aunque las perspectivas no parecen buenas para dar una segunda vida a estos lugares de almacenamiento.

El Fega, dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, tiene previsto iniciar el procedimiento este mismo año, de manera que, una vez que se tasen las unidades, ofrecerá de forma prioritaria a las administraciones (Junta, diputaciones y ayuntamientos) la posibilidad de hacerse con su adquisición. Aquellos que no encuentren comprador pasarán nuevamente a ofrecerse en subasta pública -cuatro subastas para cada silo- con una rebaja en el precio entre una y otra. Una vez celebradas las subastas, los que no hayan recibido ofertas, pasarán a ofrecerse en adjudicación directa durante un año como máximo.

Así lo confirmó el Fega a Ical, que cifra en 34 las unidades de la Red Básica de Almacenamiento Público que tiene disponibles ahora mismo en Castilla y León. En Ávila se encuentran en Arévalo y Madrigal de las Altas Torres; Burgos es la que cuenta con mayor número de unidades, en Castrojeriz, Lerma la Blanca, Lerma Santa Teresa, Miranda de Ebro, Pancorbo, Roa, San Martín de Rubiales y Villaquirán de los Infantes; en León están los silos de Sahagún, Santas Martas y Valencia de Don Juan; en la provincia de Palencia el de Carrión de los Condes, dos en Osorno, Paredes de Nava y Venta de Baños; los silos de Cantalapiedra, Gomecello y Peñaranda de Bracamonte en la provincia de Salamanca; el de Sepúlveda, en Segovia; en Aliud, Almazán, Coscurita, Osma la Rasa y Soria, en la provincia de Soria; Corcos-Trigueros, Peñafiel, Simancas y Villalón de Campos, en Valladolid; y Barcial del Barco, Benavente y Toro en el caso de la provincia de Zamora.

De ellas, actualmente se encuentran a la venta, mediante adjudicación directa hasta el próximo 4 de febrero, los silos de Sahagún (León) por un importe de 220.258,39 euros; el de Sepúlveda (Segovia), por 219.192,27 euros; y el de El Burgo de Osma (Soria) por un valor de 735.661,57 euros.

La intención del Fega de ‘quitarse de encima’ estos edificios se debe al prolongado tiempo de inactividad que acumulan, a lo que hay que sumar las pesimistas perspectivas de futuro para cambiar esta tendencia, algo que ha hecho que estos inmuebles no sean considerados necesarios para el ejercicio de sus competencias y funciones, según confirmaron a Ical.

Conocedores de esta realidad, desde el Fega iniciaron hace años la recuperación de los silos, muchos de los cuales se habían cedido a las comunidades mediante convenios de colaboración por los que se encomendaba la gestión de actuaciones de intervención y regulación de mercados, algo que en Castilla y León ya ocurrió en los años 2014 y 2015.

Ideas en la cabeza

Las administraciones de Castilla y León, en general, no parecen tener un gran interés en hacerse con la propiedad de estos inmuebles, según han confirmado a Ical aquellas que han querido hacer declaraciones al respecto. Solo los ayuntamientos de Sahagún (León) y el de Almazán (Soria) han reconocido abiertamente querer plantear algún proyecto que permita dar uso a estos inmuebles en su municipio.

El Ayuntamiento de Sahagún solicitó al Fega la cesión del silo y de las dos naves que lo acompañan. Además, según detallo su alcaldesa, Paula Conde, se pretende llevar a cabo un sondeo entre los vecinos para recoger ideas sobre posibles usos.

También el alcalde de Almazán, Jesús Cedazo, aseguró estar interesado en adquirir el silo, e incluso confirmó que los técnicos del Fega se han desplazado hasta la villa para tasar el espacio, ubicado muy cerca de la plaza de toros. «El Ayuntamiento utiliza este espacio como almacén para guardar útiles, pero actualmente tiene interés en comprar el edificio», aunque apostilló que se pretende hacerlo a «un precio lógico».

Según las condiciones

Por otro lado hay administraciones que no ocultan que les gustaría poder disponer del uso del edificio, aunque en la mayoría de los casos el elevado precio de compra se convierte en un impedimento. En el caso de la provincia de Burgos, en Castrojeriz parecen estar interesados en poder darle alguna utilidad, algo que no está concretado. En Lerma, los dos silos del municipio se encuentran «en bastante buen estado de conservación», además de que uno de ellos es «impresionante», reconoció el alcalde, Miguel Ángel Rojo. Sin embargo, no oculta que la compra no parece la mejor opción, algo que sí se podría pensar en el caso de una cesión porque apostilló que suponen «una carga» aunque «se les podría dar una gran utilidad», dijo.

El Ayuntamiento de Soria ya ha mostrado en otras ocasiones su interés por el silo de la capital ubicado en las márgenes del río Duero, ya que «encajaría» en el trabajo de regeneración y recuperación de la zona, aunque fuentes municipales aclararon a Ical que habría que buscarse un acuerdo que beneficiara tanto al Ministerio como al Ayuntamiento y que fuera «positivo para la ciudad sin un alto coste».

 También el Ayuntamiento de Benavente (Zamora) podría estar interesado «siempre que se ofreciera un precio de salida asequible» al encontrarse en un lugar «interesante» para albergar dependencias municipales o lugar de almacenaje.