Quedaba un minuto y medio para el final cuando con el BM Soria un gol arriba (22-21) el Eibar contaba con un penalti para empatar. Javier G. Teijón salía en ese momento y paraba el lanzamiento y el posterior rechace. No fue la última jugada del partido pero el crono corrió lo suficiente para que después el equipo de Jordi Llulles tuviese el último balón para ganar el partido. Una parada que puede valer un ascenso.