C uando se anunciaba la creación de un equipo absoluto de baloncesto masculino, 11 chicas miraban con tristeza como ellas no podrían dar representación al baloncesto femenino. No se rindieron y comenzaron a prepararse para dar el salto para la próxima temporada. Tras meses de trabajo para captar nuevas jugadoras ya pueden decir bien alto que Soria tendrá baloncesto femenino absoluto.
comienzos. Después de la decepción de no poder formar equipo, entrenadora y jugadoras tenían claro que para conseguir el objetivo se debía dar una rutina de trabajo. A los mandos de la nave está Cristina Lázaro, entrenadora que llega de Zamora y que lamenta que la inscripción se tuviese que hacer al comenzar el verano, «no sacamos equipo porque en junio no teníamos chicas suficientes pero en septiembre con el inicio del curso universitario, conseguimos llegar a 11 jugadoras, todas convencidas de este proyecto a largo plazo, por lo que comenzamos a entrenar dos veces por semana».
Desde el primer día tenían algo claro, «era fundamental hacer un equipo a nivel humano, que hubiese una buena relación como grupo para hacer más fácil una convivencia en la que no habría competición». A partir de ahí se plantearon los entrenamientos «con mucho dinamismo, mucho juego, dejando a un lado una exigencia competitiva que no tendría sentido sin partidos los fines de semana». La parte buena es la tranquilidad, «sin presión estamos consiguiendo sentar las bases de cara al próximo año».
El tiempo va pasando y los meses se van restando para ese comienzo, y ven clave el crecimiento del Club Soria Baloncesto para lograr esto, «un deporte como este necesitaba un referente y hemos visto el aspecto del San Andrés cuando juega el equipo masculino, una cultura que había desaparecido de Soria y que ahora han recuperado, esa es la clave y lo que hará que si competimos la temporada que viene, más chicas puedan unirse al proyecto al ver que tienen un equipo absoluto en el que jugar y competir». Con ese referente han ido a los colegios donde han sacado ya un equipo infantil femenino y por supuesto, la futura escuadra absoluta que ya tuvo además su primer partido amistoso.
EL grupo. Al frente de ese grupo en ese primer encuentro estaba Sara Romero, capitana y alma del equipo, «perdimos de menos de 20 puntos ante un equipo de Logroño de nuestra misma categoría. Para nosotras el sentir que podemos competir al margen del resultado fue muy satisfactorio». Porque Sara ha vivido en primera persona todo este proceso, «estuve muy fastidiada cuando vi que no habría equipo esta temporada, pero no nos desanimamos y cuando comenzó el curso universitario sacamos suficientes chicas para comenzar a entrenar».
Jugadoras de Cádiz, Logroño, Burgos, Pamplona y Soria para formar un grupo «que en el día a día va haciendo que estemos más unidas». Ahora toca mejorar fundamentos, «es cierto que el nivel es más bajo de lo que nos gustaría pero lo importante ahora es sacar el equipo, ya habrá tiempo de mejorar». La capitana es consciente que «el comienzo será duro porque hay equipos con más experiencia y con mejores vías de captación de jugadoras, pero esto tiene que ser un proyecto a largo plazo, con el paso de los años la cultura del baloncesto femenino puede instaurarse en Soria y comenzaremos a tener más compañeras que se formarán desde la base».
Ahora solo queda esperar unos meses para dar un nuevo impulso al deporte femenino soriano.