Juglar, el mago de la palabra

Ana Pilar Latorre
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El cántabro Miguel Cadavieco es el alma de un original certamen dedicado a la improvisación oral, que sorprende gratamente y divierte al público

Juglar, el mago de la palabra

La improvisación de juglares, trovadores y repentistas es protagonista este fin de semana en Molinos de Duero, que creó un certamen único en la provincia hace ya tres años haciéndolo coincidir con el acto de la tirada del mayo. En la edición de 2019 se cuenta con el juglar Miguel Cadavieco y el repentista y trovador Edwin Giraldo, en un acto presentado por el humorista Rafa de la Llave. Ya por la noche, de nuevo llagará el humor con Carlos Berrocal y después habrá verbena. Para el alcalde, Miguel Bonilla, ofrece «un toque importante de humor» y que se ha querido mantener «por el éxito de las primeras ediciones».

Pero profundizando más en el tema de la improvisación que llevan a cabo estos trovadores y juglares, y que nada tiene que ver con el rap y las ahora tan populares peleas de gallos, ya que los que vienen a Molinos crean piezas poéticas con estructuras concretas, como décimas y quintetos. Miguel Cadavieco siempre ha tenido facilidad para hacer rimas y recuerda que a los 12 años los profesores en el colegio ya le pedían que lo hiciera.A la voz la acompaña tocando el rabel, un instrumento pastoril típico de zonas trashumantes, como Cantabria (de donde es él), Asturias y León. De esta manera, comenzó a moverse y a profundizar en este tema en el valle de Campoo y en la zona de Polaciones, para seguir aprendiendo. 

experiencia. Hace 15 años, el locutor de Radio 3 Iñaki Ceña lo escuchó y le dio facilidades para actuar en el Festival Internacional de Poesía Oral de Villanueva de Tapia, en Málaga, referente a nivel mundial, donde conoció a improvisadores de Cuba, Argentina... En 2017 el alcalde de Molinos contactó con él y le propuso organizar este festival (como complemento al festival de folklore de julio, pero al final del verano), al considerar que era algo distinto que podría gustar en la zona. «A le gente le gusta porque es algo que no están acostumbrados a ver, es divertido», destaca explicando que las rimas en Molinos serán en décima espinela (lleva su nombre por el poeta rondeño Vicente Espinel), es decir, diez versos que riman ABBAACCDDC. En la propia entrevista nos pregunta una palabra para acabar su décima improvisada, que tiene lista en 20 segundos: «Si me pongo a improvisar/he de tener buena vista/ me llama una periodista/que me quiere entrevistar/se le ha ocurrido llamar/preguntarme cualquier cosa/de una forma muy graciosa/a mi mente hago viajar/y mevoy a trabajar/hasta le pueblo de Hinojosa». Así hará en Molinos.

Es secreto de un buen trovador, comenta, es «escuchar y leer mucho», así como partir experiencias con otros trobadores.