Los positivos en alcohol y drogas bajan por noveno año

SPC
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El 0,69% de los 780.000 controles del pasado año fueron positivos, mientras que en 2011 este porcentaje fue del 1,17

Los positivos en alcohol y drogas bajan por noveno año

El número de positivos por alcohol y drogas al volante se ha reducido en Castilla y León por noveno año consecutivo. El pasado año, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil realizaron en las carreteras de la Comunidad un total de 779.093 controles, de los que el 0,69 por ciento (5.336) fueron positivos.

Este porcentaje se ha reducido progresivamente desde el año 2011, cuando se alcanzó el 1,17 por ciento, con 9.734 positivos en más de 831.000 pruebas, aunque en términos absolutos el ejercicio con menos positivos fue el 2018, cuando se contabilizaron 4.951 en algo más de 706.000 pruebas (0,70 por ciento), según datos facilitados a Ical por la Dirección General de Tráfico.

Por provincias, y por encima de la media de la Comunidad, el pasado año se situó León, con un 1,11 por ciento y 1.433 positivos, por delante de Valladolid, con un 0,91 por ciento (844) y Segovia, con 0,70 por ciento (636). En el extremo opuesto aparece Ávila con un 0,39 por ciento (275), seguida de Palencia  y Zamora, ambas con 0,55 por ciento, -478 y 278, respectivamente-. En Burgos fue del 0,49 por ciento (565) y en Salamanca del 0,60 por ciento (547).

En el conjunto del país también se redujo considerablemente el número de positivos, y mientras en el año 2001 se registraba un cinco por ciento, el año pasado se descendió hasta el 1,3 por ciento, casi el doble que en Castilla y León, que en ese ejercicio registró un 0,70 por ciento.

A pesar de esta reducción, el alcohol y las drogas siguen teniendo una gran influencia en las cifras de muertos en accidentes de tráfico. En España, un 43,4 por ciento de los conductores fallecidos en la carretera en 2018 había bebido o tomado alguna sustancia estupefaciente, según se desprende de la Memoria del Instituto Nacional de Toxicología.

El perfil mayoritario es un conductor de turismo -el 94,4 por ciento de las víctimas eran hombres- de entre 25 y 54 años de edad, que había consumido cannabis y cocaína o tomado alcohol. En cuanto a los peatones, el 38,5 por ciento de los fallecidos también dio positivo por haber bebido o consumido drogas. Entre los que dieron positivo al alcohol, más del 80 por ciento duplicaron la tasa máxima permitida.

Stop Accidentes

Para la presidenta en Castilla y Léon de Stop Accidentes, la Asociación de Ayuda y Orientación a los Afectados por Accidentes de Tráfico, Gloria García García, junto al endurecimiento de las sanciones, tanto las penales, como las que sólo conllevan pérdida de puntos y multas, también es necesario seguir insistiendo en la concienciación con campañas directas de las consecuencias que tienen los accidentes de tráfico.

“La sociedad es parte del problema. Es difícil decir a los adolescentes que no beban cuando en nuestro país la permisividad con el alcohol es total”, se lamenta García, a la vez que propone que junto a esas campañas de concienciación también se pueden articular otras medidas y ponerlas a disposición de los jóvenes como son el uso de autobuses para asistir a las fiestas de los pueblos, una alternativa que ya se ha utilizado en muchas zonas con buena acogida.

Dar positivo en alcohol o drogas puede conllevar una sanción económica, la retirada de puntos del carnet y, en los casos más extremos, penas de cárcel. Los últimos datos de Fiscalía de Seguridad Vial indican que en 2018 se dictaron 56.173 sentencias por conducir con exceso de alcohol (tasa superior a 0,60 miligramos en aire) o bajo la influencia de drogas.

Para los conductores en general, ponerse a los mandos de un vehículo con una tasa superior a 0,25 miligramos de alcohol en aire aspirado, equivalente a 0,5 gramos por litro de sangre, es dar positivo; esta cifra se reduce a 0,15 para los noveles y profesionales. Hasta 0,50 miligramos, la multa alcanza los 500 euros y cuatro puntos. Superar los 0,50 miligramos supone mil euros y seis puntos, y lo mismo para positivos en drogas.

El Código Penal tipifica los delitos contra la seguridad del tráfico y establece las siguientes penas por conducir con más de 0,60 miligramos o bajo la influencia de drogas: prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días, y privación del derecho a conducir de uno hasta cuatro años. Negarse a hacer la prueba de control supone prisión de seis meses a un año y privación del derecho a conducir de uno a cuatro años.

Está demostrado que la combinación de alcohol y conducción no es una buena compañera de viaje porque reduce la capacidad de conducir. Cuando el alcohol se absorbe en sangre las reacciones y movimientos son más lentos, aumenta la dificultad de concentración, la somnolencia, fatiga muscular, los problemas de coordinación, perturbaciones en la percepción de lo que nos rodea, en la visión y sistema auditivo e impide realizar correctamente el cálculo de las distancias. Los estudios indican que el riesgo de accidente de tráfico se multiplica por 25 cuando la presencia de alcohol supera los 1,5 gramos en sangre, es decir cuando se triplica la tasa máxima permitida.