Arbona compara a Jiménez Lozano con Kafka

EDS
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La crítica literaria y profesora de la Universidad Complutense incluye como lectura obligatoria de las asignaturas de periodismo la novela del autor abulense, 'Agua de Gloria'

Arbona compara a Jiménez Lozano con Kafka - Foto: Concha Ortega

La profesora de la Universidad Complutense de Madrid, Guadalupe Arbona comparó hoy a José Jiménez Lozano con Franz Kafka, pues era un “hombre desnudo frente a gente vestida, que no se defendía y no pretendía estar en un puesto, tener premios, relevancia ni estar en el mundo del espectáculo”. “Siempre lo evitó porque él solo quería que centráramos la atención en su obra”, significó.

La doctora en Literatura Española y crítica literaria recordó que Jiménez Lozano, durante una comida en Olmedo en la que estuvo presente, fue conocedor de que el Centro Internacional Antonio Machado a través de varios intelectuales españoles pretendía organizar un simposio sobre su obra. Tras conocer la idea les pidió que “no se metieran en dibujos, ni figurillas”, y organizarán una “charla de amigos”. “El encuentro en Soria es eso, una charla de amigos en torno a su obra tal y como él quería”, apostilló.

La doctora, que imparte clases a los futuros periodistas españoles, ha incluido en su asignatura como lectura obligatoria la obra ‘Agua de Gloria’, una novela negra que, a pesar de ser compleja, ha entusiasmado a sus alumnos. “Yo les evidenció la pertinencia de la poesía de Jiménez Lozano para enjuiciar lo que está sucediendo”, matizó.

En declaraciones a Ical, Arbona precisó que el autor le reveló que había aprendido en su casa el valor de la persona y que descubrió en el cristianismo el significado de su existencia completa, lo que marcaba su manera de acoger a los otros y la conciencia que tenía de sí mismo.

 “Su vida no se acababa entre las cosas que tenía, el vivía con la alegría de estar siendo hecho. Dios le daba una mirada dramática porque siempre estaba frente a él pero también alegre y agradecida por el abrazo de lo divino”, argumentó, para agregar que sí su personalidad fue motivo para etiquetarle o excluirle, no en su caso, ya que a Jiménez Lozano se le caían “los poemas de los bolsillos y su creación era consustancial”.

Por último, resaltó que el autor fue muy crítico y profético con un mundo que se “desmorona” y ya antes de morir habló de la orfandad de la sociedad, el desconcierto y el deseo de encontrar la satisfacción en las cosas sin hallarla.

Por su parte, el escritor y periodista, Francisco Armada, resaltó que, en sus últimos años de vida, el escritor abulense, José mostró su indignación por la “deriva cainita española, por el maniqueísmo, la superficialidad, la baja catadura moral de parte de la clase política, la degradación de la vida ciudadana y política, por el periodismo que cuida poco la verdad ante tanto ruido".

Así lo afirmó en el simposio organizado por el escritor, José Ángel González Sainz, quien también dirige el Centro Internacional Antonio Machado y el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua.

Para Armada, estudioso y amante de la literatura de Jiménez Lozano, el autor ya denunció la degradación del debate político de España y mostró su total desacuerdo con esa tendencia a renegar de las tradiciones e incluso de la historia de un país, desde un desconocimiento atroz.

Más allá de su pensamiento crítico, el periodista significó el afecto especial que tenía Jiménez Lozano por los seres humildes, por aquellos que no representan nada, solo a sí mismos, y por los olvidados, y agregó que fue un escritor “incómodo” porque vivía al margen de los circuitos literarios y tenía un pensamiento “independiente, era católico y preocupado por el mundo religioso”. 

“Esa actitud tan crítica y tan original en esta España tan extraña hacía que mucha gente le pusiera una etiqueta de que estaba adscrito al mundo conservador, reaccionario. Creo que es gente que no le ha leído. Estas etiquetas le han perjudicado en ciertas élites culturales, pero sus méritos están por encima de cualquier ideología”, reivindicó.

Es por ello, que Armada valoró la organización de este seminario que reúne en Soria a intelectuales de todo el mundo para hablar sobre Jiménez Lozano, un escritor que “debe ocupar el lugar que merece”, pues escribía “sin esfuerzo como le sale a un pájaro cantar”.

“Detrás de su obra hay mucha lectura, silencio, observación. Su pasión por la transparencia también le ha perjudicado, lo cual no quiere decir que su pensamiento tuviera poca densidad porque sus ensayos demuestran sus estudios profundos de la literatura e historia española. Sus poemas demuestran la esencia del lenguaje, la sencillez, que no es simpleza, sino todo lo contrario”.

Armada, que invita a los lectores a adentrarse en el mundo de Jiménez Lozano a través de ‘Sara de Ur’ o ‘El Mudejarillo’, recordó que el autor abulense despreciaba la masa como el ente manejable o manipulable que no piensa por sí mismo, y aseguró que "odiaba el griterío, las soflamas, la unanimidad, iba por libre y esto siempre le perjudicó porque era profundamente independiente y original". " Defendía sus ideas aunque no estuvieran de moda y eso también le castigó”, expresó.