El centro penitenciario de Soria estará sin médico hasta el que la Subsecretaría del Ministerio del Interior publique y resuelva una nueva Oferta Pública de Empleo (OPE) de 42 plazas del Cuerpo Facultativo de Sanidad Penitenciaria, para lo que aún no hay fecha, tal y como confirmaron a El Día de Soria desde Instituciones Penitenciarias. Esta semana, el único médico que ejercía en la prisión soriana ha realizado «la última guardia», señala Javier de Diego del sindicato CSIF. Aunque el facultativo se jubilará a finales de año, desde este miércoles se encuentra de vacaciones, por lo que la atención sanitaria en la prisión queda en manos de las tres enfermeras y dos auxiliares.
Desde Instituciones Penitenciarias remiten a la citada convocatoria prevista, si bien admiten que este procedimiento «tiene sus tiempos», por lo que la cobertura de esta plaza no será, ni mucho menos, inminente. No obstante, apuntan a la posibilidad de «un contrato menor» durante este tiempo, aunque, por el momento, no se ha avanzado en este sentido.
Sobre esta opción, el representante de la organización sindical CSIF apunta a que tiene constancia de que «se ha intentado alguna entrevista» y también que no se descarta que «se cubra con visitas médicas de la sanidad privada». «Es muy preocupante. Tendremos que tirar todo el tiempo del 112 porque para las enfermeras es un meterlas en un compromiso. Los internos necesitan atención continua», sostiene Javier de Diego.
Por su parte, desde Acaip (Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias) se pronuncian en términos similares: «Las enfermeras no pueden diagnosticar. Es muy complicado, puede haber muchos problemas. Es necesario que se pase consulta a diario. Ahora tendrán que salir continuamente a los centros de salud o al hospital con la policía muchas veces».
En junio «se incorporaron», advierten desde Instituciones Penitenciarias, los profesionales de la anterior convocatoria de 40 plazas para médicos de prisiones, publicada el 4 de febrero, con lo que se consiguió cubrir aproximadamente la quinta parte del cuerpo facultativo de sanidad penitenciaria. «No se metió a nadie en Soria», constatan las mismas fuentes. Y eso que esta situación ya se preveía hace un año, cuando la responsable de servicio médico se marchó a otro destino en comisión de servicio. Tanto durante el peor momento de la pandemia del coronavirus como este mismo verano, el sindicato CSIF ha denunciado este panorama, ya que al estar cubierta solo una de las dos plazas médicas, por el profesional que ahora se jubila, durante las libranzas, vacaciones y permisos del médico, el centro penitenciario ha carecido de este servicio para atender a los 155 internos de la cárcel soriana.
En el cumplimiento de la Disposición adicional sexta de la Ley 16/2003, para la transferencia a las comunidades autónomas de los servicios e instituciones sanitarias dependientes de Instituciones Penitenciarias residiría la «solución» al problema de la falta de médicos que padecen las cárceles españolas, recuerdan desde Instituciones Penitenciarias.