Fiebre por la raqueta en San Esteban

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El Club de Pelota Gormaz ha revitalizado la práctica de un deporte que en San Esteban se ha transmitido históricamente de padres a hijos. Tanto que compite en popularidad con el motocross o el piragüismo

Fiebre por la raqueta en San Esteban - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.

El fútbol, como deporte rey, manda en San Esteban pero también también el motocross, especialidad deportiva por excelencia en el municipio ribereños que se nutre además de amantes del motor de la comarca, o el piragüismo. Sin embargo, el frontenis pisa fuerte en los últimos años, de un tiempo a esta parte, en gran medida por tratarse de una actividad accesible, apta para distintos públicos y niveles y agradecida, pues la progresión se percibe a medida que cada cual mejora su estado de forma y se van adquiriendo las técnicas y conocimientos necesarios para seguir avanzando en una especialidad que en el municipio va sumando progresivamente nuevos adeptos.

club gormaz. Las cosas no suceden por casualidad, sino que hay un trabajo detrás de amantes de este deporte y que encarna el Club Pelota Gormaz, con sede en San Esteban pero con socios en el conjunto de la provincia además de municipios como Ayllón, Riaza o Aranda de Duero. La labor de promoción es incansable y no cesa. «El deporte se ha jugado toda la vida, tanto frontenis como pelota a mano, hay gente que ha ido a jugar a veladas importantes fuera y es muy popular pero cada vez va a más, cada vez viene más gente incluso a vernos entrenar.Los chavales han venido jugando más», apunta Waldo Perdiguero, presidente de un club que lleva al frente de la entidad desde su fundación hace cuatro años: «Desde entonces se ha notado un salto importante en la participación y en el número de integrantes».

Perdiguero y su equipo han recogido el testigo de una tradición arraigada convertida en pasión. «Se ha practicado desde siempre, mis tíos, mis padres... en el pueblo o en otros, se jugaba pelota a mano cuando salían de las escuelas, se jugaba mucho frontenis e incluso, paleta», señala Perdiguero quien destaca además otras disciplinas «como el motocross, el piragüismo, por supuesto, el fútbol, pero lo nuestro también está subiendo mucho». Una afirmación que se refleja en el número de socios que supera los sesenta.

Una de las citas marcadas en rojo en el calendario del club es el Open de Frontenis, que se viene celebrando desde 1999. «Al principio lo organizaban desde el Ayuntamiento, gente que le gustaba el frontón. Nosotros lo cogimos dos años antes de hacernos club y luego formalizamos la entidad para hacer más fácil la organización». En la presente edición se han redoblado los esfuerzos en materia de premios para hacer el torneo más atractivo».De hecho, es el segundo, tras el de Pozalmuro, que más recompensa económica ofrece a los participantes.

relevo generacional. En el frontón nonagenario de San Esteban de Gormaz conviven con normalidad el presente de la especialidad y el futuro, los jóvenes que aspiran a estar entre los mejores en el torneo anual.Los entrenamientos se intensifican a medida que se acerca el campeonato aunque como recomienda el vocal del club, José AntonioRupérez, «conviene descansar dos días antes porque esto es muy físico y el hombro y el brazo sufren demasiado y luego se nota en la competición».

Mientras Rupérez es un habitual de los torneos, los aspirantes esperan su momento. Es el caso de Pablo Sotillos que antes hacía fútbol, «pero me he jubilado». Con 16 años se considera «pequeño» para participar en el torneo. Casi todas las semanas se reúne con amigos en torno al frontón, «aprendemos de los mayores y nos ayudamos entre todos».Reconoce que tiene margen de mejora, «me considero normal». El frontenis se lleva en la sangre.«Me lo inculcó mi padre desde pequeño», afirma Gabriel Moreno, también de 16 años y para quien «es un deporte fácil para iniciarse. Luego hay factores que ayudan a mejorar, como el tipo de raqueta, si quieres gastarte más o menos». Un deporte para todos, «en principio es barato», concluye una de las jóvenes promesas del club.

Un frontón nonagenario que acusa el paso del tiempo.  Es un lugar de reunión para los amantes del frontenis y la pelota, para los que la practican o para los que solo acuden a comprobar las evoluciones de los participantes.Un lugar que toma el pulso al ánimo vital de un pueblo ya que son muchas las generaciones de sanestebeños las que han golpeado la pelota contra sus paredes en busca del golpe ganador. Sin embargo, el paso del tiempo pasa factura, sumado al importante uso que se da a una instalación que comienza a notar el estrés y en cuyos muros aparecen los síntomas de deterioro.

fronton

«Estamos en conversaciones con el Ayuntamiento porque hay cosas que se pueden mejorar.El suelo está muy rajado, no sé si lo mejor sería pulirlo. Luego tamb ién cambiar el tipo de red porque se quedan bolas y bolas...», resume el vocal del club, José Antonio Rupérez, quien resalta «el cariño que le tenemos al frontón».