La recogida de firmas en la plataforma change.org para mantener en pie la casa medieval de las Cinco Villas, ubicada junto a la iglesia del Carmen, continúa a buen ritmo y ha alcanzado ya las 771. Juan Ruiz, el promotor, quiere llegar a las 1.000 para «mostrar al Ayuntamiento que la ciudadanía quiere conservar uno de los edificios más antiguos de la capital. La demolición sería perder parte de la historia de nuestra ciudad y consideramos que no es una opción». Anima a los sorianos a apoyar su propuesta y cree que la recogida va despacio «porque muchas personas que conocen el inmueble de toda la vida y quieren que se preserve son mayores y no usan la tecnología». Es optimista y cree que servirá para algo porque «la opinión de las personas es un factor que el Ayuntamiento debe tener en cuenta».

Juan Ruiz explica que la casa, según el registro, es propiedad de ocho personas, pero una de ellas falleció y tiene seis herederos. El gran número de propietarios ha afectado a su estado de conservación, pero el impulsor de la recogida de firmas recalca que «el único elemento dañado del inmueble es la viga que hay sobre la puerta, ya que el esto de la estructura se encuentra en buen estado de conservación». «El tejado se arregló hace no muchos años, lo que ha hecho que el inmueble se conserve en condiciones», añade Ruiz.

Los propietarios esperan ahora que el Ayuntamiento se pronuncie para conocer sus intenciones y que les informen de manera oficial de ellas. Los propietarios tienen varias opiniones, explica el promotor de la recogida, que está en contacto con ellos, pero «varios desean conservarla porque pertenece a su familia desde hace siglos, pero quieren que cada propietario contribuya económicamente». Esperan, sobre todo, que se solucione el problema de la estructura para evitar riesgos futuros, porque creen que ahora no hay riesgo de desplome.

Por su parte, el concejal de Urbanismo, Luis Rey, estaría pendiente de reunirse conjuntamente con todos los propietarios del inmueble para analizar la situación según los informes de los servicios técnicos municipales. Sin embargo, al ser tantos está siendo algo complicado, según aseguraron fuentes municipales a este periódico.

Un edificio se declara en ruina, a través de un acto administrativo, cuando tiene daños graves en su estructura o arquitectura. Esto puede dar lugar a medidas como una orden de demolición o la obligación de rehabilitación de la edificación (si el costo de las reparaciones y obras necesarias para el acondicionamiento de habitabilidad no supera el 50% del precio de una obra nueva con las mismas características) por parte de los propietarios  o, en su caso, de la administración a la que corresponda, pero siempre con cargo a los dueños del inmueble.

La declaración de ruina técnica de un edificio, también llamada ruina inminente, se realiza cuando una edificación en ruina amenaza con derrumbarse de forma inminente, suponiendo un peligro para las personas y el patrimonio urbanístico. Entonces, se demolería.