"Las leyes ahora están a tu favor, pero el hombre no cambia"

María Albilla (SPC)
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No hay festival o fiesta que se precie si Fangoria no salta al escenario, por eso celebran que proliferen eventos de este tipo por todo el país, ambientes en los que se sienten como pez en el agua con sus fans coreando temas de sus 30 años

"Las leyes ahora están a tu favor, pero el hombre no cambia"

Olvido, o Alaska, no cambiaría nada de su pasado. No hay nostalgia en una vida en la que artísticamente ha construido parte de la banda sonora de varias generaciones. Ahora, con su inseparable Nacho Canut, el otro 50 por ciento de Fangoria, revisitan su vida con un compendio de temas versionados que, de alguna manera, les han marcado a ellos. Extrapolaciones y dos preguntas 1989-2000 es la primera parte de este recorrido histórico en el que, además, incluyen dos temas nuevos.

 

Decimotercer disco con 13 versiones... Cero supersticiones, ¿no?

Nací un 13, con eso te lo digo todo. 

 

¿Por qué optan por grupos desconocidos para el gran público?

Nunca habíamos hecho algo así, pero nos gustaba la idea de un disco de versiones porque desde jóvenes hemos descubierto así a otros artistas. Era difícil acotar y como estamos en esa fecha especial de los 30 años, lo cerramos a 30 canciones que se hubieran grabado en los 30 años de vida de Fangoria. Además, tenían que ser en español y así llegamos a esa banda sonora de nuestra vida que ha estado con nosotros. También hay dos canciones nuevas.

 

Para estos dos temas habéis confiado de nuevo en Guille Milkyway. ¿Qué os aporta? 

Llevamos tres discos con él, aunque nunca enteros. Es un artista al que admiramos y que nos gusta.

 

David Bowie siempre ha sido uno de vuestros referentes. También en esta ocasión, ya que gracias a sus colaboraciones ampliabais en la juventud vuestro conocimiento musical. ¿No es un listón muy alto?

Sí, muy alto, es verdad. Cuando tienes 12 años, como me pasó a mi, o 15, como Nacho, y descubres a Bowie, obviamente estás sentando cómo va a ser tu vida no solo musicalmente, también estéticamente, qué tipo de personas te van a interesar... es algo que te define. Obviamente te conviertes en el marciano de tu colegio, pero encuentras a alguien que te parece mucho más interesante que lo habitual a esa edad.

 

¿Era difícil entonces ser el marciano del colegio?

No sé como será ahora, pero supongo que es igual. La adolescencia es horrible, da igual en el siglo XX, que en el XXI. Sospecho, pero esto es una visión de señora de 55 años, que ahora sería más difícil porque si a mí me hubieran estado escupiendo mis debilidades a través de las redes sociales todos los días, no sé cómo habría salido... También si hubiera tenido redes sociales y un día Bowie reacciona a un comentario mío, me hubiera muerto. Hemos cambiado la forma de relacionarnos. En cuanto al respeto, creo que es parecido. Si eres gordo, con gafas o tienes pluma, seguro que sigue siendo difícil. Otra cosa es que antes te tenías que callar y hoy no. Las leyes ahora están a tu favor, pero la condición humana no cambia.

 

¿Ya se ha zambullido de lleno en las redes sociales? Antes era bastante reacia a ellas...

Decidí abrir mi cuenta de Instagram cuando me di cuenta de que toda mi vida estaba en el Instagram de los demás. Para que lo pongan ellos, lo pongo yo. Pero ni Twitter ni Facebook. Instagram, que es más como de millennial.

 

¿Cómo van a celebrar Nacho y usted estos 30 años de matrimonio?

Este disco es nuestro homenaje y en nada volvemos a los escenarios. Antes de Fangoria ya llevábamos juntos otros 12 años, aunque con más gente... lo nuestro fue una especie de selección natural. Entre nosotros no hace falta ni hablar, que me resulta una cosa muy cómoda.

 

Dice Canut que en las fiestas de los pueblos es donde de verdad se ve el poder de una canción. ¿Es bueno para la música que proliferen los festivales por todo el país?

Es buenísimo para todos y da igual que sea de música especializada o que sean súper abiertos. A nosotros nos encanta. Igual vas a uno a escuchar a Miss Cafeína y descubres que también te gusta Varry Brava. Es fenomenal.

 

Fangoria es un grupo abierto siempre a nuevos ritmos. Reguetón, disco, trap, rap...

Sí, claro, escuchas ritmos y los utilizas. Ya está inventado. Lo hicimos en el 82 con Bailando. Yo ya rapeaba entonces. 

 

¿Qué le parece, por ejemplo, el fenómeno Rosalía?

A mí, que el flamenco no me gusta, me parece normalísimo que se esté hablando de Rosalía y que triunfe porque entiendo que ha mezclado muy bien las bases urbanas con este género, pero es que el fenómeno es ella. Ella es una estrella, es una tía que mira a cámara y transmite, como pasaba con Amy. Hay gente que canta muy bien, pero no es Amy Winehouse. Hay gente que es total, pero no es Mick Jagger. Sabe pisar el escenario.

 

¿Cómo recuerda sus inicios?

No te digo más que nos echaron de la discográfica porque no entendían lo que hacíamos. También hubo una época en la que nadie nos llamaba y nos teníamos que producir nosotros mismos... Si quieres ,puedes, no hay misterio. En el fondo es hacer lo que te gusta con las mismas ganas para 100 que para 10.000.

 

Las canciones de Fangoria se han convertido sin embargo en himnos de varias generaciones...

Nunca pienso que estoy en ese lado, siempre me veo más como yo admiradora de otros.