'Entredades': Aprender y enseñar no tiene edad

N.Z.
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Alumnos del Grado de Educación Física del campus y mujeres de las Aulas de la Tercera Edad participan en un taller intergeneracional

'Entreedades': Aprender y enseñar no tiene edad - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

Aprender no tiene edad. Ni tampoco enseñar. Y la prueba ha quedado patente en el taller intergeneraiconal que han protagonizado en las últimas semanas las alumnas y alumnos de segundo curso del Grado de Ciencias del Deporte y las usuarias de las Aulas de la Tercera que han participado en un proyecto educativo de «aprendizaje servicio» en el que colabora el Ayuntamiento de Soria y el campus Duques de Soria de la UVa. 

El 'pretexto' era hacer deporte juntos, la generación de los abuelos y la de los nietos unidas, los mayores siguendo las pautas de unos universitarios que se forman para formar. Pero, en el camino, ha habido un aprendizaje mutuo en el que han pesado (y mucho) las emociones, las experiencias compartidas, las palabras, los sentimientos, las miradas...

Cinco profesoras del campus de Soria (de las facultades de Educación y de Traduccion e Interpretación), Lidia Sanz Molina, Inés Morales Aragonés, Susana Gómez Redondo, Elena García Jiménez y Susana Gómez Martínez están detrás de esta iniciativa, que incluye varias fases. 

La primera ha sido el taller desarrollado durante las últimas cuatro semanas en la planta superior del Mercado Municipal. Cada lunes se han reunido16 alumnos y 16 usuarias de las Aulas (divididos en dos grupos de ocho y ocho). Son alumnos que comparten Lidia Sanz, profesora de Sociología, e Inés Morales, profesora del grado de Deportes. «Mi asignatura es Expresión Corporal y Danza y la idea era organizar cuatro clases de actividad física intergeneracional. En las primeras hicieron un test de aprendizaje y desarrollo motor, para evaluar motrizmente a los alumnos y saber hasta qué punto se podía trabajar con cada uno. La segunda sesión se dedicó a ejercicios en pareja para fomentar el vínculo entre ellos; y los dos últimos días los chicos eran los 'dueños' de la clase y ellos han preparado dos clases de danza», explica Morales, quien extrae dos conclusiones: «Los chicos me han dicho que les encanta salir al mundo real, y las señoras continuamente están dando las gracias porque entienden que con esta actividad se está cuidando su salud, reciben cariño, se salen de su norma habitual... y están muy agradecidas y piden que se repita. La combinación ha sido genial», sentencia, al tiempo que destaca la capacidad de aprendizaje de este tipo de experiencias. «Creo que han aprendido más los chicos que lo que han enseñado, que han enseñado también mucho», subraya. 

En cuanto a la parte sociológica, Sanz explica que el taller incluía también un «emocionario». A lo largo de las cuatro sesiones se han instalado paneles explicando diferentes emociones y se ha dejado un cuaderno donde las participantes han podido expresar sus emociones. «Gracias, he dejado los años en la puerta y me he sentido con alas para volar». «Me he divertido mucho y mi compañero ha sido fantástico». «La juventud es extraordinaria». «Muy divertido y relajante, tenemos que hacer más». Son algunos de los mensajes recogidos. Todas esas emociones reflejadas en palabras serán objeto de una exposición que contará también con las fotografías que la fotógrafa Concha Ortega ha ido tomando de cada sesión , una muestra de la que se encargarán Susana Gómez Redondo y Susana Gómez Martínez, quien traducirá además la experiencia para compartirla «en un proyecto europeo». 

La iniciativa servirá además para extraer una conclusiones que se plasmarán en un artículo académico. Porque esta iniciativa forma parte de un proyecto de innovación docente que, bajo el título 'Entredades: acercamiento en valores' pretende mostrar el potencial de iniciativas intergeneraciones como esta. O como las dos de años anteriores (dedicadas a cuentos y a podcast) que estas profesoras de la UVa sacaron adelante en 2019 y 2020 gracias a la financiación del Consistorio de la capital.