Iglesias se abre a aceptar la mesa de negociación con ERC

EFE
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El líder morado promete a Esquerra, clave para la investidura de Sánchez, que el próximo Ejecutivo afrontará «el problema de la plurinacionalidad» como eje esencial de su política

Iglesias se abre a aceptar la mesa de negociación con ERC - Foto: Marta Fernández Jara

Diez días después del famoso abrazo entre el presidente en funciones y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, que supuso la ratificación de un preacuerdo para la creación de un futuro Gobierno entre las dos formaciones de izquierdas, el máximo dirigente morado volvió a aparecer ayer para enviar un mensaje de optimismo a ERC ante un posible apoyo de los republicanos a la investidura del socialista. Iglesias prometió que el futuro Ejecutivo de coalición «asumirá» el diálogo en Cataluña como un «eje fundamental» de su acción política.

Una vez que el pasado miércoles los de Junqueras anunciasen una consulta con la militancia para apoyar una posible investidura del progresista, Iglesias insistió en su convencimiento de que el próximo Gabinete afrontará el «problema de la plurinacionalidad en España» y el «diálogo en Cataluña».

Aunque Iglesias habló de diálogo y no utilizó el término negociación -lo que reclama ERC-, afirmó en mostrarse optimista sobre las conversaciones para hacer posible la investidura.

Y si el líder de Podemos hacía este gesto con Esquerra, en el Partido Socialista mandaban a este partido el mismo mensaje que hace unos días envió Pedro Sánchez, el de que PSOE y Podemos son las dos formaciones de ámbito nacional que siempre han apostado por el diálogo. Así lo recordó la vicesecretaria general socialista, Adriana Lastra.

La consulta de ERC, que se celebrará el próximo lunes deja clara la intención del partido de que la negociación sobre Cataluña sea un compromiso de Sánchez si quiere que faciliten su investidura, y por eso dicho compromiso se incluye en la pregunta a la militancia.

Mientras Esquerra presiona a Sánchez por medio de su consulta, recibe al mismo tiempo ciertas prisas desde otra parte del independentismo.

Así, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, insistió en rechazar la investidura de Sánchez si no hay mesa de negociación para hablar de la autodeterminación y apeló a las formaciones independentistas a que sigan el acuerdo de la Lonja de Mar, más que el de Pedralbes.

Torra reclama así a ERC que sea fiel a este último documento, firmado el pasado 25 octubre en Barcelona por fuerzas soberanistas catalanas, vascas, gallegas, valencianas y baleares, a favor del derecho a la autodeterminación y la amnistía de los políticos presos.

En cambio, sobre el acuerdo de Pedralbes con el PSOE de hace casi un año -20 de diciembre de 2018-, cuyo espíritu pidió recuperar esta semana el vicepresidente del Govern y coordinador de ERC, Pere Aragonès, Torra remarcó que, visto todo lo que sucedió después, acabó siendo solo una «foto».

Otra muestra de que el independentismo catalán está aún lejos de consensuar una posición común. Algo que tampoco ve la CUP, que se mostró escéptica a la mesa conjunta para negociar la investidura.

A la espera de ver cómo se desarrollan los acontecimientos, el portavoz del PNV, Aitor Esteban, consideró, ante la petición del independentismo catalán, que «un diálogo entre gobiernos» es «lo más normal del mundo», y advirtió que es imposible que el «puzzle» de la investidura se resuelva esta semana.

Pero Pablo Iglesias sí insistió en defender el buen curso de las negociaciones y la discreción y seriedad con que se están llevando a cabo.

Iglesias, quien cinco años atrás hablaba de abrir el «candado» de la Constitución para abordar cuestiones como la catalana, hizo este jueves una férrea defensa de la Carta Magna al considerarse como la «mejor vacuna» y un «cinturón de seguridad para proteger a España de la extrema derecha.

El líder de Podemos, que lamentó la fuerte irrupción de Vox en el Congreso y alertó de que ese partido puede encontrar «alas para volar», consideró que la coalición con el PSOE puede garantizar que se creen esas redes de seguridad para las mayorías.