De Barrios: La Barriada

A.P.Latorre
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Como barrio no es que esté muy mal, pero todo es mejorable. Es la idea que traslada el presidente de la Asociación de Vecinos de la Barriada, Ignacio Gutiérrez, quien indica que el «tema principal» es la avenida de Valladolid y su tráfico

De Barrios: La Barriada - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

COMO BARRIO no es que esté muy mal, pero todo es mejorable. Es la idea que traslada el presidente de la Asociación de Vecinos de la Barriada, Ignacio Gutiérrez, quien indica que el «tema principal» es la avenida de Valladolid y los problemas de tráfico, por lo que reclama un radar fijo. Otra de las demandas es que se instale la fibra óptica, que «no llega a todo el barrio por problemas de canalizaciones». Además, hay un par de calles de la Barriada llenas de postes y cables invadiendo aceras, lo que dificulta la accesibilidad; y en la Tejera se demanda una mejora del alumbrado. En las calles Zaragoza, Albacete, Teruel, Covadonga y Santa María de la Cabeza hay aceras que dificultan la circulación, por lo que la asociación está insistiendo en ello. Una demanda importante es el centro de salud de Soria Norte, podría decirse que es histórica de este colectivo, pero Gutiérrez denuncia que las partidas nunca llegan a ejecutarse. Incluso se propusieron ubicaciones, como el edificio de la estación de autobuses, pero finalmente se contempló la zona de Santa Bárbara que tampoco ha llegado a acoger el proyecto. Del transporte urbano, la asociación no tiene queja, pero sí han llegado peticiones para que los buses reduzcan la velocidad y sean más accesibles, sin escalones en el interior del vehículo. Gutiérrez reclama más marquesinas, por el «tiempo soriano». Da un toque de atención a los vecinos con perros, por «falta de civismo». Este presidente envía correos al Ayuntamiento para trasladar sus peticiones y se muestra satisfecho, aunque «quedan cosas pendientes». «Hay que estar dando la batalla todos los días para mejorar esto», apunta animando a la gente joven a que se implique en las asociaciones vecinales porque «se hacen socios pero después no participan». Pone como ejemplo la protesta que hubo por el tráfico en la avenida de Valladolid, ya que la promovió gente joven pero luego no acudió.

La asociación ya tiene un local rehabilitado en el Hogar. «Tenemos socios pero se echa en falta la participación. Se pueden organizar muchas actividades en las instalaciones pero si los socios no participan no sirve de nada», comenta Gutiérrez. Tras lograr revitalizar la programación en la nueva sede tras un año de obras, llegó el coronavirus y actualmente tan solo se organiza un taller de pintura con ciertas medidas de seguridad y tan solo se ha convocado una reunión comunitaria desde marzo. «La gente tiene miedo porque la situación no está nada clara», apunta. Actualmente, el colectivo contabiliza unos 820 socios, uno de los más numerosos en Soria.