LA ASOCIACIÓN de Los Pajaritos tiene unos 330 socios y «conseguir altas es una labor que cuesta bastante y hay que buscarla y fomentarla con cursos y actividades (pintura, cocina, baile...)», apunta el presidente de la asociación vecinal, Fernando Arévalo. Este año la programación se ha suspendido «porque no procedía y no podíamos garantizar las medidas de seguridad». En cuanto a las reclamaciones, «suelen ser sobre pequeñas obras de mejora de aceras o viales», porque «es un barrio que tiene bastantes servicios y en el que se han realizado mejoras». Entre ellas, la instalación de aparatos de gimnasia y ejercicio para jóvenes y mayores en el parque de Los Pajaritos, que «está muy completo», también con canchas deportivas. Se ha pedido que la pista junto al pabellón se complemente para darle más utilidad como parque y con más iluminación; así como mejorar la entrada de Madrid. En cuanto a tráfico, ya se reguló la calle Viernes de Toros y ahora se pide para la zona junto a la Universidad y en San Martín de Finojosa. «Algunas calles no tienen señalización horizontal, que mejoraría el tráfico en esa zona», añade Arévalo. El barrio se ha desarrollado en los últimos años, pero «está algo acotada y tampoco hay posible expansión a mayores, como Los Royales». Hay algún bloque nuevo y alguno pendiente de empezar a construirse, pero la zona de más expansión es junto al Cementerio, hacia el Calaverón. «Es un barrio extenso y de media de edad no demasiado elevada, aunque entre los socios hay más gente mayor que joven. Nuestro hándicap, que se común a muchas asociaciones, es conseguir nuevos asociados jóvenes», añade el presidente, apuntando que fue un objetivo que se marcó hace cuatro años. Hace referencia a que en otras ciudades hay más tradición en asociacionismo vecinal, como Burgos y Teruel. En Soria se comenzó con barrios históricos y pedáneos, «pero ahora cuesta fomentarlo». Él cree que «el sentido de la asociación más allá de los cursos».