Bádminton, los mejores SUB-11 del panorama nacional

S.Recio
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Hugo Sanz, Irene Gárate y Miguel Pérez, son los números uno en individual y dobles del ranking nacional de bádminton sub-11. Los tres forman parte de la cantera del Club Valonsadero Bádminton

Bádminton, los mejores SUB-11 del panorama nacional - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

No es habitual que tres jugadores del mismo club lideren el ranking masculino, femenino y dobles de una especialidad deportiva. Este hecho implica un gran trabajo de cantera, un talento innato de sus deportistas y una coincidencia en el tiempo nada habitual. El Club Valonsadero Bádminton cumple estos requisitos en categoría sub-11. 

Su entrenador, Carlos Palero, no lo imaginaba, «es una circunstancia que en los últimos ocho años», desde que se iniciaron los ranking en estas categorías, “solo lo había conseguido un club de Jaén”.

Tras ver cómo el Campeonato de España se cancelaba en mayo, tienen en la última semana de noviembre la fecha para su celebración en Huelva, «ahora son sub-13 y debemos adaptarnos a las medidas de pista anteriores en pocas semanas». Un proceso complejo que confía que dé resultado, «partirán como cabezas de serie y vamos a por todas». No olviden sus nombres: Hugo Sanz, Irene Gárate y Miguel Pérez.

Madurez. Es momento de presentar uno a uno a los líderes sub-11 del bádminton español. Hugo Sanz es el mejor del país. Solo hace falta ver unos minutos de entrenamiento para saber los argumentos que le han dado esa posición. Entre sus características está una visión táctica impropia de su edad, «ahora me tengo que adaptar a unas medidas distintas de la pista», recuerda. Esa frase ya indica su forma de afrontar la competición, «el objetivo es conseguir ganar», sentencia.

Partirá como favorito también en dobles junto a Miguel Pérez, «estamos adaptándonos a los cambios», comenta este especialista en parejas. Es el complemento perfecto de Hugo, un jugador mucho más individual. Muy disciplinado y atento, sabe dar a su pareja la parte necesaria para ser los líderes del ranking nacional.

La espigada Irene Gárate es la número uno femenina, «no está siendo fácil volver a una red más pequeña y a una pista tan reducida», analiza. Trabajadora y madura, tiene una visión del bádminton muy particular que le otorga una ventaja competitiva, «le da una lectura distinta a la competición», recuerda su entrenador. 

Disciplina. Los tres coinciden en una palabra: madurez, «a la hora de afrontar los entrenamientos eso es determinante», relata Carlos Palero, «saben dar a cada ejercicio su significado, ven el objetivo que perseguimos». El entorno juega también un papel fundamental, «la implicación de varios factores como entrenadores, familia y ellos mismos, es perfecta para que enfoquen de forma adecuada esta exigencia».

Los resultados no son la prioridad, «ni lo buscamos ni hacemos nada especial para conseguirlos», matiza Carlos Palero. La metodología de entrenamiento es ya seña de identidad del Club Valonsadero Bádminton, «tan importante es la planificación de las tareas como el saber trasladarla adecuadamente a los jugadores». Esta disciplina se basa en el enfoque, «objetivos simples para los jugadores, inculcar que solo por medio de dar sentido a los trabajos que realizan pueden mejorar». Aunque en un principio puede sonar aburrido, «no es solo técnico y repetitivo, entra en escena la táctica, la psicología, la clave es variar lo que aparentemente es un ejercicio sencillo o monótono, dar distintos puntos de vista a los mismos conceptos».

El efecto llamada ha hecho el resto, «todos recuerdan la medalla de bronce de Carmen Carro, la primera en la historia del bádminton soriano». Ese hecho hace que «el resto de jugadores quieran entrenar con ella». Ahora sucede lo mismo con Hugo, Miguel e Irene, «sus compañeros buscan jugar con ellos». Y la parte más importante, «jugar unos con otros les hace mejores, más competitivos y les instruye para poder ganar a cualquier otro jugador». Huelva dictará sentencia a finales de noviembre, «vamos con la idea de traer varias medallas», pero desde luego los rivales temen a estos jugadores, los mejores de su edad, las perlas de futuro del Club Valonsadero Bádminton.