2022, ¿fin? a las cabinas

N.Z
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En la provincia quedan 26 de estas 'reliquias' telefónicas de calle, doce están en la capital

2022, ¿fin? a las cabinas - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez. Eugenio Gutiérrez

Si usted tiene menos de 30 años es probable que nunca haya usado una cabina de teléfono. Y si tiene más de 30, seguramente la usó, pero hace años -quizá décadas-. 

El 88% de la población reconoce no haber usado nunca una de estas 'reliquias' que forman parte del mobiliario urbano desde el siglo pasado. En España quedan 14.824 cabinas de teléfono que registran una media de 0,17 llamadas al día, es decir, una llamada semanal de promedio. 

En Soria apenas quedan 26 cabinas en toda la provincia, de las que doce se localizan en la capital y, el resto, repartidas por diferentes municipios del medio rural. Hace apenas cinco años había prácticamente el doble en la provincia pero, por falta de usuarios, se han ido eliminando. 

La irrupción de la telefonía móvil las ha dejado en desuso, de modo que su muerte está anunciada desde hace años. No obstante, hasta ahora han sido 'indultadas' bajo el pretexto de que se trata de un «servicio universal», con el objetivo de garantizar a todos los usuarios servicios básicos de comunicaciones electrónicas «independientemente de su localización geográfica». Ahora, la nueva Ley General de Telecomunicaciones (LGT) parece haber dictado su sentencia definitiva de muerte ya que excluye las cabinas, así como las guías telefónicas, del servicio universal de telecomunicaciones que obligaba hasta el 31 de diciembre de 2021 al Estado a mantener esta prestación en todo el territorio nacional.  

«El proyecto de ley fue aprobado por el Consejo de Ministros hace unas semanas y en breve iniciará su trámite parlamentario, de modo que la ley será ratificada por las Cortes a lo largo de 2022, previsiblemente en el primer semestre. Esto supone un retraso en la entrada de vigor de la ley respecto al previsto inicialmente, ya que tenía que haber estado vigente a finales de 2021. Y eso hace que, aunque la obligación de Telefónica de prestar este servicio ha finalizado el 31 de diciembre, las cabinas seguirán considerándose un servicio universal unos meses más», especifican desde Telefónica, la operadora designada por el Ministerio de Asuntos Económicos y de Transformación Digital  en los últimos años para la prestación de este servicio tras quedar desiertos los concursos convocados para ello por ausencia de participantes (el último de ellos celebrado hace dos años).

Esto supone, admiten desde la compañía propietaria de las cabinas, que «aún habrá que esperar un poco» para conocer todos los detalles sobre el proceso que seguirá la ley que dictamina el fin de las cabinas, algo que, cabe apuntar, ya ha sucedido en los países de nuestro entorno. 

Además, recuerdan desde la compañía, «no hay todavía un plan de desmonte oficial» y hay «iniciativas simbólicas» que podrían evitar su desaparición total. Entre otras, su cesión para usos sociales o culturales.

Futuro

El declive de estas 'reliquias' hace prever que, cuando dejen de ser servicio público financiado por el Gobierno, desaparecerán. No obstante, advierten desde Telefónica, no hay todavía un plan de desmonte oficial y, además, hay algunas «iniciativas simbólicas» destinadas a mantener su recuerdo. Por ejemplo, en Castilla y León se ha firmado un acuerdo entre Telefónica y el Ayuntamiento de Burgos y se ha acordado su cesión a una asociación vecinal. Otras de estas antiguas cabinas se han convertido temporalmente en obras de arte callejero o en huertos verticales.