En los últimos meses se han colado en nuestro lenguaje palabras como PCR, serología, test de anticuerpos... Sabemos que son claves en la lucha contra la COVID-19 y que de sus resultados depende la toma de decisiones clínicas pero, también, las políticas. El peso de este diagnóstico recae en Soria sobre el personal del laboratorio de Microbiología del Hospital Santa Bárbara, quienes están siendo un pilar básico en la lucha contra el coronavirus gracias a las miles de analíticas que vienen realizando. Sirva solo un dato:desde que estalló la pandemia se han realizado en la provincia cerca de 20.000 pruebas PCR y más de 33.000 test rápidos  (prueba de anticuerpos), según la información facilitada por la Junta. 

Desde marzo, el servicio se ha reforzado y formado, tanto a nivel técnico como humano, y en estos momentos su capacidad podría alcanzar casi el millar de PCR y más de 500 test serológicos diarios (sumando el potencial de la nueva tecnología incorporada y pruebas manuales). Es un éxito si tenemos en cuenta que hasta el 29 de marzo se enviaban estas pruebas al Centro Nacional de Microbiología de Majadahonda.

PCR y test serológico. En la actualidad, según concretan desde el servicio, realizan una media de 600 PCR diarias, de las que 300 proceden de los centros de salud y hospitales sorianos y otras 200-300 son del hospital Río Hortega de Valladolid. Esto es posible gracias al nuevo equipamiento molecular para el diagnóstico del SARS-CoV-2 incorporado en julio, que permite llegar a realizar hasta 800 pruebas diarias. Dado que las necesidades de Soria están cubiertas, se apoya a aquellos hospitales donde tienen capacidad limitada. «Llevan dos semanas enviándonos entre 200 y 300 pruebas diarias del Río Hortega. Esto es hoy por ti y mañana por mí, y a nosotros nos han ayudado mucho», justifica la jefa de la unidad, Carmen Aldea, quien apunta que, de hecho, cuentan con «un grupo de WhatsApp de microbiólogos de Castilla y León» para facilitar la colaboración y apoyo entre todos. 

Además de las mencionadas PCR, en el laboratorio soriano realizan «entre 50-60 pruebas serológicas diarias». En este caso, la capacidad del laboratorio podría superar las 500 pruebas diarias. En estos momentos no se colabora con ningún hospital, si bien «puntualmente» hicieron muestras de Burgos, «durante el estudio nacional de seroprevalencia, ya que se les estropeó su aparato». 

catorce horas diarias. Desde marzo, las ‘rutinas’ en este laboratorio han cambiado de forma drástica. El coronavirus lo ha trastocado todo y les ha obligado a adaptarse a una presión asistencial sin precedentes. A su trabajo ‘ordinario’ -de diagnóstico clínico de todas las enfermedades infecciosas- han incorporado la sección COVID, que cada vez supone más carga de trabajo. Han sumado nuevos equipos -técnicos y humanos- y tecnología «novedosa», lo que ha obligado a formar a todo el personal en un tiempo récord. Además, la COVID-19 impone sus propios tiempos:antes de 24 horas deben estar los resultados, según exige el Ministerio de Sanidad. El resultado de todo ello, jornadas maratonianas y mucho trabajo silencioso y sin tregua. Y«todo contrarreloj», porque el virus sigue activo y un diagnóstico temprano puede ser clave para ponerle cerco pero, también, para minimizar el efecto clínico sobre los pacientes. Ahora, el laboratorio de Microbiología abre todos los días, incluidos fines de semana y festivos, de ocho de la mañana a diez de la noche, y no hay momentos de tregua.  

el doble de plantilla. El SARS-CoV-2 ha hecho que su plantilla, de seis técnicos, un auxiliar de enfermería y tres facultativos, sea «muy deficiente». Para tratar de paliar esta situación y poder «cubrir las tardes, fines de semana y festivos», se ha ampliado con «cuatro técnicos por la mañana y un contrato de refuerzo de facultativo». Ha sido un alivio pero, reconoce la jefa del servicio, el refuerzo del personal facultativo ha llegado más tarde de lo deseado. «Marzo y abril hemos estado solo dos facultativos hasta que conseguimos incorporar la sustitución de una baja maternal en mayo. Luego, en junio, llegó el contrato de refuerzo y ahora estamos cuatro facultativos. Gracias a eso nos hemos permitido irnos de vacaciones, si no, no hubiésemos podido», asume. 

En cuanto a técnicos, la plantilla se integra ahora por «los seis de mañana con un auxiliar y cuatro personas más haciendo turnos para tardes y fines de semana». Sigue siendo insuficiente y ya hay en contratación «tres técnicos más para tardes y fines de semana, porque tenemos que doblar ya que con una persona por turno ya no es suficiente». No se descarta, de hecho, que sea necesario sumar en el futuro un turno de noche si la demanda de pruebas diagnósticas sigue en aumento. 

tecnología novedosa. Dar respuesta al nuevo SARS ha exigido más personal pero, también, un «gran esfuerzo tecnológico», que Aldea agradece a «la Dirección» pero, recrimina también, se partía de una situación de «necesidad». «Nuestro laboratorio era deficiente en muchas tecnologías, sobre todo de biología molecular. Por ser un laboratorio pequeño, con poca población, con poca muestra… teníamos poco aparataje destinado al diagnóstico de PCR», lamenta. 

De hecho, cuando el coronavirus llegó a Soria ni siquiera se podían hacer aquí las PCR, que se enviaban a Majadahonda. Las primeras se hicieron el 29 de marzo y fueron posibles, además, gracias a Copiso y Topigs Norsvin España, que cedieron unos equipos de análisis PCR-Real Time. A finales de junio el laboratorio incorporó «un aparato automatizado de hacer PCR que se llama Panther, de la marca Grifols, que lleva prácticamente toda la carga de los PCR». Este es el que tiene capacidad para hacer 800 pruebas diarias. Las que dan positivas son confirmadas por PCR manual, lo que permite el estudio de más genes (hasta cuatro). Además hay un equipo para hacer PCR rápidas, que dan resultado en una hora.

En cuanto a diagnóstico serológico, hay «dos aparatos» en el laboratorio soriano, «un Architec, de la empresa Abbot, y un VirClia, de la empresa Vircell», resume. Y todo ello se suma a su actividad ‘rutinaria’.