Su portavoz, María José Heredia, asegura que lo que se pretende es cerrar la puerta a cualquier tipo de colaboración y que muchos alcaldes tienen temor a opinar abiertamente sobre lo que quieren para el futuro de su partido. "Las espadas están en alto, el partido está más dividido que nunca, y probablemente lo mejor sea que se celebre un congreso, que decidan los afiliados y a partir de ahí seguir adelante" asevera Heredia. También explica que hay muchas personas mediando, pero considera que no es fácil llegar a un consenso o a una lista de unidad porque "los detalles, las declaraciones y lo que nosotros estamos viendo es un intento de ruptura con una parte del partido, eso está clarísimo". Y va todavía más allá "el partido está peor que lo había estado nunca y se vio ayer que por una parte no hay ningún intento de consenso".
Otro detalle que no les convence es la propuesta de la actual presidenta en la fórmula para elegir a los compromisarios y explica cuál fue, a su juicio, el motivo por el que a pesar de todo De Gregorio logró el apoyo suficiente "se votó porque la presidenta planteó una fórmula de elegir a los compromisarios que había creado mucho rechazo entre los alcaldes de pequeños municipios porque supone una limitación a su representación y nosotros lo que planteamos es que en vez de esa fórmula se hiciera por localidades. Se llevó a la votación y, teniendo en cuenta que en esa junta hubo muchos alcaldes que no se atrevieron a levantar la mano y también muchos funcionarios de la Junta, hubo aun así un 44% de voto en contra de su propuesta, que limita la representatividad de las localidades más pequeñas", asegura Heredia.
Con todo esto lo que queda claro es que hay una guerra abierta en el seno del Partido Popular, habrá que espera al día 25 de septiembre para ver lo que sucede con su futuro.