"Hay países con un apoyo real a la ganadería familiar"

A.I.P.
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El presidente del Colegio de Veterinarios de Soria, Rafael Laguens, apuesta por que las administraciones respalden la ganadería extensiva. En cualquier cuestión relativa a los animales echa en falta el "diálogo con sosiego y con respeto"

"Hay países con un apoyo real a la ganadería familiar" - Foto: Eugenio Gutiérrez

Con el nuevo año entraron en vigor las modificaciones de tres normas que afectan a los animales (el Código Civil, la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil). También está sobre la mesa el anteproyecto de la Ley de Protección y Derechos de los  Animales. Todo ello genera una ardua polémica en las redes sociales y en los medios de comunicación, igual que se ha avivado el debate sobre las llamadas 'macrogranjas' en las últimas semanas. Rafael Laguens García es presidente del Colegio de Veterinarios de Soria desde 1990 y presidente electo [tomará posesión en mes y medio] de la Asociación Veterinaria Mundial desde marzo de 2021, tras haber estado al frente de la Federación de Veterinarios de Europa (FVE). Confiesa que se siente «orgulloso de ser veterinario de pueblo». «Mi vida profesional la he desarrollado en Soria. Hice el máster con los ganaderos de Espeja de San Marcelino», ensalza. Así las cosas, con el conocimiento que aporta el trabajo a pie de campo y el contacto permanente con veterinarios de todo el mundo, Laguens aborda cuestiones discutidas en distintos foros.

¿Qué valoración hace del anteproyecto de Ley de Protección y Derechos de los Animales?

Está en discusión. Ha habido un primer borrador, ahora hay otro... y está ahí. Entendemos que es necesaria una ley básica de carácter nacional, lo más ajustada posible a los conocimientos científicos y a la lógica. Hay que respetar siempre las competencias de cada comunidad autónoma.

¿Qué le parecen los borradores que se manejan?

El primero fue muy controvertido, pero las noticias que tengo del segundo parece que se han corregido algunas cosas, pero todavía hay asuntos que son controvertidos, en los que hay diferencias, incluso, dentro de la propia profesión.

¿Cuáles son los temas más controvertidos del texto planteado?

Uno es el de las intervenciones quirúrgicas y estéticas, no es el único, pero quizás el que más. En la última reunión de los colegios profesionales surgió y hubo una diferencia de opinión. Está claro que hace falta el dictamen de un profesional de la sanidad animal, en toda la ley, pero en este asunto es fundamental.

Con todo lo que se habla de cuestiones relativas a los animales, ¿se cuenta lo suficiente en estas discusiones con la opinión de los veterinarios?

Nunca es suficiente. En la redacción de la ley hay dos funcionarios veterinarios, aunque la reclamación de la organización colegial es que no se cuenta bastante. A mí no me gusta ser victimista, entiendo que la profesión veterinaria se defiende por sí misma con el trabajo individual día a día, no hace falta más.

Los ciudadanos deberán hacer cursos formativos para tener mascotas. ¿Qué le parece?

Un animal requiere mucha responsabilidad y hay mucho desconocimiento. Es un compromiso y se necesita conocimiento de cuidado del propio animal, de sanidad de la familia, de comodidad... ¿De qué forma hacerlo? No sé, pero es importante. Formación tiene que haber para tener un animal en casa. Muchas veces son caprichos, no digamos nada de las especies exóticas. Hoy día, las mascotas en los hogares son muy diversas, ya no es el perro y el gato, por lo que tiene implicaciones de bienestar y sanidad animal. Es muy complejo y las simplificaciones no son buenas. Echo en falta el diálogo con sosiego y con respeto.

Se ha publicado que con la modificación del Código Civil es obligatorio que las mascotas cuenten con DNI. ¿Qué le parece?

Ahí ha habido, como en tantas cosas, falta de información o desinformación. Ya existe en cada comunidad autónoma un sistema de identificación en el cual todos los datos del animal y del dueño se registran en una base de datos. Esos animales tienen un microchip y una tarjeta, que es un documento acreditativo. El anteproyecto de ley que está en discusión sí que habla de un sistema de identificación, pero sería adaptar el que ya existe. En las reuniones de la Administración con los colegios veterinarios han sido en torno a la REIAC (Red Española de identificación de Animales de Compañía), para ver cómo se puede adaptar. En el caso de los perros se calcula que el 50% está sin identificar, de acuerdo con la normativa actual, por l o que es necesario llegar al 100%.

Ha salido una imagen de un DNI animal pero es una interpretación de un creativo, pero en ningún sitio figura así. Una vez más la confusión de la comunicación, que viene de las redes sociales, corre, corre... se convierte en un bulo...

... y se transforma en titulares.

Efectivamente. Los perros tienen un  documento de identificación, que no es nacional, es autonómico, y por dónde van los tiros es interconectar todos los datos a nivel nacional. En este sentido, España, Castilla y León y Soria, en identificación de animales de compañía, lo está haciendo bastante bien, pero hay que intentar llegar a ese 100%. Tenemos una convivencia muy estrecha, estamos viendo enfermedades en los humanos y lo importante que es la trazabilidad. Tenemos que saber lo que tenemos, para tomar medidas.

Otro asunto polémico es la prohibición de la venta de animales de compañía en tiendas y su exposición al público. ¿Cómo lo ve?

A mí me parece positivo para el bienestar de los animales. Ese comercio se puede hacer de otra manera. No estoy en contra de la venta de animales, obviamente, pero que un animal esté en un sitio cerrado mucho tiempo por cuestiones de sanidad animal es aceptable que no permita.

También se plantea que la eutanasia animal se tiene que llevar a cabo con supervisión veterinaria. Se entiende que ya es así...

Sí, ya se hace así así. Lo que se refiere es a que, además de realizar un supervisión técnica, a si la eutanasia está justificada o no. No puedes coger a un animal y, por capricho, eutanasiarlo porque te has cansado de él. Lo demás se da por sentado.

Además se prevé prohibir el sacrificio de animales con conductas peligrosas que puedan ser reconducidas por un educador. ¿Existen recursos humanos y herramientas para ello?

No sé si hay muchos educadores, sé que los hay, pero tampoco sé si todos los animales tienen una solución de reeducación. Son temas muy complejos, realmente. El papel lo aguanta todo, pero a la hora de ponerlo en práctica es cuando vienen las dificultades. No solamente hay animales peligrosos, pueden tener una conducta incómoda y hay que reeducarlos también. Un perro que esté ladrando continuamente en un bloque les está haciendo la vida imposible a los dueños y a los demás, o cualquier otra conducta, hay que reeducarlos, la solución no puede ser la eutanasia. La ley ya lo trata así, porque cada comunidad autónoma tiene una Ley de Bienestar Animal que trata todo esto.

Por otra parte, la propuesta normativa impide utilizar animales en espectáculos públicos o actividades artísticas, turísticas o publicitarias, en las que se mantenga al animal de forma antinatural. Puede entenderse como una doble vara de medir cuando son legales los espectáculos taurinos. ¿Cómo se puede explicar?

Los espectáculos taurinos están contemplados como una excepción a toda esta normativa por cuestiones culturales.

Sí, pero no se mide igual...

Es un asunto polémico, la excepción es cultural y así lo dice la ley.

¿Cree que fiestas como el Toro Jubilo de Medinaceli o La Saca perdurarán mucho tiempo?

La sociedad lo tiene que decir. Como tantos otros temas, la propia sociedad irá evolucionando como sea. Ahora ya no es igual que hace diez, veinte, cien o doscientos años. Será el debate social correspondientes qué va a pasar, cuál es el futuro. Es muy importante, una vez más, hablar de respeto y de diálogo. Ya no es que muchas veces no se respeten las opiniones, es que no se respeta a las personas que opina diferente, en cualquier sentido. A quienes tienen posturas moderadas también se les fuerza a que se posicionen en un lado u otro.

Las declaraciones del ministro de Consumo, Alberto Garzón, y la campaña electoral en Castilla y León han encendido el debate sobre las 'macrogranjas'. ¿Cómo se puede alcanzar el equilibrio entre el bienestar animal y, por consiguiente, la calidad de la producción y del medio ambiente, y la necesidad de alimentar a millones de personas en el mundo?

Ese es el tema. Actualmente, 811 millones de personas pasan hambre en el mundo y en 2050 se calcula que harán falta un 70% más de proteínas de origen animal [datos de la Organización Mundial de Sanidad Animal]. A lo largo de la historia hemos vivido con los recursos que teníamos a mano, con el desarrollo de la agricultura y la ganadería, y su transformación a lo largo del tiempo. En Soria, en 1865 había un millón de ovejas, ahora son unas 170.000. Incluso hay cálculos que sitúa por encima de 1,8 millones de cabezas de ganado lanar. Todo esto ha ido evolucionando y las necesidades de alimentación siguen creciendo. Los censos se han transformado y las maneras de producir, también. Hablando de Soria y su despoblación, las personas buscaron una mejor forma de vivir, porque vivir de un puñado de ovejas en la dureza de Soria fue complicado. Hay que hacer un homenaje a esos ganaderos.

En Soria, el porcino es una ganadería muy tecnificada, con muchas exigencias con la distancia entre granjas y el tamaño, las deyecciones, regulación medioambiental... Estamos en un ámbito europeo con la legislación de las más exigentes en cuanto  seguridad alimentaria y bienestar animal.

Dicho esto, en Europa hay un debate sobre hábitos de consumo, pero existe mucho desconocimiento porque es complejo. La gente se queda con las palabras de un tweet. Y de ahí hacemos una discusión que no nos lleva a ningún lado porque son asuntos muy complejos como es dar de comer a millones de personas. Uno de los objetivos de la Agenda 2030 es hambre cero. Yo no concibo una alimentación que no incluya ahora productos animales.

¿Qué aspectos son más desconocidos por la población?

Hay otra cuestión importante que es la resistencia antimicrobiana, es decir, conservar la capacidad de los antibióticos para que tengan efectividad, porque si no en el futuro tendrá problemas de salud mayores que los de la COVID-19. El sector ganadero está reduciendo todo lo que puede el uso de antibióticos, que es otra de las cosas sobre las que se malinforma, se utilizan cuando hacen falta. En este sentido, el porcino está haciendo una gran labor.

Hay que hacer un homenaje al sector porcino porque está dando muchos puestos de trabajo, está exportando, por lo que España recibe muchas divisas, y su producción es intensiva, pero con unos productos de calidad. No es lo mismo, el jamón serrano que el ibérico, eso lo sabemos. Pero no todo el mundo puede tener un Ferrari. Hay una calidad diferenciada que va asociada a costes de producción. El consumidor cuando va al supermercado elige el producto que quiere y puede. Es verdad que se merece una información transparente, que se da, pero nunca es suficiente. Y el consumidor se merece un debate transparente en los medios y en los órganos de decisión.

La población actual en Soria, en España y en el mundo cada vez está más  urbanizada. Cuando estaba en el medio rural veía los sistemas de producción, desde lo que era una matanza o tener gallinas. Ese sistema ya no es viable para alimentar a toda la población que tenemos, por lo que la población no conoce cómo se producen los alimentos. Esto provoca opiniones que no se sustentan en la realidad. Dar a conocer esto sería un esfuerzo de todos, tanto de la ganadería como de la producción agrícola, porque a veces parece que la soja es lo bueno y la carne es lo malo, pero hay que saber cómo se produce la soja. A los ciudadanos nos falta conocimiento y que no nos hagan trampa, ni de un lado ni de otro.

En Soria está sobre la mesa el proyecto de la vaquería de Noviercas, con más de 23.000 vacas. ¿Qué parte de verdad y qué parte de manipulación considera que hay tanto en los argumentos a favor como en contra?

No hay una definición de macrogranja en ninguna legislación. Y unos y otros hablan de macrogranjas. En el diccionario de la Real Academia Española (RAE), si tu buscas 'macro' es un sufijo que significa 'grande' y esto depende de cada uno. Así que cada uno interpreta lo que quiere. Está claro lo que es ganadería intensiva y lo que es extensiva. En la intensiva siempre hay una parte que cuando el animal se ha criado va a un cebadero.

¿Y respecto al proyecto de Noviercas?

Ese debate ya lo tuvimos hace tiempo. Independientemente del tamaño de la explotación, si se hace bien, la calidad y el bienestar animal se pueden respetar. Hay otras cuestiones que las tiene que determinar el organismo correspondiente. En este tipo de explotaciones hay sistemas de reciclado de los residuos y hay maneras de hacerlo bien.

En el Colegio de Veterinarios ya lo dijimos en su día: el tamaño se puede hacer bien o mal técnicamente. Pero las consideraciones socioeconómicas y demográficas se escapan al conocimiento específico de la profesión.

Es decir, ¿no depende tanto de que sean 2.300 o 23.000, sino de cómo se hace?

Sí, de cómo se haga. Y luego, si se quiere hacer una planificación del territorio y cómo se quiere hacer. En Soria se habla mucho de cómo se puede ocupar el territorio. Creo que merece la pena un estudio serio y profundo. No digo ni sí, ni no. Hay que estudiarlo bien, porque es complejo, porque en la agricultura y en la ganadería hay que tener muy en cuenta el factor socioeconómico y el ejemplo lo tenemos en Soria.

Desde las instituciones, ¿se apoya lo suficiente a la ganadería extensiva?

Sin hablar de bandos políticos, yo que he tenido la posibilidad de ver lo que se hace en otros países como Alemania, concretamente Baviera, hay países con un apoyo real a la ganadería familiar que no veo ni en España, ni en Castilla y León. No he visto a lo largo de la historia esa apuesta decidida. Utilizamos muchas veces a Alemania como ejemplo, como queremos, para unas cosas sí y para otras, no.

Hace unos meses se prohibió la caza del lobo. ¿Qué opina sobre ello?

No lo hemos tratado en el Colegio de Veterinarios de Soria. El lobo requiere una gestión adecuada. Hay que defender la especie y a la ganadería, es una ecuación complicada. En mi ejercicio profesional he tenido la oportunidad de ver un ataque de lobos al ganado y fue muy triste, hace muchos años. Es como tantas cosas, hay que convivir y buscar el punto de equilibrio adecuado.

La caza es una actividad relevante para los municipios rurales. Sin embargo, su práctica va en detrimento, fundamentalmente, por la falta de relevo generacional. ¿Puede suponer, a corto y medio plazo, un problema poblacional en el caso de determinadas especies?

Por supuesto. Tenemos un planeta muy delicado, su fauna, su flora, etcétera... Su gestión es muy importante y hay muchas maneras de hacerlo, y una gestión adecuada de la caza permite que la fauna esté mejor. Pero hay que buscar ese equilibrio.

¿Cómo ha evolucionado la profesión veterinaria en función de esos cambios sociológicos?

Al principio de los tiempos, el veterinario se dedicaba principalmente a cuidar a los équidos, porque era el motor de trabajo, antes de la Revolución Industrial. Lo que movía al mundo, tanto para hacer la guerra como para el trabajo, eran los caballos. Posteriormente, una serie de panzootias, como la peste bovina, arrasaron el mundo y dejaron a los países diezmados de animales. En ese momento, se creó la profesión veterinaria como la conocemos actualmente, derivada de la medicina, usando más el conocimiento científico y no empírico. Se trataba a los animales de abasto y, después, lo que aumentó de una forma exponencial en todos los países del mundo, tras la última Guerra Mundial, fueron los animales de compañía. De hecho, en alguna encuesta que se ha hecho, los ciudadanos hoy consideran a las mascotas como una parte muy querida de las familias.

Lo de humanizar a los animales...

Sí y con peligro para el propio animal. No puedes alimentarlo o vestirlo como haces tú mismo. Volvemos al tema de esa formación, que quizás haya que empezarla desde la escuela, porque es un elemento de nuestra sociedad muy importante.

Se ha visto que en la pandemia, no por la anécdota de sacar a las mascotas a pasear, se ha convivido con los animales y han ayudado a pasarlo. Hay que diferenciar lo que es el amor a los animales a no amar a las personas, o no preocuparse por el resto del mundo... Me decían que en Madrid ya hay dos millones de perros... Esto se repite en cualquier país del mundo cuando evoluciona la sociedad.

¿Y qué momento vive la profesión?

La profesión tiene que atender esas tendencias. Actualmente, el sector que ocupa a más veterinarios es el de los pequeños animales.  Antes apenas había clínicas veterinarias. Soria tiene varias y de buena calidad. El desarrollo que ha habido en la medicina veterinaria de pequeños animales es increíble, la única limitación es la económico. Ahora hay dificultades para encontrar veterinarios que quieran trabajar en el medio rural, para las ganaderías. También a nivel mundial.

No obstante, en Soria el grupo mayoritario de los veterinarios que trabajan en la provincia (aproximadamente el 63%) lo hace para la administración, en las Consejerías de Sanidad y de Agricultura, sobre todo, donde realizan sobre todo funciones inspectoras relacionadas con la producción y seguridad alimentaria, la sanidad  y el bienestar animal.

Desde marzo de 2021 es presidente de la Asociación Veterinaria Mundial. ¿Qué supone este cargo?

Soy presidente electo, tomaré posesión en un mes y medio. Es una responsabilidad y un honor muy grandes poder trabajar para la Federación de Veterinarios Europeos como para la Asociación Veterinaria Mundial, es un gran reto. Nosotros tenemos la visión de Soria, pero está en España y está en el planeta, y cualquiera que mire un poco alrededor hay que ver la interconexión que todos tenemos, desde luego sanitariamente, también desde el punto de vista de la producción de alimentos, países como el nuestro son afortunados porque tenemos de todo y en abundancia, pero otros, no. Si pudiéramos repartir un poquito...

Tener una visión global nos viene bien en cualquiera de nuestras actividades, también en la profesional. Hay que trabajar con el resto de compañeros del mundo para poner nuestro granito de arena para esos retos como son terminar con el hambre, avanzar en el bienestar y sanidad animal... porque el 60% de las enfermedades infecciosas tienen una causa de origen animal.