Las residencias universitarias como la Duques de Soria acogen ya desde este fin de semana a decenas de estudiantes que esta semana comienzan el curso en el Campus Universitario de la capital. Para ello, en las instalaciones de este centro de la ciudad se han vuelto a poner en marcha las mismas medidas sanitarias que el año pasado: las plazas se han reducido de 80 a 43, el comedor ha limitado su aforo a la mitad y las pocas instalaciones comunes que se pueden utilizar, como la sala de lavandería o el gimnasio, deben ser empleadas solo por una persona, con cita previa, y son desinfectadas después de cada uso. Además, los residentes son obligados a firmar un documento en el que se comprometen a respetar todas estas medidas de prevención y deben contar obligatoriamente con un termómetro en su habitación. "Lo que intentamos con todo ello es concienciar, más que educar, para que todos sean responsables porque esta al final es su casa, aunque sabemos que una vez salgan de aquí pueden hacer lo que quieran", reconoce el director de la Residencia Universitaria Duques de Soria, Fernando Díaz, que recuerda que el curso pasado en el centro sufrieron un brote con seis positivos que obligó al confinamiento total de todo el centro. Si bien, también ha apuntado que espera que estas medidas se flexibilicen "a medida que la situación y la pandemia evolucionen de forma favorable".