Urgencias Soria retoma ya cifras de prepandemia

Nuria Zaragoza
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El goteo de casos no cesa en la provincia de Soria pero se estabilizan los ingresos. El jefe de Urgencias aprecia un incremento de casos no COVID en las últimas semanas. Atienden ya a entre 70 y 80 pacientes diarios

Urgencias Soria retoma ya cifras de prepandemia

El avance de la vacunación y las medidas restrictivas y preventivas parecen estar ‘conteniendo’ al virus y, si bien es cierto que se diagnostican todavía más de una decena de casos nuevos todos los días, lo cierto es también que el número de personas que presentan sintomatología y enferman ha descendido, lo que ha hecho disminuir la presión asistencial por la COVID-19, a excepción de la UCI, que sigue al límite y esta semana ha tenido que ser extendida de nuevo hasta las 21 plazas (ocupando otros cuatro puestos de REA). El riesgo sigue siendo «muy alto» y la situación muy desigual por zonas, con especial incidencia en la capital, Almazán y El Burgo. 

Desde el servicio de Urgencias del Santa Bárbara conocen bien el ritmo de la curva epidemiológica. Ellos son la puerta de entrada a la atención hospitalaria, los que reciben en primera instancia los cuadros más graves. Tras trece meses sin tregua, la situación se empieza a «estabilizar» en el servicio  y se aprecia ya un cambio de tendencia. «El número de casos lo seguimos teniendo alto (esto es porque se diagnostican) en esta cuarta ola -que aquí en Soria ha solapado con la tercera- pero, en cuanto al número de enfermos que están contagiados, los ingresos han descendido un poco y podemos hablar de estabilidad. Hablo de Urgencias y de hospitalización en planta, porque los cuidados intensivos siguen llenos», explica el jefe de Urgencias, Enrique del Hoyo.

No se ha recibido el pico que se esperaba tras la Semana Santa y esa «estabilidad» ha provocado que poco a poco se vaya retomando la normalidad de la prepandemia. «En esta cuarta ola no hemos tenido tanto paciente COVID y estamos viendo un aumento del número de pacientes no COVID que vienen por otro tipo de patologías, pacientes que durante las olas anteriores no hemos estado viendo. Creo que la gente está perdiendo el miedo a venir a los servicios de Urgencias y ya están viniendo en la situación que venían antes de la pandemia», apunta Del Hoyo, quien asegura que en estos momentos están asistiendo ya «casi al mismo número de pacientes en cuanto a patología no COVID» que en 2019. Ahora la media ronda «los 70-80 pacientes diarios, de los cuales el COVID no llega a una cuarta parte», especifica. 

Esto, obviamente, tiene su reflejo en los ingresos hospitalarios. «Podemos estar en una media de dos-cuatro COVID por día en las últimas semanas, lo que supone que ha bajado bastante respecto a los meses anteriores», añade. 

Hay un evidente cambio de tendencia pero, también, un viraje del perfil del paciente COVID.

«jóvenes sanos». Los pacientes mayores que en la primera ola llenaban las camas de Urgencia ahora apenas llegan pero, en su contra, han aumentado de forma considerable los casos de «pacientes jóvenes sanos que, en muchas ocasiones, no tienen antecedentes de ningún tipo pero no evolucionan bien».  

En cuanto a la ausencia de «pacientes ancianos», Del Hoyo tiene claro el motivo:«Están prácticamente todos los mayores de 80 años ya vacunados, las personas de las residencias están muy controladas... por lo que estamos viendo ya pocos casos de COVID en ancianos que, además,  cuando vienen es por complicaciones por infecciones respiratorias o de otro tipo, pero como en cualquier otra situación no COVID». 

También se ha detectado en este tiempo «algún caso a nivel de niños», si bien insiste Del Hoyo, «son escasos y generalmente sin complicación».

por qué mas jóvenes. El resultado evidente de este cambio de perfil es una rebaja en la edad media de los pacientes que llegan a Urgencias. «Estamos viendo personas entre 40-50-60 años que estamos ingresando y que incluso van a cuidados intensivos, de modo que estamos hablando de una diferencia de 20-30 años respecto de las dos primeras olas, cuando la edad de los pacientes que veíamos era de 70-80 años, incluso más». 

Es todavía pronto y es un virus todavía demasiado desconocido para saber a qué responde esta situación, si bien el responsable de Urgencias apunta a algunos aspectos. En primer lugar, «las vacunas están haciendo su efecto», afirma con rotundidad. En Soria la población mayor de 70 años ya está vacunada y eso ha resultado determinante para reducir el contagio y la mortalidad en esa franja de edad. También ha podido afectar, añade, el «cambio en la cepa», ya que a partir de la tercera ola la cepa «dominante» en Soria -y en Castilla y León- ha sido la británica. «Es una cepa muy contagiosa que inicialmente igual entendimos que no podía producir tanta sintomatología o crear tanta morbilidad [cantidad de personas que enferman], pero hemos visto que, a mayor número de contagios, mayor porcentaje de personas que pueden contraer la enfermedad y evolucionar mal», explica. Apunta también entre las causas a «las medidas de aislamiento» adoptadas por la población,  clave para frenar la transmisión.

«Probablemente esto requiere un estudio para saber si estas cepas han desarrollado algún tipo de enfermedad por un mecanismo especial o es un proceso puramente estadístico de que, a mayor personas infectadas, más desarrollan la enfermedad y, de ellas, algunas irán mal; pero lo que hemos constatado es que ahora vemos pacientes recién diagnosticados que han evolucionado mal en poco tiempo y que son jóvenes, y eso nos ha llamado la atención», asume. «Ahí nos hemos perdido un poco», admite. «Podemos pensar que puede ser de tipo inmunológico pero esto, a posterior, habrá que estudiarlo», insiste el responsable de Urgencias, reiterando la necesidad de analizar la situación con perspectiva. 

Esta situación, avisa, obliga a «prestar más atención al tema de la prevención, sobre todo con los jóvenes», que son los que ahora enferman.

PACIENTES NO COVID. El resultado de este nuevo escenario es un regreso progresivo a la normalidad preCOVID. «Han empezado a llegar a la Urgencia , como tenían que llegar, diferentes tipos de patologías que veíamos previamente y que durante la pandemia se pararon», anuncia el jefe del servicio, quien concreta que «en el plazo de un mes o mes y medio ha aumentado el número de consultas no COVID, que durante la pandemia no hemos estado viendo. En 2019 teníamos entre 70 y 85 urgencias al día. Ahora estamos ya equiparando y estamos en 70-80 urgencias al día, y la mayoría son no COVID. Casi estamos llegando a la normalidad de la prepandemia», destaca. 

Los motivos pueden ser también diversos pero Del Hoyo asume «una queja general» que están recogiendo:«En este tiempo se han pospuesto un poco las atenciones en las consultas de Atención Primaria que no eran urgentes, y eso ha originado que muchos pacientes acudan a las Urgencias». Por eso, insiste, «es importante acudir cuando se necesita para que no se demoren patologías de tipo tumoral, enfermedades cardiovasculares, vasculares… diagnósticos que hay que realizar para que estas personas no acudan tarde a un sistema de salud donde se les pueda diagnosticar y tratar sus enfermedades». Eso sí, repara, Urgencias no es un servicio para patologías banales.