«La pandemia ha puesto lo público en el lugar que merece»

David Alonso
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Máximo responsable regional de CSIF desde septiembre, pero con doce años de experiencia al frente del sindicato en Palencia, Benjamín Castro exige a la Junta que se siente a negociar y no tire de 'decretazos' para solucionar los problemas públicos

Benjamín Castro, presidente de CSIF Castilla y León - Foto: Jonathan Tajes

Llegó a la presidencia de CSIF hace cinco meses,  en plena batalla sindical con la Junta y en medio de una pandemia ¿Cómo han sido estos primeros compases de su mandato?

Más que bruscos, hay un contexto de mucha incertidumbre y esto contagia todo. Y si sumas la covid-19 pues evidentemente es todo aun más complejo. No soy nuevo en las batallas con las administraciones porque vengo de doce años de presidente en Palencia y estas ya metido en todo. No obstante, es verdad que este Gobierno regional ha tenido sus políticas condicionadas por la covid-19, y realmente poder gobernar como a cualquier administrador le gustaría tampoco ha tenido mucha oportunidad. Y lo tenemos en cuenta. Ahora bien, lo que entendemos es que a la vez se pueden ir haciendo cosas y tienen toda la negociación con la función pública está bastante parada.

Habla de políticas marcadas por la covid, pero la negociación fracasada de las 35 horas se llevó a cabo antes de la pandemia ¿En que estado se encuentra esta reclamación?

La reivindicación sigue en nuestra hoja de ruta y no dejará de estar. Porque hay una premisa que es fundamental: CSIF firma los acuerdos con los gobiernos, no con los partidos. Nosotros firmamos con el gobierno saliente de Juan Vicente Herrera la aplicación de las 35 horas, y el programa electoral de PP y Cs lo contemplaba igualmente, entonces nosotros cuando entra el nuevo gobierno exigimos su aplicación. Aunque es verdad que ahora mismo la situación es la que es y entendemos que hay otras necesidades que son más perentorias como la estabilización del empleo, tasa de temporalidad y la carrera profesional.

La función pública lleva encadenadas varias crisis y ahora se le ha sumado la pandemia ¿Cómo se encuentran los funcionarios autonómicos ahora mismo?

Los empleados públicos están sumidos en la incertidumbre. Por una parte, están muy cansados y por otra están desilusionados, porque se encuentran con el famoso decretazo sanitario y les desanima aún más. Y más a unos facultativos que dieron lo mejor de si mismo hasta el punto de que se dejaron la vida. Y esos mismos pasan la primera ola, y llega septiembre con la segunda ola y se encuentran con las mismas condiciones laborales. Acaba la segunda ola, y de pronto, a los que han dado lo mejor de si mismos, se encuentran con un decreto que parece que lo han tenido que sacar porque sino los sanitarios no quieren trabajar. Y esto les hunde.

Porque no hay que olvidar el contexto de como se produció el decretazo, porque llevábamos diez días negociando quites todos los sindicatos sanitarios, y eso un sindicalista nunca lo permite. Y de golpe nos encontramos un sábado por la mañana con un decreto que nadie esperaba. Esto a los sanitarios les ha machado física y anímicamente.

Se han negado a sentarse para negociar las plantillas de Educación y han visto el ‘decretazo’ sanitario’ ¿cómo es su relación con la Junta?

Desde nuestro punto es educada, porque creo que hay más ruido de lo que realmente es, pero hay que pasar de las musas al teatro. Tienen buenas palabras pero hay que tomárselo enserio, poner en marcha medidas y dar a los ciudadanos certidumbre. Porque no es para tomárselo a broma, ya que lo que nosotros pactemos en una mesa de negociación es el tipo y la calidad del servicio público que van a recibir los ciudadanos, y eso redunda en una mejor sanidad, educación, servicios sociales. Y tienen que actuar.

¿Se volverían a sentar con la Consejería de Sanidad para negociar el decreto sobre las condiciones laborales de los sanitarios?

Negociar no es potestativo, es nuestro trabajo y responsabilidad. Desde CSIF seguimos negociando y no nos levantamos de ninguna mesa. Ahora bien, no vamos a dejar a los pies de los caballos a los miles de sanitarios de Castilla y León. En la vía de derecho llevamos un recurso contra el decretazo al Tribunal Supremo, y este miércoles procedimos a la interposición de la demanda. Esto no quita que ahora que parece que la tercera ola está bajando la intensidad, podamos aprovechar para negociar y encauzar esto. Yo, encantado de retirar esa demanda. Pero si que es cierto que hay mucho ruido alrededor. Me acuerdo que había muchos actores que se iban a levantar si la consejera no quitaba el decreto… y a las mesas sectoriales seguimos yendo todos. Ahora bien, solo CSIF ha llevado el decretazo ante la justicia. Y nosotros queremos hablar y negociar. Estamos a tiempo, que no quepa duda.

Precisamente la Sanidad pública se encuentra en una situación delicada ¿Se le han terminado de ver las costuras al sistema con la covid?

Evidentemente. Porque en los momentos críticos se ven claramente las carencias. Si tu te encuentras con un servicio que tienes dos camas UCI por cada 1.000 habitantes, y en Alemania tienen 8 por cada 1.000, en ese momento se perciben las carencias. Si a eso le sumas que las plantillas están en cuadro te encuentras que no tienes la asistencia cubierta. Y ves situaciones rocambolescas como que el hospital de Béjar se queda sin médicos porque les tienen que desplazar todos a Salamanca, y se queda solo con TCAES y celadores que no pueden prestar el servicio médico. ¿Porque no se han sacado ofertas de empleo público ambiciosas? Y hemos llegado a estar crisis con una pérdida del 10-15 por ciento de las plazas estáticas de plantilla que están en vacío y llegando a tener que cerrar centros. 

¿Este problema de las plantillas ‘en cuadro’ es solo sanitario?

Evidentemente no. Y estamos viendo un problema muy gordo de conflictividad en los centros públicos. Hasta tal punto que hemos tenido que solicitar seguridad en el Ecyl o el Sepe porque el ciudadano está cabreado. Y el que da la cara es el que te dice que el ERTE no te lo han tramitado, y el ciudadano, que no tiene leche en la nevera, te agarra de la chaqueta. Y no hablemos de la conflictividad sanitaria, que estamos pasando de violencia hacia los médicos a que ahora, con la teleasistencia, vemos llamadas intempestivas, amenazas, se donde vives… y la violencia física pasa a las enfermeras que son las que siguen en los centros médicos. Negociemos y dejémonos de decretos. 

¿Qué va a pasar con todos los sanitarios incorporados al sistema para hacer frente a la pandemia cuando esta termine?

Igualdad, mérito, capacidad previa publicidad. Todos los empleados públicos tienen que pasar por un proceso selectivo. Hay fórmulas que tengan un encaje legal, porque no hay que engañar a la gente. Existen fórmulas como la que firmamos en 2017 con Mariano Rajoy, que se pactaron procesos de estabilización con el famoso 60/40. El 60% de la evaluación va en base al examen y el otro 40 por el tiempo trabajado. Lo más imperativo es ofertas de empleo público y no perder las que ya hay. La pandemia nos ha mostrado que hacen falta y ha puesto lo público en el lugar que merece, y ha evidenciado lo importante de mantenerlo. 

¿Y cómo se cuida el sistema público?

Lo primero es salario. Si quieres atraer y retener talento hay que pagarlo. Segundo, planes incentivos. Menos aplausos y más poner en marcha una carrera profesional, que eso lo que hace es premiar la actitud de los funcionarios. Vamos a hacer una política adecuada de recursos humanos y que si un señor se va a zonas periféricas, que así asentamos poblacion, le das un incentivo en la parte variable del salario. Porque lo de ahora se llama mala política de recursos humanos y no es de la pandemia, esto viene de atrás. 
Otro de sus caballos de batalla, que no se aleja mucho del tema sanitario, es el desarrollo de la carrera profesional. Se reunieron con el consejero de la Presidencia y salieron bastante esperanzados…

Te digo la esperanza en que la baso. La primera reunión en septiembre me dijeron que para empezar a hablar de la carrera profesional, como pronto, en 2022. Entonces el otro día, cuando me reúno con Ángel Ibáñez, me encuentro con que lo han pensado y valorado y que tienen voluntad de iniciar esa negociación. Ahora lo que hay que hacer es sentarse, y estoy esperando una citación para poder encauzarlo, porque tenemos un proyecto de carrera sensato, equilibrado, cabal, y eso encontraran en nosotros.

¿Cómo es su proyecto de carrera profesional?

Hay dos pilares fundamentales. Una  es capital, no puedes basar la carrera profesional solo en la antigüedad, y eso que para nosotros sería lo fácil. Pero no. Yo soy serio, lo que decimos es que se tiene basar también en la formación y en el desempeño. Cuanto más capacitado y formado está el empleado público mejor desarrolla su trabajo, y eso se tiene que ver recompensado. Y esto se ejecuta por grados, se empieza por uno basado en la antigüedad, el destino y el puesto; después el siguiente va acompañado de exigencia formativa y capacitación; y el tercero ya puede hablar de investigación, participación en jornadas...

Durante ese encuentro también trataron la temporalidad pública, y exigieron la convocatoria de más oposiciones ¿Están conformes con la OPE de 2021?

Va en el camino. Nos parece razonable. Ahora hay que ser más ambiciosos, no olvidarse de las ofertas anteriores antes de que caduquen. Agilicemos los procesos, porque me puedes poner 40.000 que 400, si no las ejecutas. Castilla y León supera, de media, el 30% de temporalidad. Y eso es una barbaridad que no puede ser. Lo que marca la norma es el 8%, y vamos a intentar bajarlo. Porque esto no supone más coste para las arcas públicas, porque esa temporalidad ya la estás pagando. Cuando se habla de que el empleo público es gravoso es mentira, es una inversión porque hablamos de los servicios que damos a nuestros ciudadanos. Los países nórdicos, que muchos lo venden como el ideal, superan con creces el 30% del gasto. 

Ustedes, junto al resto de sindicatos de la sectorial, rechazaron negociar con la Junta las plantillas educativas del próximo curso ¿Qué rompió la baraja?

Fue algo más sencillo de lo que parece. Estábamos pidiendo toda la información sobre plantillas, como se hace cada año, y nunca llegó. Cuando llegó el momento eran ‘lentejas’, esto es lo que hay. Nosotros, por responsabilidad, firmamos el plan covid a principios de curso porque el verano se perdió de forma rematadamente mala. Quiero decir, que en plantillas habríamos estado encantados de hacer lo mismo, porque son momentos que es muy importante llegar a pactos.

La implantación definitiva del teletrabajo ha sido otra de sus peticiones al Gobierno regional ¿Está preparada la función pública para un teletrabajo masivo y continuado?

Lo primero es que los plazos están tasados. En septiembre, el Gobierno de España ya contemplaba la necesidad de desarrollar el teletrabajo, y a las CCAA l?es ha dado seis meses para adaptar las normativas. Ahora nos falta sentarnos y sacar ese decreto. Aquí hay categorías más fáciles, y aquí es donde hay que negociar, y buscar un sistema para ver que incentivos, quien pone el ordenador, el internet…

¿Y la telemedicina?

No de manera taxativa. Creo que no caben calificativos. Es un tema muy delicado. Habrá ámbitos de la medicina que puedan tener partes del trabajo factibles de realizarse desde casa, pero hace falta una evaluación muy sesuda con expertos de verdad, no asesores. En atención primaria bajo ningún concepto.

Para terminar. ¿En que estado saldrá la función pública de esta crisis?

Creo que va a salir mal, debilitada pero diagnosticada. Quiero decir, con el mapa más claro de lo que hay que hacer, lo cual, siendo optimista, aunque salgamos mal, sabremos por donde hay que tirar para mejorarlo y lo podremos hacer rápido. Vamos a ver claramente las debilidades más gruesas, otra cosa es que uno se ponga la venda. Si queremos todos se solucionan con cierta rapidez.