Está vinculado a Cruz Roja Soria desde los ocho años, cuando participaba en los inolvidables campamentos de verano. Con 16 años, David Martínez Romero ya pasó a ser voluntario de la organización y con la mayoría de edad comenzó a impartir talleres y charlas en centros educativos de la provincia. El pasado 9 de marzo fue nombrado coordinador de Cruz Roja Juventud, por lo que ahora desempañará un papel técnico. «Empecé como participante, luego voluntario,  desempeñé funciones de representación institucional y ahora es una parte  más de gestión, de facilitar la actividad del voluntariado para que pueda desarrollarse [...] Es importante visibilizar lo que se está haciendo», resume.

La pandemia ha cambiado la forma de trabajar en todos los ámbitos, de forma especial en el área social. En esta entrevista, David Martínez repasa cuáles son los proyectos más relevantes y hace un llamamiento para sumar nuevos voluntarios. Cabe recordar que Cruz Roja Juventud es una asociación que desarrolla su compromiso social a través los siguientes ejes: Inclusión social; educación para la salud; feminismo y enfoque de género; educación ambiental y para el desarrollo; participación y desarrollo asociativo; y formación. Ya que estamos en tiempos de vida ‘online’ conviene recordar que en la página web www.cruzrojajuventud.org puede descargarse material educativo en cada una de las seis áreas en las que centra su trabajo la organización. Y, como siempre, hay que insistir en ese llamamiento a las filas del voluntariado, en este caso entre los menores de 30 años.

¿Cuándo comenzó su contacto con Cruz Roja Soria?

- Foto: Eugenio Gutiérrez MartínezMi vinculación empieza con ocho años, en las actividades infantiles y ocio educativo los viernes por la tarde en Cruz Roja Soria. A partir de los 16 años pasé a ser voluntario y ya formas parte de la institución, sobre todo en acciones de sensibilización e información. Luego,desde los 18 años, comencé en centros educativos a impartir talleres y charlas.  

Se habla mucho de la falta de compromiso social de los jóvenes. ¿Cuál es su visión?

El compromiso de la juventud siempre ha estado ahí, aunque a lo largo del tiempo se haya manifestado de diferentes formas. Por el contacto con los chicos que participan de las actividades o como voluntarios, desde bien jóvenes se ve ese interés social. Empiezan a interesarse por el voluntariado desde el Bachillerato, se acercan a Cruz Roja para participar en algún proyecto social. También con cualquier edad. El voluntariado de Cruz Roja Juventud está entre los 16 y 30 años. Hay diferentes perfiles, gente joven que está aún estudiando en el instituto, en ciclos formativos o en la universidad, o jóvenes que han terminado su formación académica y encuentran en la labor voluntaria un espacio de participación y para contribuir a la mejora social. Este año con el COVID se ha puesto de manifiesto.

¿Cuál ha sido el papel que ha desempeñado Cruz Roja Juventud en esta pandemia?

Durante la pandemia la labor ha sido sobre todo educativa, para cubrir las necesidades que la infancia y la juventud tenían en el ámbito educativo, reforzando ese apoyo necesario porque las conexiones no han sido las más idóneas y no se contaba con los recursos necesarios para continuar con las clases. En el confinamiento los niños de familias en riesgo de exclusión y vulnerabilidad social tenían mayores dificultades en el acceso a recursos y a esa conectividad. Nosotros nos hemos centrado en esa labor, desde la adquisición de equipos, tablets y tarjetas SIM de conexión de datos, y el voluntariado y equipo técnico con sesiones de videollamadas para reforzar el seguimiento académico. Esto gracias a donaciones, también, claro.

¿A cuántas familias ha prestado cobertura Cruz Roja Juventud?

No ha sido solo en este proyecto, porque la atención se ha incrementado con el proyecto El Juguete Educativo. Las necesidades han sido varias en este tiempo, a parte del apoyo educativo, hemos intentado cubrir esa parte del ocio en la que los niños necesidades, para menores de cero a 17 años.

En la pandemia se ha evidenciado la brecha digital que existe en las familias...

Esta realidad de la pandemia visibiliza que cuando hablamos del acceso a los recursos digitales no es para todos los niños igual y las familias con las que trabajamos en un porcentaje elevado tiene esa dificultad de conexión con los centros educativos. Desde la Administración también se ha facilitado ese acceso, pero llegar a todos es muy complicado y hemos contribuido en este sentido. Los dos proyectos que comentaba, Promoción del Éxito Escolar y El Juguete Educativo, se desarrollan tanto en la capital como en la provincia.

¿Cuántos equipos repartió Cruz Roja Soria?

Se adquirieron 30 dispositivos, tablets con su conexión a internet.

Estamos inmersos en una crisis social y económica derivada de la pandemia del coronavirus, ¿cuáles son los objetivos prioritarios para Cruz Roja Juventud?

Seguir en la misma línea para cubrir esas necesidades y esas situaciones que debido a la pandemia han quedado más expuestas. Hay que mantener ese apoyo educativo hasta que vuelva a retomarse esa normalidad. No nos podemos olvidar de una parte importante, que desarrolla Cruz Roja Juventud desde hace tiempo, que es la sensibilización. Aunque estemos en pandemia hay que sensibilizar sobre ciertos aspectos de nuestro día a día: prevención de conductas violentas, educación para la salud, igualdad, no discriminación... son cuestiones que no se pueden dejar. Nos hemos tenido que adaptar, pero lo mantenemos.

La sensibilización se realiza en centros de Educación Secundaria, no con talleres presenciales, pero sí a través de videollamadas, conexiones con las aulas con el tutor y con el grupo, para seguir generando una reflexión sobre la importancia de trabajar en estos asuntos. Hay que prevenir actitudes machistas, discriminatorias... o trabajar en temas relacionados con la salud.

¿Cuáles son los programas más relevantes a corto plazo en Cruz Roja Juventud Soria?

Promoción del Éxito Escolar, con ese refuerzo educativo y social; El Juguete Educativo, para cubrir las necesidades de ocio de todos los niños; y las acciones de prevención de conductas violentas (discriminación, racismo, xenofobia, homofobia...), educación para la salud en torno a ese eje transversal que son los hábitos saludables y evitar enfermedades de transmisión sexual. También hay que trabajar en la prevención de la violencia de género y promoción de la igualdad. Estos son los proyectos en los que volcamos nuestros esfuerzos.

Acabamos de celebrar el 8M, Día Internacional de la Mujer, aunque haya sido sin grandes manifestaciones. Por su experiencia con los jóvenes, ¿hay un repunte de actitudes machistas?

El machismo sigue estando presente en nuestro día a día, en la sociedad y todas las personas que formamos parte de la sociedad, desde los más pequeños, recibimos constantemente mensajes que posicionan al hombre por encima de la mujer. En ese proceso de socialización adquirimos esos mensajes. Todos, aún haciendo una reflexión individual, sin querer reproducimos esas actitudes en cualquier etapa de la vida y en la juventud, también. Tenemos que seguir haciendo énfasis en generar esa reflexión sobre esos comportamientos machistas y no caer en la normalización de esa actitud que genere violencia y discriminación. Eso es lo que buscamos, un espacio en el que pararnos a pensar de forma individual y colectiva cuál es nuestro papel y respuesta ante esos comentarios o acciones machistas. Esto es lo que se fomenta en los talleres que se desarrollan en centros de Educación Secundaria.

En esos talleres, ¿os sorprenden comentarios entre los jóvenes que, quizás, son más propios de otras generaciones?

Es lo que decía, la final esas manifestaciones forman parte de nuestra sociedad y está presente, pero no es achacable a un colectivo concreto, sino que está ahí. Muchas veces son también las redes sociales en la que se transmiten ciertos mensajes y el acceso a los mismos está ahí. Lo importante es esa capacidad de pararte a pensar en lo que se produce a tu alrededor y lo que te afecta en desigualdad, discriminación, racismo, xenofobia, homofobia... aunque estemos rodeados, tenemos que tener la fuerza para decir que no, cuestionarnos las afirmaciones que nos llegan, no dar por bueno todo porque sea lo más cómodo. Esa reflexión nos enriquecerá más como personas y como sociedad para poder actuar en consecuencia sobre lo que nos rodea.

¿Necesita Cruz Roja Juventud voluntarios?

El llamamiento hay que hacerlo de forma constante. Al final, la juventud es una etapa de la vida en la que hay cambios constantes, desde la parte formativa y de cara a la inserción en el mundo laboral que, a veces, supone un cambio geográfico, de movilidad, hoy están aquí y al año que viene, no.

El voluntariado de Cruz Roja Juventud se caracteriza por esta dependencia de la movilidad, hay quien puede colaborar una año de forma puntual, al año siguiente no... entonces, ese llamamiento a la participación en los distintos proyectos que se desarrollan tiene que ser continuo. La base de nuestra actividad la lleva a cabo el voluntariado.

¿Qué momento vive el asociacionismo en Soria?

Es cíclico. Desde Cruz Roja Juventud siempre se ha apostado por llevar a cabo esa parte asociativa. El COVID ha sido un elemento limitador de contacto, de relaciones sociales, y la acción voluntaria permite ese trabajo en equipo, en grupos de voluntarios y generar ese contacto y esa parte asociativa, y la situación ahora no la ha permitido tanto, ese intercambio de experiencias de las distintas acciones. La pandemia no ha favorecido, precisamente, que se fortalezca lo que es el asociacionismo. 

Tenemos que insistir en que la gente joven se anime a contribuir con su tiempo, desde el compromiso más reducido al más largo, para cuando volvamos a esa presencialidad, que ahora es parcial, podamos relanzar ese asociacionismo necesario. El hecho de poder intercambiar, coincidir con otros voluntarios, estar presente en las actividades con la infancia y la juventud con la que se trabaja también es importante y supone un aportación a la vida personal del voluntario.