¿Está cambiando mi esclerosis múltiple?

Redacción
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La enfermedad puede evolucionar y, por ello, es importante preparar las visitas al especialista y acudir a consulta siempre que se noten cambios en los síntomas

En un año en el que el coronavirus ha marcado la situación sanitaria del país, es importanre recordar que otras patologías ya existentes anteriormente, como es el caso de la esclerosis múltiple (EM), también requieren una atención continuada. Esta enfermedad puede evolucionar desde una forma remitente recurrente (EMRR) a una forma secundaria progresiva (EMSP), pero el proceso no es inmediato. Se debe tener en cuenta que el cambio es gradual y que ambas formas se pueden solapar durante un tiempo. En este sentido es importante conocer que en esta transición la intensidad y frecuencia de los brotes disminuye o desaparece mientras que el nivel de discapacidad aumenta con el tiempo. Observar con atención la progresión de la enfermedad y hacer un seguimiento de los síntomas es clave. Con el objetivo de ayudar a  los pacientes a identificar algunos de los cambios que puedan producirse, Novartis ha creado la campaña de concienciacion 'Adelántate a la progresión'. Mantener la comunicación con el neurólogo para consultar dudas o cambios en los síntomas es fundamental.


¿Qué síntomas muestran un empeoramiento de la EM? 

Se pueden notar algunos indicios de que la enfermedad está avanzando en los aspectos físicos, como por ejemplo, una mayor dificultad para moverse o mantener el equilibrio, tardar más tiempo en llegar a los sitios, problemas urinarios y/o fecales y fatigabilidad, que es la incapacidad para mantenerse haciendo una actividad

Con respecto a los cambios cognitivos, se puede notar pérdida del rendimiento laboral o mayor dificultad para articular el lenguaje, problemas de memoria y dificultad para pensar rápido y de forma clara.

 

¿Por qué se produce la EM?

Aunque esta enfermedad es más común de lo que se cree, la comunidad científica aún no sabe con seguridad por qué se produce; sí se conoce que es una enfermedad autoinmune. En la EM, el cuerpo ataca a la mielina, que forma la capa que recubre a las neuronas del cerebro. El ataque a la mielina ocurre como parte de un proceso de inflamación en una parte del sistema nervioso, lo que da lugar a la aparición repentina de síntomas en lo que se denomina un brote. Estas señales pueden durar desde varios días a semanas.
A medida que la mielina alrededor de las neuronas se reduce el tejido nervioso deja de funcionar correctamente.  Una vez que esto sucede, los síntomas pueden seguir empeorando de manera continuada, independientemente de que haya o no brotes. A medida que la EM progresa, el daño se acumula y se produce un aumento de la discapacidad pudiendo afectar a diferentes funciones físicas o cognitivas.


El neurólogo y el resto de componentes del equipo sanitario siempre seguirán siendo la mejor fuente de información y hay que asegurarse de preguntar su opinión y consultar todas las dudas con ellos antes de tomar cualquier decisión. Igualmente, las personas interesadas pueden estar informadas sobre todos los asuntos de actualidad de la enfermedad a través de la entidad sin ánimo de lucro Esclerosis Múltiples España (EME) y de la Asociación Española de Esclerosis Múltiple