Todo marcha sobre ruedas en el Numancia. Además de los tres triunfos consecutivos y romper la racha de falta de victorias fuera de casa, otro dato positivo es que la enfermería se queda prácticamente vacía. Derik, Mateu y Héctor Hernández ya están disponibles para jugar contra el Rayo Vallecano. Solo quedan en el dique seco Admonio y Oyarzun. Hoy el equipo ha vuelto al trabajo en el anexo con la vista puesta en el sábado. Va a estar más caro que nunca entrar en la convocatoria, y no digamos en el once inicial que se mida a los de Paco Jémez. La actuación en el último partido de jugadores como Kako y Noguera, algunos de los menos habituales en el inicio, demuestra que en este Numancia la gran mayoría están capacitados para ser titulares. Ganar al Rayo y sumar el cuarto triunfo consecutivo que asiente al equipo en la promoción es el gran objetivo. Aún así, ni jugadores ni cuerpo técnico quieren caer en la euforia. La segunda División, igual que cuando las cosas iban mal, sigue siendo la misma categoría igualada y larga que a todo el mundo acaba por pasarle factura.