Las casas que buscan los sorianos para comprar...y reformar

Ana Pilar Latorre
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La vivienda 'tipo' es un piso de segunda mano, de unos 80 metros cuadrados, tres habitaciones y, preferiblemente, en el centro

Las casas que buscan los sorianos para comprar...y reformar - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.

Comprar una vivienda es, para muchos sorianos, la inversión más importante de sus vidas. Es una operación que se mira con lupa y se estudia en profundidad (gastos, materiales, ubicación, amplitud, luminosidad, posibles reformas...), pero que también depende de que los cabeza de familia tengan un empleo estable o que, en muchos casos, los padres puedan ayudar a sus hijos a comprar una vivienda. No hay que olvidar los factores externos, como la situación del mercado, la fluidez de crédito por parte de los bancos y la estabilidad económica del país.

Hay muchas parejas que optan por viviendas de nueva construcción, pero las familias que han vivido durante muchos años de alquiler o personas ya jubiladas, se inclinan por los pisos de segunda mano. Aunque en las inmobiliarias consultadas confirman que el perfil del comprador de vivienda en Soria es muy variado, sí que coinciden sobre la vivienda ‘tipo’ que se busca. El presupuesto es lo principal para los compradores y se fija en no más de 100.000 euros por un piso de segunda mano de unos 80 metros cuadrados, con trastero y garaje incluidos, de tres habitaciones, si se puede con dos baños, calefacción individual y en la zona centro. Evidentemente, los sorianos han reducido las pretensiones que tenían hace 15 años para comprar una vivienda y se quiere mucho por poco dinero, coinciden en señalar los agentes inmobiliarios. 

Además, en los pisos que se compran de segunda mano y que en muchos de los casos se ponen a la venta tras recibirse como herencia, la reforma es más que necesaria, al menos de cocina y baños, añaden los expertos. Pero muchos de los propietarios no están por la labor de vender un piso reformado, prefieren venderlo por menos cuanto antes a tener que invertir en él y acuerdan la venta cuando tienen una oferta a un precio razonable, sin esperar que haya más. En pisos más caros, si no se consigue venderlos, los dejan en alquiler.

Nacho García, de la inmobiliaria Piso Ideal, explica que la mayor dificultad ahora para las familias que quieren cambiar el alquiler por la compra de un piso es poder disponer de 30.000 euros para la entrada.En un piso de 100.000 euros, el problema es conseguir financiación de un 20% al principio y el 10% de gastos, pero quedaría una hipoteca de 80.000 euros a 30 años, unos 300 euros al mes. Sin embargo, los propietarios hacen frente a más gastos que los inquilinos, como comunidad e IBI. 

En su opinión, ahora a las parejas de 35-40 años con hijos compradoras se suman pensionistas e inversionistas de más de 50 años, que pagan al contado. Sobre las reformas, es un problema si se tiene justo para dar la entrada, ya que el banco no financia esa actuación. Se buscan ya pisos reformados, y eso en el mercado es difícil. «Los propietarios todavía no tienen esa visión de hacer reforma antes», apunta.

En cuanto a la recuperación del sector, cree que las estadísticas más fiables son las que recogen la compraventa real, no el cambio de titularidad, por lo que prefiere esperar para hacer una valoración real hasta que se refleje vivienda nueva. Sí que reconoce que ha habido un aumento, pero partiendo de una base muy baja y en cuanto al tipo de pisos al que nos hemos referido anteriormente y a pisos nuevos. Soria tiene distintas condiciones que España yCastilla y León y hay precios estables desde 2014, en cuanto a Soria capital. Si en 2020 aumentan las ventas en vivienda nueva, aumentará la media.

Los agentes  inmobiliarios de C&I Duero, que también trabajan con viviendas de segunda mano, explican que para el comprador «el presupuesto es lo fundamental a la hora de buscar, quieren un piso grande pero barato, lo que no existe». Sobre la zona, no buscan una determinada, sino que esté en el centro o cerca del colegio de los hijos, descartando los que están más lejos, como en San Pedro o Los Royales. Los pisos de segunda mano se venden sin reformar, señalan, algo que abarata el precio para poder hacerlo a medio o largo plazo, a su gusto, tras ahorrar algo de dinero (de 18.000 a 20.000 euros para cocina, baños, suelo, ventanas y puertas). 

Sobre el mercado, reconocen que «está bajo, con poco movimiento» y que es más la gente joven la que se anima a comprar, tanto parejas que empiezan a vivir juntas como famillias que viven de alquiler y se plantean, destinando el mismo dinero cada mes, comprar y piso y firmar una hipoteca. Además, destacan las operaciones de extranjeros (Sudamérica yEuropa del Este), muchas familias numerosas. Lo prefieren a alquilar.