Soria en el Museo del Prado

Sonia Almoguera
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la provincia está representada en el Museo del Prado

Soria en el Museo del Prado

'Las Meninas, 'Las tres gracias 'de Rubens, 'El quitasol' de Goya, 'El caballero de la mano en el pecho' de El Greco, la condesa de Vilches de Madrazo y otras grandes obras de la pintura se 'alojarán' en la capital soriana, en reproducciones a tamaño real, a partir de este viernes 8 de octubre gracias a una exposición itinerante con la que la gran pinacoteca nacional sale al encuentro de los sorianos cambiando el madrileño paseo del Prado por el del parque de La Dehesa. Con más de 3,2 millones de visitantes antes de la pandemia, el Museo Nacional del Prado inició con motivo de la conmemoración del bicentenario de su creación una serie de actividades con las que también buscaba acercar sus fondos a los ciudadanos y dar a conocer, de manera más cercana, sus incalculables tesoros artísticos (7.600 pinturas, 8.200 dibujos y 1.000 esculturas entre otras obras). Sólo el 7,7% de ellos (unas 1.300 piezas) se exponen en las estancias y galerías del edificio que diseñó a finales del siglo XVIII el arquitecto Juan de Villanueva y que amplió Rafael Moneo en 2002. 

Pero en este gran centro museístico lo que no se ve es tan importante y especial como lo que se muestra al público y entre esos fondos custodiados en sus míticos sótanos hay un 'pedacito' de Soria. Piezas que tienen a la provincia o su historia como protagonistas directos o indirectos. Contando los seis fragmentos de las pinturas de la ermita de San Baudelio en Casillas de Berlanga que en el año 1957 fueron restituidos en forma de depósito temporal indefinido por el Metropolitan Art de Nueva York (fueron sacados del país en 1926) y que pueden verse en la sala 0516 de la pinacoteca madrileña, son otras diez las piezas que están vinculadas con Soria. 

Algunas como el conocido óleo que Alejo Vera pintó en el año 1881 con la caída de Numancia como tema se encuentra en depósito en la Diputación Provincial de Soria y es posible contemplar el trágico destino de sus 14 personajes numantinos desde la escalinata central del palacio de la institución soriana. Otros, en cambio, sólo han mostrado su belleza en contadas ocasiones, como 'Último día de Numancia', otro óleo de grandes dimensiones del artista Ramón Martí Alsina (1826-1894) que también relata la caída de la ciudad celtíbera soriana a manos de la todopoderosa Roma. Lo pintó en 1858 y sólo ha podido verse expuesto en el año 1992 en la muestra 'La pintura de historia del siglo XIX en España'. 

El famoso cuadro de 'El baile' que Valeriano Bécquer realizó en el año 1866 ambientado en Villaciervos con motivo del encargo que la reina Isabel II le hizo para documentar las diferentes vestimentas tradicionales de España, también ha podido contemplarse hasta ahora en tres ocasiones. Una de las más importantes, en la exposición que inauguró la ampliación del Museo en el año 2007, 'El siglo XIX en el Prado', pero también 'viajó' hasta la catedral de El Burgo de Osma dentro de la exposición de Las Edades del Hombre celebrada en la villa episcopal una década antes, y formó parte unos años después, en 2002, en la muestra 'Sagasta y el liberalismo progresista en España'. 

'El leñador' y 'La hilandera', ambos en las inmediaciones de las cercanías de El Burgo de Osma, también de Valeriano Bécquer, son otras de las obras de temática soriana que atesora la pinacoteca nacional. 

la venerable, en miniatura. Pero en los fondos de este famoso Museo también destaca un óleo pintado sobre lámina de cobre de muy pequeño formato, apenas seis centímetros, cuyo autor permanece anónimo pero que retrata, con rostro de niña, a Sor María de Jesús de Ágreda. «El pintor debió conocer el retrato llamado 'de Planillo' por haber pertenecido al clérigo Miguel Pérez Planillo, que hoy se conserva en el convento de la Concepción de Ágreda. Esta iconografía, en la que no aparece La Venerable con sus atributos habituales del libro y la pluma de escritora, es la menos difundida», según explica Carmen Espinosa en el catálogo de 2011 'Las miniaturas en el Museo del Prado'.

También en el ámbito del retrato se inscribe una bella obra que Alejandro Ferrant y Fischermans realizó en torno al año 1870. Fue Concha Díaz Pascual quien hace sólo seis años identificó al protagonista de esta obra, que hasta entonces se conocía como 'Retrato de caballero', con el compositor de música religiosa Urbano Aspa (1809-1884) que murió en Fuencaliente de Medinaceli, localidad en la que había pasado los últimos años de su vida. Fue, curiosamente, a través de uno de los objetos que aparecen en el cuadro: una partitura de su autoría. La identificación, curiosamente, permitió descartar a Pascual Emilio Arrieta como el retratado. 

Pero Soria no sólo está presente en el Museo del Prado a través de  pinturas, la parte menos conocida de este centro museístico también está formada por distintos objetos artísticos o históricos de gran valor vinculados también a la provincia. Entre ellos destacan dos monedas de muy diversas épocas. 

La primera, en bronce, se sitúa en la ceca de Tiermes, en torno a la segunda mitad del siglo II o principios del siglo I antes de Cristo y representa la cabeza de un jinete en bronce. La segunda fue una medalla con la que el conde Gómara y alférez mayor de Soria, Juan Manuel de Salcedo y Beaumont, proclamó la subida al trono del rey Carlos IV en 1789. La pieza fue realizada por el platero Antonio Martínez. Ambas monedas llegaron al Museo del Prado en el año 1916 con el legado de Pablo Bosch y Barrau. 

Son sólo parte de los tesoros 'ocultos' del Prado cuyas más reconocidas obras, hasta el próximo 8 de noviembre, saldrán al encuentro de los viandantes en los paseos del parque de La Dehesa.