Desde que el 2 de julio se anunció la llegada de la primera empresa al Áerodromo de Garray, la escuela de formación de pilotos Flyby School, el proyecto del Aeroparque Tecnológico Industrial (ATI) no ha dejado de dar pasos. Si bien es cierto que la pandemia ha demorado los plazos inicialmente previstos, en los últimos meses los apoyos y compromisos de inversión se han multiplicado y todo hace aventurar que antes de que acabe este mes llegarán ya los primeros aviones a Garray para su estacionamiento y posterior transformación. Serán inicialmente cuatro aviones Hércules del Ejército del Aire pero, según anuncia ya el diputado coordinador del ATI, José Antonio de Miguel, es posible que pronto se sumen más, procedentes del Ejército de Bélgica. Todos ellos pasarán a ser propiedad de una empresa americana de la que de momento no se puede desvelar el nombre (por contrato de confidencialidad), que utilizará el aeródromo de Garray para la transformación de estas aeronaves.
El proyecto que aterrizó en la Diputación en la anterior legislatura entre la expectación y las dudas va cogiendo cuerpo a pesar de la pandemia y, en poco más de medio año, los avances han sido notables. Cabe recordar que en agosto de 2020 la Diputación rubricó con Layonair el convenio para el desarrollo del ATI, pero que no fue hasta el 6 de octubre cuando la firma promotora presentó su plan director, que fue aprobado el 13 en Junta de Gobierno de la Diputación con el compromiso de atraer, al menos, dos empresas en los dos primeros años y cuatro en el tercer y cuarto año.
Cinco meses después de aquella rúbrica, parte de los compromisos adquiridos ya se han cumplido, al menos sobre el papel. Esta semana en Junta de Gobierno, la Diputación ha adjudicado una hectárea de terreno a Layonair Airways con el compromiso de invertir tres millones y generar 30 puestos. La idea es constrir en esa parcela hangares para el mantenimiento de aviones, unas obras que podrían empezar en abril o mayo. En principio, allí se transformarán los aviones propiedad de la firma americana antes mencionada. La idea es sumar más empresas que traigan aquí sus aviones para su mantenimiento y reciclado, si bien cualquier compromiso de llegada a Garray parece estar pendiente de que avancen las infraestructuras necesarias para que puedan aterrizar y estacionar sus aeronaves.
Y en ello se empeña la Diputación. En noviembre la institución provincial inició la obra de la plataforma de estacionamiento de aeronaves, cuyas obras avanzan a toda velocidad con el objetivo de estar terminadas este mes. Esta semana terminará el hormigonado. Restará ya solo la iluminación, instalación de seguridad y vallado, que se realizará en las próximase semanas. Además, el 17 de diciembre la Junta concedió cuatro millones para financiar la primera fase de la ampliación de la pista existente, cuyas obras podrían comenzar este verano, avanza De Miguel.
El objetivo es que antes de que acabe este 2021 el aeródromo cuente ya con una pista de dos kilómetros de largo y 48 metros de ancho donde puedan aterrizar aviones de tamaño medio, una plataforma de estacionamiento y hangares ya construidos dedicados al mantenimiento.