El Real Madrid tuvo que bregar para doblegar la exuberancia física del Asvel Vulleurbanne y acabar ganando por 87-78, de la mano de Jaycee Carroll y Fabien Causeur en ataque y de Rudy Fernández atrás.

El Madrid, que volvió a tener once jugadores en el acta por las bajas de Llull, Randolph, Deck, Mickey y la inesperada de Taylor, se dejó la defensa en el vestuario para el inicio del partido. Todo lo contrario que el Asvel Villeurbanne, que a los 2,30 minutos (7-7), había igualado el marcador, tras la salida eléctrica de Jaycee Carroll, autor de los 5 primeros puntos, y había cometido 4 personales.

Cada ataque de los franceses acababa en canasta, mientras que los de Pablo Laso tenía serias dificultades para ver aro. La presencia en el cinco inicial tanto de Usman Garuba como de Mario Nakic estaba penalizando en exceso el juego del equipo.

El marcador fue reflejando la situación, 9-18 (m.5). Laso paró el partido y pidió a sus jugadores más esfuerzo atrás. El resultado fue el 14-20 con el que finalizó el primer cuarto, con los galos anotando sólo 2 puntos en los últimos cinco minutos de juego.

El Villeurbanne comenzó bien el segundo acto con un 0-5 en el primer minuto, pero el Madrid se puso a defender y sendos triples de Rudy Fernández y Fabien Causeur abrieron la espita de su juego para acabar endosando un tremendo parcial de 17-2 en 5 minutos, para pasar del 14-25 al 31-27.

Pero el Madrid no aprovechó el estado de shock de los galos y no acabó de romper el partido y de la mano de Livio Jean-Charles y Guerachon Yabusele el Villeurbanne se enganchó al marcador para llegar al descanso con un igualado 39-38.

Los vecinos del norte replicaron el inicio del partido con una defensa fuerte, sin concesiones y el Madrid volvió a acusarlo con un parcial de 2-8 en los primeros dos minutos, 41-46. Además el equipo se enredó en protestas a los árbitros, que, al menos, sirvieron para despertar a la grada y que llegara la reacción en el marcador con dos triples consecutivos de Carroll y Causeur, 51-48 (m.25) y otro parcial de 10-2.

El Villeurbanne reaccionó y dio la vuelta a la tortilla con un 0-11 de parcial en apenas 1.30 minutos, 51-59, con un juego directo, físico y con un acierto exterior envidiable.

Dos técnicas a Pablo Laso y a Rudy acabaron de caldear el ambiente en otra remontada madridista, 57-59 (m.28), pero el pequeño parón no frenó a Carroll que estaba ya con la muñeca caliente y su tercer triple devolvió al Madrid a números negros, 62-61. Al final del tercer acto, 67-63.

El equipo francés siguió poniendo físico en el parqué, en cada acción, tanto en defensa como en ataque, sabedor de que era su mejor arma ante la mayor calidad del Real Madrid. Pero entre que el depósito de gasolina galo se resintió y que el Madrid, con un Rudy espectacular en defensa, igualó la puesta en escena, la puerta de la victoria se entreabrió para los locales, 76-71 (m.35).

Garuba capitalizó esos minutos finales, 81-73 (m.36.45) y el Madrid ganó por 87-78. Una victoria que acerca tanto al Madrid a la ventaja de campo en el playoff como aleja al Villeurbanne de poder entrar entre los ocho mejores.

El Valencia Basket se apaga in extremis en La Fonteta vacía

El Valencia Basket cayó este jueves por 81-83 al Armani Milan, tras una prórroga y con un triple decisivo de Vladimir Micov sobre la bocina, en un partido correspondiente a la jornada 28 de la Euroliga y que se disputó a puerta cerrada debido a la amenaza del coronavirus.

Con La Fonteta vacía en las gradas, merced al jaleo institucional sobre adoptar tal medida de precaución, el equipo taronja sufrió en un final de infarto para lucir ahora 12 victorias y 16 derrotas. Por su parte, el cuadro milanés alcanzó ese mismo balance (12-16) para seguir persiguiendo los playoffs.

El 2-9 del arranque, con Riccardo Moraschini acaparando protagonismo en los visitantes, fue un primer aviso para el Valencia Basket. Apareció entonces Alberto Abalde desde el tiro exterior, junto a Bojan Dubljevic por la pintura, para darle la vuelta a la situación (10-9).

Lo inusual del encuentro, casi en silencio, fue un factor del que se aprovecharon los pupilos de Ettore Messina para dar otro estirón y adjudicarse el parcial acumulado en el minuto 10 (12-19). Faltaba el calor 'taronja' y el segundo periodo no auguraba mejorías.

Un pírrico 28-36 reflejaban los electrónicos de La Fonteta, donde la actuación coral del Armani Milan estaba siendo suficiente para dominar al descanso. Sin embargo, el tercer periodo mostró la versión irregular de los visitantes, que desperdiciaron su renta mientras Abalde y Dubljevic seguían manteniendo con vida a su equipo.

Para mayor inri, Quino Colom se desperezó en ataque y el conjunto valenciano se situó 45-44 arriba. La igualdad máxima, vista con el 48-48 que había en el minuto 30, muy cerca estuvo de disiparse por un comienzo impetuoso del Armani Milan en el cuarto acto.

Un parcial de 0-6, impulsado por dos canasta de Sergio Rodríguez, puso contra las cuerdas a los pupilos de Jaume Ponsarnau. Salieron momentáneamente del atolladero gracias a un triple de Joan Sastre, que tuvo continuidad con más acciones positivas de Abalde encestando y con Colom asistiendo.

El propio Abalde rubricó a tablero la canasta del 65-65, provocando una prórroga que al principio se intuía 'taronja'. De hecho, los de Ponsarnau disfrutaron de un +5 en varias ocasiones (74-69, 76-71, 78-73), pero no gestionaron bien tanta presión hasta un desenlace donde acusaron los fallos en el tiro libre.

Con 80-78, Abalde solo metió uno de los dos que tuvo y justo a continuación el Chacho Rodríguez apretó el resultado (81-80), él sí anotando dos libres. Para colmo, en ese carrusel desde la línea de 4,60 metros, Colom erró dos lanzamientos seguidos y concedió con ello la última jugada al ataque milanés.

El 'Chacho' subió raudo la bola, con el cronómetro agotándose, y caracoleó hasta ver a Micov en buena posición frontal. El alero serbio ejecutó ahí el triple de la victoria para los suyos, saliendo el balón de sus manos cuando el electrónico marcaba una décima de segundo. A pesar de la revisión televisiva, todo había sido válido y el Valencia Basket consumó su particular apagón 'in extremis'.