En el año 2006 surgía la escuela de golf de Soria buscando que este deporte contase con un futuro y no se limitase a unos cuantos deportistas que lo practicasen. Desde 2012 Álvaro Berná se hacía con la dirección de este proyecto, «queríamos que más gente conociese este deporte y creemos que a través de los niños se puede conseguir que incluso los propios padres se aficionen o lo prueben».

Conocedores de que el golf no es la primera opción a la hora de buscar un deporte para los niños, consideran que hacer que sus progenitores les acompañen puede hacer que la práctica en el campo de Pedrajas aumente progresivamente.

En los dos últimos años han logrado un aumento de pequeños en la academia, «poco a poco hemos conseguido que se abran a probar, incluso la pandemia ha impulsado que se animen a jugar en espacios abiertos y al ser un deporte individual». Actualmente cuentan con 25 niños divididos en tres grupos de edades que van desde los cinco años hasta la mayoría de edad. Nueve de ellos ya compiten y esperan que la fidelización al golf en Soria siga creciendo.

el Juego. Son muchas las personas que se han hecho la misma pregunta, ¿por qué el golf es tan difícil? En esencia se trata de golpear una bola con un palo con una dirección y fuerza adecuadas, pero en la práctica, requiere de otras muchas virtudes y de una gran dedicación.

Conscientes de todo  eso, en la escuela basan el aprendizaje en el juego, «no podemos hacer que los niños se dediquen a golpear 100 o 200 bolas sin hacer nada más», reconoce Álvaro Berná, «sobre todo al principio tiene que haber mucha variedad, mucho juego que haga que se diviertan y que en casa pidan regresar más días».

Como todo en la vida, la técnica de golpeo la adquieren con la práctica, «siempre vemos a personas que se inician en el golf en edad adulta pero aquí pasa como en cualquier otro deporte, si empiezas cuando eres pequeño, tienes más capacidad para aprender, para retener los conceptos, y esa es la forma de crecer, tanto a nivel deportivo como de afianzar después el deporte en Soria».

Con el paso de los años se inicia la tecnificación y se prepara a los niños para competir en un deporte que requiere una gran fortaleza a nivel mental.

competición. Ver cualquier torneo de golf hace que por la cabeza de un aficionado pasen muchas cosas a la hora de valorar la dificultad y el juego. Si alguien quiere competir, lo primero que tiene que funcionar es su cabeza, «requiere mucha concentración y cuando son tan pequeños solo el simple hecho de que cada uno esté a lo suyo ya es un paso para después seguir preparándolos».

Ahora los competidores son nueve, «aun así no miramos resultados, solo que sigan disfrutando, además las propias competiciones están adaptadas a las edades de cada niño». Porque el golf tiene futuro, el deporte individual cuenta con un gran recorrido, solo hay que saber atraer de la forma correcta a los jóvenes, y en Soria se está consiguiendo.