15 años unidos como iguales ante la ley

María Albilla (SPC)
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El 30 de junio de 2005, el Gobierno de Rodríguez Zapatero aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo, un hito social que equiparó en derechos a miles de parejas

15 años unidos como iguales ante la ley

Por supuesto, no estuvo exenta de polémica... la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo causó agrios debates en su día, pero fue uno de los logros sociales más destacados del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que el próximo viernes cumplirá 15 años desde que entró en vigor.

El 30 de junio de 2005 se aprobó la ley que modificaba el Código Civil y permitía el matrimonio entre personas del mismo sexo y, como consecuencia de esto, otros derechos como la adopción conjunta, herencia y pensión. La ley fue publicada el 2 de julio, y el matrimonio entre personas del mismo sexo fue oficialmente legal a partir de la jornada  siguiente. Ese día, España se convierte en el cuarto país del mundo en aprobar el derecho de dos hombres o dos mujeres a casarse (tras Holanda, Bélgica y Canadá, que lo ratificó tan solo dos días antes pero cuya ley entró en vigor después de la española) y en el más avanzado del planeta al posibilitar también la adopción.

Solo en el año siguiente unas 4.500 parejas contrajeron matrimonio en virtud de una promesa electoral que, en esta ocasión, sí se cumplió. Hasta hoy, han sido más de 30.000. «Estamos ayudando a construir un país más decente porque una sociedad decente es aquella que no humilla a sus miembros», recalcaba Zapatero desde el atril del Congreso de los Diputados. Pronosticaba que el cambio en el Código Civil acabaría con la infelicidad de muchos y reclamaba también apertura de miras y generosidad a los gais para entender también a las entidades que se oponían a esta medida, como el Foro de la Familia o la Iglesia.  

Finamente, el matrimonio entre personas del mismo sexo salió adelante en el Hemiciclo con mayoría absoluta e incluso una diputada del PP, Celia Villalobos, se saltó la disciplina de voto para dar su opinión a favor. Así, tras los pertinentes trámites burocráticos, Emilio y Carlos se convirtieron en la primera pareja homosexual española en contraer matrimonio el primer día hábil que pudieron ir al Registro Civil.

Las crónicas de entonces recogieron el feliz enlace. «Fíjate, hemos pasado de ser unos maricones a una celebridad», decían en un momento de relajación entre muchos nervios y contención ante este gran evento en sus vidas y deslumbrados por los flashes de decenas de fotógrafos. Habían esperado 30 años para casarse y se dieron el sí quiero en Salón de Plenos del Ayuntamiento de Tres Cantos (Madrid) en el que el concejal de Izquierda Unida José Luis Martínez hizo de maestro de ceremonias.

«Os doy las gracias por haber resistido la incomprensión y la injusticia. Que seáis muy felices. Os lo habéis ganado». Estas fueron las emotivas palabras que la hermana de Emilio dedicó a la pareja que, como tantas otras, superaron con coraje y amor las adversidades y, en ciertos casos, el rechazo social.

En su momento, la reforma modificó 16 artículos del Código Civil. Entre ellos, amplió el artículo 44 con la siguiente aclaración: «El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos cuando ambos contrayentes sean del mismo o de diferente sexo» y se sustituyeron los términos marido y mujer por el cónyuges y las palabras padre y madre por progenitores, claves de cara a ese derecho que también ganaron las uniones homosexuales de cara a la adopción. Desde el 2000, en cuatro comunidades autónomas -Aragón, Navarra, País Vasco, y Cataluña- ya se había regulado la adopción conjunta a las parejas de hecho homosexuales. En Andalucía, Asturias y Cantabria se legalizó solo el acogimiento de menores, pero con la nueva ley, España se convertía en pionera con la igualdad total en lo relativo a la adopción y matrimonio para las parejas del mismo sexo.

En la actualidad, las uniones homosexuales ya son legales en 30 países, una lista a la que se suman una docena de estados que permiten las uniones civiles de personas del mismo sexo, con derechos iguales o similares a los del matrimonio, pero sin esa denominación.

Mucho más amor

Inés y Carmen se casaron hace tres años. Ahora tienen 35 y 37 años. Rondaban la veintena cuando se firmo la ley que, sin saberlo, les cambiaría la vida en el futuro. A esa edad, Inés tenía absolutamente normalizada su homosexualidad, pero Carmen aún no se había atrevido a contárselo ni a su familia ni a sus amigos. De hecho, no lo hizo hasta que, enamorada de su ahora cónyuge y madre de su hijo, no pudo sino afrontar la realidad.

Lo cierto es que en su casa normalizaron la situación. Vivían en un entorno rural de Salamanca y el miedo al qué dirán había paralizado a Carmen en más de una ocasión, pero desde que salió del armario no ha escuchado ni un reproche. Solo ha recibido amor; más del mismo cariño y apoyo que había recibido cada día de su anterior vida.

Inés y Carmen se casaron en Madrid a los tres años de conocerse y hacerse felices la una a la otra. Fue de nuevo Inés quien empujó a la pareja a darse el sí quiero rodeadas de todos los suyos. Vestidas de largo y emocionadas, vivieron un día de ensueño gracias a la Ley 13/2005. 

En la actualidad, la pareja continúa unida y ahora tienen un motor común. Su hijo Hugo, todo un terremoto en sus vidas.

Termina aquí este repaso a un hecho histórico con los mismos versos de Pablo Neruda que pusieron la guinda a la ceremonia que unió a Emilio y Carlos: Niégame el pan, el aire, la luz, la primavera, pero tu risa nunca porque me moriría.