'Selectividad' en tiempos de coronavirus

Ana I. Pérez Marina
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La flexibilización de los exámenes con más opciones para elegir en cada prueba se cumple en esta EBAU atípica, marcada por la pandemia del coronavirus

'Selectividad' en tiempos de coronavirus - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

Si  un virus de nombre SARS-CoV-2 no hubiera arrasado nuestra normalidad, hace semanas que 507 alumnos sorianos ya tendrían, más o menos, decidido su destino universitario. Sin embargo, la pandemia lo ha cambiado todo: las pruebas de la EBAU (Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad) se han celebrado casi un mes más tarde, hasta el día 10 de julio no se conocerán las calificaciones y será a partir de entonces cuando llegue la vorágine de las preinscripciones y solicitudes. 

Antes de las 8.00 de cada mañana durante tres días (del 1 al 3 julio), el goteo de chavales ha sido constante, reunidos entre las vallas ubicadas en el aparcamiento del Campus Universitario Duques de Soria que delimitaban los confines de los institutos sorianos, a la espera de oír su nombre y pasar al aula correspondiente. Todos ataviados con las obligatorias mascarillas que cubrían la expresión de nervios e incertidumbre ante esa temida prueba que en esos años de juventud parece que determinará nuestro futuro. Las promesas de los responsables educativos parece que se cumplieron, a juicio de los examinados, y la flexibilidad a la hora de poder elegir entre más opciones en cada prueba ha facilitado la EBAU, la que en la historia se recordará como la ‘selectividad’ de la COVID-19, sobre todo entre sus protagonistas, casi todos de la generación de 2002, que este 2020 atípico alcanzan la mayoría de edad.

Lengua Castellana y Literatura II fue la primera materia a la que se enfrentaron los estudiantes, que pudieron elegir para el comentario de texto entre un editorial de El País sobre la ansiedad juvenil y un artículo titulado Lástima del escritor Juan José Millás, publicado en el mismo diario. Como ya es tradición, el Modernismo y la Generación del 98, Rubén Darío y Antonio Machado, se encontraban entre las tres opciones de Literatura a elegir. «Más fácil de lo esperado», comentaban unas alumnas al salir. A partir de ese primer trámite, todo fue rodado: Historia de España, Lengua extranjera por la tarde, Matemáticas, Latín, Arte... al día siguiente... y las largas esperas previas a cada examen, definidas por los protocolos sanitarios para garantizar la seguridad de todos.