Con tan solo tres años de vida, las Celtíberas han ido quemando etapas de manera fulgurante en el mundo del atletismo. Nacidas con el objetivo de tener un club femenino en Soria, en unos meses pasaron de la Tercera a la Segunda División de Clubes. Con nombres como Raquel Álvarez o Carmen Romero, comenzaban a copar el pódium de los eventos nacionales de primer nivel.

La temporada pasada llegaban a 50 deportistas con 14 fichajes y buscando ya el ascenso a Primera División. La pandemia dejo a la entidad sin esa oportunidad pero a su regreso se llevaban la Copa de Segunda División, su primer gran logro. 

Ahora llega el momento de conseguir entrar entre los mejores clubes del país.Sobre el papel se da por seguro pero deberán ganárselo en la pista en la liga que comienza en el mes de junio. La hora de las Celtíberas ha llegado.

El ascenso. El pasado mes de septiembre las Celtíberas no solo se mostraban competitivas ante clubes de Primera y Segunda División, sino que se hacían con la Copa de segunda categoría, un logro que ponía de manifiesto que esta entidad ya estaba preparada para dar el salto a la élite, «fuimos las mejores entre equipos que pelean por estar en División de Honor, eso ya da buena cuenta del nivel que hemos alcanzado», asegura Raque Álvarez.

La capitana del club es uno de los faros de este equipo que este año cuenta con 50 atletas y seis nuevos fichajes, «hemos reforzado algunas parcelas en las que no contábamos antes con deportistas como el triple salto o la marcha». Un plantel que mantiene el número de la temporada pasada pero que mejora en calidad, «de hecho mandamos por primera vez inscripción para la Copa del Rey sabiendo que no estábamos entre los ocho mejores», recuerda, «pero resulta que por puntuación ocupamos el puesto decimocuarto, lo que indica el salto de calidad de la estructura en la actualidad».

Una mejora con la que mirarán al ascenso en junio, pero primero pasarán el próximo fin de semana por la Copa de Castilla y León, «somos ambiciosas y el pódium debe ser una obligación», aunque quieren más,«no nos cerramos a una victoria a pesar de competir con clubes de más categoría». Los favoritos son Valladolid y León, de División de Honor, pero eso no importa, «nuestro nivel indica que podemos ganar a todas».

Esta confianza viene creada de un modelo de club en el que el objetivo siempre ha sido estar en Primera División en dos años, «la pandemia frustró la oportunidad el pasado año pero esta vez no se puede escapar». 

Estar una categoría por encima implicaría muchas mejoras, «la primera de todas la visibilidad, las instituciones nos tendrían más en cuenta». Porque de competir una vez al año se pasaría a varias,«la Primera División te da la posibilidad de disputar tres jornadas de liga, es un incentivo a nivel promocional pero también para la captación de atletas que ya saben que con las Celtíberas tendrán un calendario de competición de nivel».

El otro trabajo pasa por el arraigo de la entidad a través del trabajo con las jóvenes promesas sorianas.

Cantera. Cuando se cuenta con un presupuesto bajo pero a su vez se quiere ser un equipo competitivo, la clave está en el trabajo de base. Nahikari Acebo llegaba la temporada pasada a Soria procedente de Vitoria, y esa es ahora su labor, «está claro que para crecer como club no podemos estar mirando a otros lugares de España para captar talentos, tenemos que crearlos aquí».

Más de la mitad de las atletas forman parte de esa escuela que ella dirige, «queremos que se sientan vinculadas con este deporte y que lo hagan a través de los colores de las Celtíberas». A pesar de buscar competir en la élite, han conseguido captar edades tempranas, «algunas de ellas ya han competido en la Copa pero lo principal es que sigan mejorando para después dar el salto».

Es importante además que entrenen con las referencias del club, «tienen que ver que trabajando duro se logran los objetivos que hay deportistas que ya compiten en las mejores competiciones a nivel nacional y que ellas pueden estar ahí en unos pocos años».

La visibilidad que han conseguido en Campeonatos de España hace que esa captación sea cada vez mejor, «ver por la tele el uniforme de las Celtíberas ayuda», reconoce,«y no solo de las que ya conocemos, este año por ejemplo hemos visto a Sara Bogo», de 16 años, «en el nacional absoluto, eso es muy bueno porque ven que están cerca de esas citas».

Las Celtíberas están a un paso de conseguir consolidarse en la élite. Será en el mes de junio, lamentablemente con un año de retraso, pero con la convicción de ir por el camino correcto.