«Desde el Ayuntamiento, con el objetivo de superar esta pandemia entre todos, pedimos a los vecinos que permanezcan voluntariamente en sus casas y abondonen solamente su domicilio por causas de fuerza mayor». Con estas palabras emitidas a través de un bando municipal, el alcalde de Valdeavellano de Tera, Amancio Martínez, pedía este jueves a sus vecinos un confinamiento voluntario que permita poner freno al brote declarado en la localidad esta semana y que este jueves se disparaba ya hasta los 27 casos activos. 

Muy preocupado por la situación, el regidor reconocía que la localidad se encuentra en una «situación de emergencia» como consecuencia de la propagación del coronavirus y el aumento de casos positivos en la localidad, y reclamaba «a toda la población responsabilidad y sentido cívico para poder hacer frente a este problema de salud pública general y evitar males mayores». En este sentido, pedía a los vecinos que «en la medida de lo posible, permanezcan en sus casas para evitar un contagio mayor» y recordaba, que en el caso de salir por necesidad, deben «extremar las medidas» impuestas por las autoridades sanitarias: «La mascarilla es obligatoria, se debe mantener la distancia de seguridad inetrpersonal de metro y medio, lavarse frecuentemente las manos y evitar reuniones», reiteraba el regidor, quien no escondía su malestar por algunas conductas irresponsables. 

negocios cerrados. Aunque por ahora nadie vinculado a este brote ha tenido que ser ingresado, Martínez no escondía su preocupación ante un posible empeoramiento de la salud de los vecinos, especialmente en la población más vulnerable. 

El regidor se mostraba intranquilo por el avance que puede seguir la situación, máxime teniendo en cuenta que se trata de un núcleo pequeño donde prácticamente todas las personas hacen uso de los mismos servicios:farmacia, pandería, el supermercado... Eso supone un riesgo de contagio mayor pero, también, que en caso de que llegue a alguno de estos establecimientos se podría perder durante el tiempo de cuarentena servicios básicos para la población. Precisamente para frenar la situación, algunos establecimientos hosteleros de la localidad han cerrado estos días «por responsabilidad», aún sin tener casos activos entre su personal. 

En Valdeavellano hay empadronados 205 vecinos pero realmente viven durante todo el año entre 120 y 130 personas. Este año, con motivo precisamente de la pandemia, hay más de 150 personas viviendo todavía, ya que «mucha gente que tiene segunda residencia vino antes y ha alargado la estancia» para evitar precisamente ir a sus residencias habituales en grandes urbes donde los contagios están disparados. «Es casi el 20% de la población afectada», asumía preocupado el edil, quien recordaba que desde el Ayuntamiento se vienen adoptando medidas desde el primer momento y, de hecho, se han invertido más de 5.000 euros en compra de material, adecuación de espacios... 

La Junta declaró el brote como de «carácter social». El regidor admitió no saber donde pudo estar el origen. Cabe recordar que el pasado 21 de septiembre se declaró el primer positivo en Valdeavellano vinculado a un negocio hostelero de la localidad.

La delegada territorial, Yolanda de Gregorio, informó ayer de la situación a los miembros del Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI Soria) y se puso en contacto telefónicamente con el alcalde de Valdeavellano «para informarle sobre la evolución del brote y solicitarle que haga extensiva entre la población la necesidad de que se extremen las medidas necesarias para evitar la propagación de nuevos contagios, así como para brindarle el apoyo que desde la Junta se le pueda prestar al municipio», indicaron ayer desde la Delegación Territorial.

Respecto al brote sociosanitario por la COVID-19 declarado el pasado 24 de septiembre en una residencia de personas mayores de la Zona Básica de Salud de Arcos de Jalón, se mantiene la situación con 49 positivos activos (44 residentes y cinco trabajadores).