Empresas y empresarios que hacen historia

Ana I. Pérez Marina
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La Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Soria celebra su aniversario con un reconocimiento a aquellos que destacan por su dilatada trayectoria y también a los presidentes de las distintas etapas

Empresas y empresarios que hacen historia

Emprender: acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro. Es la primera definición que recoge de este verbo transitivo la Real Academia de la Lengua (RAE), que también apunta la siguiente acepción: tomar el camino con resolución de llegar a un punto. Las dos sirven para resumir la esencia de lo que son las empresas centenarias y  los empresarios de toda la vida. Ese espíritu emprendedor del que tanto se habla en la actualidad, pero que siempre ha estado ahí si se ha tenido la capacidad de mantenerse y crecer durante décadas o se continúa en la brecha capeando cada marejada social, política o económica. La Cámara Oficial de Comercio, Industria y de Servicios de Soria cumple 120 años y lo celebrará este jueves 14 de noviembre con un acto de homenaje que servirá de reconocimiento a 21 empresarios de larga trayectoria, a 17 empresas centenarias, a quienes han sido presidentes de la entidad cameral y a cinco empresarios a título póstumo. Nombres propios que han escrito unos cuantos capítulos de la historia de Soria y que, asimismo, han sido determinantes en la aventura que lideró Epifanio Ridruejo Barrero aquel martes 7 de marzo de 1899, cuando se constituyó la Cámara de Comercio de Soria.

las 17 centenarias. Las páginas de un periódico ofrecen un espacio exiguo si lo que se quiere es contar los detalles que fraguaron la existencia de 17 empresas centenarias, las mismas que recibirán su reconocimiento en la fiesta de la Cámara de Comercio. Por orden de antigüedad, el listado lo encabeza Confitería Almarza en Almazán, con 199 años. Siete generaciones han continuado la tradición de uno de los más antiguos obradores artesanos de España, reconocido por sus yemas, paciencias, pastas y otras especialidades con la marca Tierra de Sabor.

Aunque hay datos que confirman la presencia de la botica de Ágreda en 1771, desde1830 la Farmacia Núñez (primero fue Berdonces) pertenece a la misma familia. Han sido cinco generaciones que han definido este negocio por su trato profesional y cercano, un referente  en la comarca.

Pastelería El Abuelo José Luis (Arcos de Jalón) arranca su actividad en 1845. Enrique López Yunquera es la cuarta generación de artesanos del obrador, una saga que comenzó su bisabuelo, procedente de Calatayud. 

Cumplen 169 años El Barato (San Esteban de Gormaz) y Mary Satur (Soria). En el primer caso, José Antonio García Granelli estuvo al frente del mítico comercio ribereño, creado por su bisabuelo, desde 1956 y mantuvo la esencia de esta tienda dedicada a los tejidos, la confección y la mercería. Y, en el segundo caso, la historia de Mary Satur en la capital soriana la emprende Dionisio Sainz Jiménez en la calle Numancia con un establecimiento dedicado a la venta de paños y lanas, un negocio que ha perdurado en las manos de cinco generaciones y que mantiene en el mismo emplazamiento Adolfo Sainz Ruiz.

Nada menos que 152 años tiene Neumáticos y Bicicletas Ormazábal. La familia se instaló en Almazán en 1865, llegados de la localidad navarra de Corella. El primer taller lo fundan en la villa adnamantina en 1867. El negocio se amplió con la venta y reparación de motos, bicicletas, cambios de aceite y engrase, transporte de mercancías y ganado. En la actualidad, Goyo y Javier Ormazábal Rupérez continúan con la firma.

Funeraria Rubio (Soria) presta servicios desde hace 124 años. Los hermanos Rubio regentan esta empresa, caracterizada por la seriedad y la profesionalidad, y representan a la cuarta generación de la familia.

Comercial Ruiz (El Burgo de Osma) fue fundada por Lucas Cabrerizo en 1900, dedicada entonces a la venta de artículos de joyería, relojería, papelería, librería y estanco. Desde 1990, cuando Marcelino Ruiz se jubila, la titularidad pasa a su hijo Francisco Javier. 

En San Esteban de Gormaz echó a rodar hace 114 años la harinera Hijos de Javier del Valle SA y en Ágreda, Carpintería Ruiz Hernández. El negocio sanestebeño surge cuando el abuelo de los actuales propietarios, Isaac García Alonso, alquila en 1905 el molino y una pequeña fábrica de luz, donde después, en 1917, instala una fábrica de harinas. En 1990 Pablo y Jaime García de Cárdenas toman las riendas de la empresa, renovada por completo después de sufrir un incendio en 2016. En cuanto a la carpintería agredeña, Valentín Ruiz y Ruiz, con apenas 18 años, abrió un pequeño taller en los bajos de su vivienda. Ya en 2008, Alejandro Ruiz García, cuarta generación familiar, se incorporó a la moderna empresa que ocupa una nave de 500 metros cuadrados en la avenida de Navarra.

La historia de la Administración número 1 de Almazán comenzó en diciembre de 1913 cuando Pascual Cid del Molino y Manuel González solicitaron licencia para vender Lotería Nacional como actividad complementaria a su estanco y tienda de alimentación. Dio el premio Gordo de Navidad en 2006, un tercero y un quinto en 2011, y muchos otros premios. María Victoria Cid ha recogido el testigo de esta empresa familiar. También en 1913 nació la publicación Soria, Hogar y Pueblo, de la que es heredera el periódico Heraldo Diario de Soria El Mundo. 

Nada menos que 109 años tiene la Panadería Miranda (Arcos de Jalón). La actual propietaria es María Teresa Miranda Librado, y hace 102 años abre la panadería La Espiga de Oro en Ágreda. Cinco generaciones han mantenido este histórico local de repostería en la comarca moncaína.

Ramón Monreal Berdejo, relojero de profesión se quedó con el traspaso de un local en la calle Canalejas, 47 (hoy El Collado, 31) en 1929. Monreal celebra este año su centenario. Aquella pequeña tienda se ha transformado con la segunda generación, Pilar y Ramón Monreal, en dos establecimientos de referencia (Monreal Tiendas Oro y Multiópticas Monreal).

A punto está de cumplir el siglo Tamesa SA (Soria). Es una empresa familiar de cuarta generación, que comenzó su andadura como taller de soldadura autógena y reparación de vehículos y hoy fabrica, entre otras cosas, equipos para la primera transformación de la madera y máquinas de montaje para la industria auxiliar del automóvil.

Y el negocio familiar J.J. Calabaza (Gómara) lo inició hacia 1925 Víctor Calabaza, abuelo de los actuales propietarios, quien adquiría maquinaria usada que después adaptaba para que fuera útil en el campo soriano.