Mucho se habla de cómo será el turismo en las playas de nuestras costas. Pero en Castilla y León, y más concretamente en Soria, esa pregunta se la hacen en muchos enclaves donde también se permite el baño y los deportes acuáticos con la llegada del buen tiempo. Es el caso del embalse de la Cuerda del Pozo que se convierte cada verano en uno de los lugares más frecuentados por turistas y por los propios habitantes de la zona, especialmente parajes como la Playa Pita.

Aunque ahora todo son dudas respecto a si estará permitido el baño o no en este pequeño 'mar de agua dulce' de la provincia de Soria. Y es que todavía no se sabe cómo afectará la crisis sanitaria a este tipo de zonas recreativas.

El nuevo presidente de la Mancomunidad de los 150 Pueblos -que comparte la propiedad del embalse al cincuenta por ciento con el Ayuntamiento de Soria- apela al sentido común de la gente "si al final limitan las masificaciones". "Si nos mandan una limitación, supongo que habrá que poner una zona de control a la entrada e ir contando la gente y cortar cuando el aforo esté completo", asegura. Una medida que, matices aparte, no resultaría demasiado complicada implementar gracias al propio acceso a la Playa Pita, con una carretera en un único sentido. Otra cosa sería en la propia zona de baño y demás espacios de recreo.

Incertidumbre sobre la temporada de baño en Playa Pita

Esta incertidumbre es aún mayor en negocios del entorno como los camping, que siguen cerrados porque el estado de alarma les impidió abrir sus puertas antes de Semana Santa. En el caso de Urbión, en término de Abejar, casi todos sus clientes proceden de territorio nacional y eso, cuando la desescalada avance, podría ayudar a salvar un año desastroso para el sector. "En estas circunstancias se puede considerar el alojamiento ideal, sin aglomeraciones de gente -cuenta con 150.000 metros cuadrados de superficie- y en plena naturaleza", opina su gerente, Félix Chamarro. Estos días de 'fase cero' continúan recibiendo "muchísimas consultas" de turistas interesados en reservar bungalows "e incluso en los peores momentos del confinamiento".

Pero la realidad es que, de momento, sus puertas permanecen cerradas hasta nuevo aviso.