El Río Duero sabía que no podía permitirse otro tropiezo y recibía al Manacor con la intención de dar continuidad a su buena dinámica en casa.
El primer set marcaba gran parte del rumbo del encuentro. Los visitantes se lo llevaban en un emocionante final (30-32) y dejaban tocados a los celestes que cedían en la segunda manga con facilidad (21-25).
Los de Manuel Sevillano tiraban de orgullo y conseguían igualar el juego en la pista y se hacían con el tercero con mucho sufrimiento (27-25). Ya en el cuarto nueva desconexión de los sorianos que apenas ofrecían resistencia (14-25) y ven como se alejan los primeros puntos como local.