Si cada soriano aportáramos 0,67 céntimos conseguiríamos llegar al nivel de las grandes recogidas del Banco de Alimentos de las campañas prenavideñas de los últimos años. Entre 37.000 y 38.000 kilos de comida está la media y el cálculo por kilogramo en Soria [puede haber diferencias de hasta diez céntimos de euro entre unas provincias y otras] se sitúa en unos 1,55 euros. La pandemia ha modificado, también en este caso, las normas y durante esta semana de la Gran Recogida que se prolonga hasta el domingo 22 de noviembre ni hay voluntarios, ni las grandes cajas en las que depositar los productos. Las donaciones son económicas y se efectúan en las cajas en las superficies comerciales sorianas que siempre colaboran. Con la actual situación sanitaria es el Banco de Alimentos el que adquiere directamente los artículos y se ocupa de la distribución entre los beneficiarios, a través de las organizaciones habituales.

La donación en caja es sencilla: se escoge la cantidad que desee el consumidor y se añade al importe de la compra. Esta opción que estará vigente hasta el 22 de noviembre. No obstante, hasta el día 6 de diciembre es posible formalizar un donación ‘online’ (www.granrecogidadealimentos.org), que puede ir destinada a la Federación Española de Bancos de Alimentos (Fesbal) o a un Banco de Alimentos concreto.  

El presidente del Banco de Alimentos de Soria, Ángel Crespo, advierte de que la pandemia del coronavirus ha provocado un incremento en el número de usuarios. «Estábamos hasta final de año en unos 2.200 y ahora son 2.600», apunta. 

Crespo aclara que también ha variado el perfil de los beneficiarios, ya que durante las semanas del estado de alarma creció el número de demandantes que se quedaron en paro con el cese de las actividades no esenciales y también de afectados por un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) que tardaron en cobrar. «Hasta junio subió un 20%, luego de julio a septiembre volvió a bajar, porque se retomó el empleo, y ahora hay un nuevo repunte», significa el presidente. 

A estas circunstancias hay que añadir una «percepción» detectada por parte de los voluntarios que atienden el Banco de Alimentos de Soria y es que en «ciertos puntos de la provincia» hay menos beneficiarios, lo que creen que puede responder a población inmigrante que se marcha por la falta de trabajo.

almacén surtido. Ángel Crespo asegura que, por el momento, el Banco de Alimentos de Soria está surtido de productos gracias a las donaciones que durante estos meses se han recibido tanto de particulares como de acciones solidarias promovidas por entidades financieras, empresas e instituciones públicas. «Hasta primeros de enero tenemos reservas. Estamos trabajando más que nunca», destaca.

En cualquier caso, el presidente del Banco de Alimentos de Soria admite que temen que el sistema de donación económica no alcance la misma proporción de los recaudado en anteriores ediciones de la Gran Recogida. Y eso que, a su juicio, se concreta más la ayuda que se requiere de esta forma, ya que se compran los artículos que se necesitan. «Antes teníamos que entregar sí o sí leche a todos los usuarios hasta el mes de marzo, porque se donaba mucha cantidad y tiene una fecha de caducidad. Ahora se puede programar y organizar mejor el almacén», sostiene. 

Sin embargo, en su opinión, el hecho de que las aportaciones se realicen en caja o a través de internet prescinde de la acción de donar de una familia, en la que los niños acompañaban a hacer la compra con la «ilusión» de darle al voluntario los productos. «Así entienden lo que es la solidaridad y de esta forma no lo ven igual», finaliza.