Iván Juarez

CARTA DEL DIRECTOR

Iván Juarez


Las medallas de la fiscalidad

30/10/2021

La consecución de las deseadas ayudas de funcionamiento, incluidas en los Presupuestos del Estado a través de una disposición adicional sobre la bocina que no duda en atribuirse Teruel Existe, refleja un mal endémico de la política provincial y, supongo, de otras latitudes: el afán por no aparecer difuminado en la foto de los triunfos que a cuentagotas van llegando. A estas alturas, con tanto actor protagonista, se desconoce quién destapó el tarro de las esencias de la fiscalidad diferenciada. FOES lo atribuye a su informe a través de la Red SSPA; el PSOE, a los escarceos europeístas de Carlos Martínez de la mano de la distinguida catedrática Mercedes Molina; Mañueco achaca la medida de gracia a la presión ejercida a través de sus cumbres entre comunidades con Page, La Mancha, y Lambán, Aragón; el citado TeruelExiste pone en valor su pírrico pero decisivo resultado, aunque no se fíe en exceso de sus propios 'logros'  porque está en misa y repicando, es decir, a mitad de camino entre Mariano Granados y el Congreso. Incluso los populares se suman a través de mociones en la Diputación de Soria y en el Ayuntamiento, donde ni pinchan ni cortan, para hacer presión por la fiscalidad.
A buen seguro, la aportación de cada uno de los citados ha tenido su importancia. El objetivo es común y el desafío de altura: lograr una discriminación positiva para tratar de frenar el retroceso demográfico. Ya pasará el momento de colgarse medallas para transitar esa línea que separa los deseos de los hechos que debería plasmarse a partir del próximo enero. Se dice que el éxito tiene muchos padres, pero el fracaso es huérfano. Los mismos que se atribuyen la aplicación de esta medida, podrían dejar de poner paños calientes a las tardanzas y retrasos en otros frentes como la radioterapia, la escasez de sanitarios, la estación de bus cayéndose a pedazos, las autovías inconlusas, los trenes a ninguna parte o las cárceles que no abren... o el aluvión de empresas que se anuncian, comen una y cuentan veinte, y no terminan de llegar. 
En fin, que el dramatismo interpretativo de los que no pueden esperar a enero (cuando habrá que juzgar al Gobierno) para ponerse detrás de una pancarta y decir esta boca es mía, no desluzca una medida necesaria, un logro cosechado a partir de la carencia, en este caso a raíz del déficit poblacional. A estas alturas, en este dramático ahora o nunca, el futuro de Soria se fía a la aplicaciónde la fiscalidad diferenciada a través de una visión extrema que, sobre todo, desde el sector empresarial se ha dibujado como el todo o la nada. La dificultad para encontrar mano de obra, no solo aquí, parece indicar que se va a prolongar en el futuro. La fiscalidad diferenciada debería ser el paraguas de esos incentivos fiscales que se llevan tiempo demandando para determinados sectores en territorios en los que pocos, por diferentes motivos, quieren anidar. Todo apunta a mayores contrataciones y mayores salarios derivados del ahorro del que se van a beneficiar las empresas.En zonas despobladas de Noruega, donde se aplica la medida, los salarios han llegado a crecer un 9,2%. Es el dato. Que las empresas sorianas sean más competitivas es el deseo de todos y este logro ha de tener consecuencias en la calle. Si el ahorro fiscal fuera a llenar un único bolsillo y no sirve para redistribuir la riqueza, estaríamos ante el fracaso en la aplicación de una medida que hoy se demanda detrás de una pancarta.