Según la Unión General de Trabajadores en el servicio de interior de la prisión de Soria hay 39 funcionarios, aseguran que es una cifra muy por debajo de la necesaria para poder prestar un servicio digno. Esto ha llevado a que incluso en Navidad no hayan podido cubrir ni siquiera los servicios mínimos y que algunos de los trabajadores hayan tenido que suspender o cancelar sus vacaciones y libranzas. Aseguran que incluso se les llegó a avisar por telegrama de los cambios para que suspendiesen sus descansos.

Explican que se necesitan al menos 14 trabajadores del servicio de interior y que la situación lejos de mejorar sigue empeorando. Advierten, un compañero está a punto de jubilarse y otros 4 de pasar a segunda actividad. Se sienten abandonados por la administración y consideran que son problemas que han de ser resueltos de inmediato al margen de la puesta en marcha del nuevo centro penitenciario. Confían en que el examen del próximo 2 de febrero, para optar a 900 plazas de ayudante de funcionarios de prisiones, sirva para paliar esta situación y advierten de la inseguridad que hay en el centro por la falta de personal. Una circunstancia que ha llevado incluso a no poder cubrir los controles de acceso a la prisión actual.

El Subdelegado del Gobierno en Soria asegura que ya han trasladado todas las demandas de los funcionarios sorianos a Instituciones Penitenciarias para que las resuelvan lo antes posible y confía en que el próximo proceso de oposición resuelva los problemas de Soria