No hay 'baby boom' en Soria: bajan un 13% los embarazos

EDS
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El número de primeras consultas entre el 1 de mayo y el 30 de noviembre se sitúa en 324, una cifra similar a la de hace dos años, pero menor a las del mismo periodo del ejercicio pasado

No hay ‘baby boom’ en Soria: bajan un 13% los embarazos - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez Eugenio Gutiérrez Mart

Durante las semanas de confinamiento domiciliario en el estado de alarma aparecían informaciones sobre la posibilidad de que la pandemia de la COVID-19 derivara en un ‘baby boom’. Todavía no se puede comprobar con la estadística de partos, pero sí con las primeras visitas a embarazadas. No solo no habrá un incremento de la natalidad en Soria, sino que, previsiblemente, habrá un descenso en comparación con el año pasado. Así las cosas, desde el 1 de mayo al 30 de noviembre (contando con las citas que ya están programadas hasta finales de mes) se contabilizan 324 primeras consultas a madres gestantes, un 13% menos en comparación con el mismo mes del año anterior, cuando se registraron 374. No obstante, cabe puntualizar que son prácticamente las mismas de los mismos siete meses de 2018, con 327 visitas. «Creo que no hay ‘boom’, estamos más o menos igual, salvo que haya un repunte en diciembre en partos, entonces sí podríamos hablar de que hubiera influido el confinamiento», sostiene la jefa del Servicio de Obstetricia y Ginecología del hospital Santa Bárbara, María Ángeles Rubio. 

Cabe puntualizar que la primera visita a la gestante se realiza a las 13 semanas, por lo que en las estadísticas no están incluidos abortos precoces y se trata de consultas que se han realizado, así como las citas previstas hasta que finalice este mes.

En cuanto al número de partos, hasta el 18 de noviembre, se han producido 481, mientras que en 2018 hubo 553 y en 2019, 542. Si se mantiene la media de «40-50 partos mensuales», la estadística será «similar» a la de años precedentes.

dudas. La doctora Rubio indica que las dudas más frecuentes de las embarazadas durante la pandemia tienen que ver con la posibilidad de afectación fetal en caso de contagio por SARS-CoV-2. «Les preocupa si puede haber transmisión del virus a través de la placenta o si puede afectar al bebé», aclara. Y las embarazadas también muestran inquietud por el acompañamiento en el parto. En este sentido, la situación epidemiológica de cada momento ha derivado en distintos protocolos. Durante los meses de marzo y abril, el hospital se cerró por completo, no se permitía acompañar ni durante el parto, «en ningún sitio», ni durante la hospitalización. A medida que la curva de la COVID-19 se fue aplanando y cedió la presión hospitalaria, primero se permitió a la pareja estar presente durante la fase expulsiva, luego durante todo el parto y, en verano, se retomó «casi» la normalidad. 

Con la segunda ola de la pandemia han regresado las restricciones  y no se puede acompañar durante el ingreso hospitalario, al ser habitaciones compartidas, excepto en los alumbramientos por cesárea, que se permite durante las 24 horas siguientes. Eso sí, se deja a la pareja estar presente durante todas las fases del parto y las dos horas posteriores en las que la madre permanece en el paritorio, siempre que la PCR sea negativa. «A todas las mujeres de parto se les hace una PCR al ingreso, si es negativa, se la hace control epidemiológico a la pareja, se toma la toma la temperatura, y si está todo correcto y no hay sospecha, puede estar», explica la doctora Rubio, que apunta que si no está la pareja de la madre, puede asistir un acompañante que sea conviviente y sin factores de riesgo COVID-19.

Durante estos meses, se han producido tres alumbramientos de madres que resultaron positivas en SARS-CoV-2, pero en ninguno de los partos se produjeron complicaciones, más allá de los inconvenientes que pueden ocasionar para las mujeres y sus parejas la aplicación de los protocolos. Evidentemente, existe un paritorio específico para COVID.

«Durante la pandemia, aunque se anularon muchas consultas, las ecografías obstétricas se han realizado todas y algunas citas se han hecho telefónicas, por la matrona y por nuestra parte también, así como consultas de alta resolución, para hacer todo en una única cita. La atención del servicio se ha mantenido con una asistencia prácticamente normal, entre presencial y telefónico», finaliza.