Casi todos los análisis que leerán y escucharán sobre la gran final hablarán de personas (jugadores y técnicos) y sus estilos como individuos y al servicio del colectivo. Pero la final de la Liga de Campeones de este año es la que mide el choque de dos modelos completamente distintos, resumidos en «La batalla del viejo fútbol contra el nuevo fútbol».
Historia
Basta un dato: cuando el Paris Saint-Germain se fundó (12 de agosto de 1970), el Bayern de Múnich ya tenía 70 años de vida y había ganado una Recopa; cuando los franceses lograron su ascenso a la Ligue 1, los alemanes ya tenían tres Copas de Europa (74, 75 y 76). Es decir, el PSG nace casi de forma artificial, por la unión de dos clubes menores, alentado por el interés de que Francia tuviese un gran equipo en la capital... algo que no consideran necesario en Alemania: el Hertha Berlín, equipo más representativo de la capital germana, suma dos Ligas (en los años 30 del pasado siglo) en casi 130 años de historia. El Bayern, nacido el 27 de febrero de 1900, sufrió un largo proceso de transformación que incluyó la pérdida de 56 miembros (entre jugadores, técnicos, trabajadores, etcétera) en la Segunda Guerra Mundial. La gloria que empezaron a escribir los mitos Muller, Maier o Beckenbauer en los 60/70 está escrita sobre más de medio siglo de dura vida. Una curiosidad: ¿Saben quién lleva el dorsal 12 del equipo? Nadie. El club retiró la camiseta en honor a su afición.
Marquinhos (i) y Neymar celebran uno de los tantos que dio a los galos el pase a la final - Foto: POOL
Estructura
La mayor diferencia entre ambos clubes radica en las partes organizativa (organigrama) y económica. La dirección del Bayern está compuesta en su mayoría por antiguos jugadores del club: el presidente del club es Uli Hoeness, el presidente del Consejo Deportivo es Karl Heinz Rummenigge, Wacker y Kahn son consejeros, Beckenbauer presidente de honor... Y también figuran en la Junta altos cargos de empresas como Volkswagen (el presidente, Herbert Diess), Allianz (el presidente, Werner Zedelius) o Deutsche Telekom (el presidente, Timotheus Hottges).
El PSG está completamente en manos de Qatar: en 2011, a través de Nasser Bin Ghanim Al-Khelaifi, compra el 70 por cien to de las acciones del club a través de Qatar Investment Authority... y al año siguiente el 30 por ciento restante a través de Colony Capital.
En este sentido, el 75,1 por ciento del FC Bayern München es propiedad del club, y el 24,9 restante, a partes iguales entre Adidas, Audi y Allianz. Su modelo económico le permite facturar cerca de 500 millones de euros en patrocinio (alrededor del 60 por ciento del total de ingresos), más de 100 por encima del siguiente la lista, el Barça.
Los fichajes
Durante mucho tiempo, sobre la mesa del Bayern figuraba una ley no escrita: nunca sobrepasar los 40 millones de euros (80 millones de los extintos marcos alemanes) en una contratación. Solo en la 17/18, con los 41,5 por Tolisso, y sobre todo en la presente 19/20, con los 80 por Lucas Hernández, saltaron la banca... además de los 45 ya confirmados por Leroy Sané, que llegará al Allianz Arena la próxima temporada.
De esta forma, desde la llegada de Al Khlelaifi a París (verano de 2011) el Bayern ha gastado 668,5 millones de euros en fichajes, una media de 74,2 millones por temporada. En estas nueve campañas, el gigante muniqués ganó ocho Ligas, cinco Copas, un Mundial de clubes y el famoso triplete, coronado con la Copa de Europa de Jupp Heynckes, en la 12/13.
El Paris Saint-Germain, en el mismo periodo de tiempo, ha gastado el doble que los alemanes: un total de 1.304,1 millones de euros (casi 145 por temporada) para ganar siete Ligas, cinco Copas... y quedarse completamente seco en Europa.
La lista conjunta de los 15 fichajes más caros de ambos (encabezada por los 222 de Neymar y los 145 de Mbappé) habla de 11 contrataciones francesas y cuatro alemanas, entre las que está Javi Martínez (40 millones).