"Para mi padre, la FDS fue fundamental en su vida"

A.P.Latorre
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Cree que la fundación, junto a la Diputación y la Universidad, tienen que diseñar un plan de sostenibilidad a largo plazo para el Convento de la Merced, que focaliza ya Soria como tierra de cultura

"Para mi padre, la FDS fue fundamental en su vida" - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

La Fundación Duques de Soria (FDS) retoma su actividad tras el paréntesis debido a la pandemia. Lo hace con nuevo presidente de su patronato, Rafael Benjumea Benjumea, tomando el testigo de su padre, Rafael Benjumea Cabeza de Vaca (Málaga, 29 de enero de 1939-Madrid, 7 de abril de 2021), quien le inculcó el valor de la cultura sin fronteras y el interés por el hispanismo. Empresario del sector de las energías renovables, de 45 años, apuesta en esta responsabilidad cultural por la continuidad, ya que «las cosas se han hecho excepcionalmente bien tantos años que hay que ser cuidadosos a la hora de hacer cambios». Y cree que para Soria ha sido «una fortuna inesperada» que los Duques de Soria, Doña Margarita de Borbón y Don Carlos Zurita, decidieran dar contenido a su título y hacer de la ciudad un eje de la cultura hispánica mundial.

Comencemos la entrevista hablando de la figura de su padre, Rafael Benjumea Cabeza de Vaca, a quien releva en la responsabilidad de ser presidente de la FDS, ¿qué destacaría de su labor cultural que muchos han definido como «ardua, desinteresada y entusiasta»?

Para mi padre, la FDS ha sido unos de los elementos principales de su vida y a la que se entregó con pasión. Desde su comienzo como presidente entendió la importancia del proyecto y la necesidad de consolidarlo con el prestigio que se ha conseguido todos estos años. Realmente, no podría entender la vida de mi padre sin la FDS y la vinculación con el mundo académico y cultural que tuvo a través de la misma. Los Duques de Soria, Doña Margarita de Borbón y Don Carlos Zurita, buscaron en él un perfil empresarial para presidir y dirigir una fundación vinculada al mundo académico y cultural, combinando de esta forma diferentes capacidades. El tiempo ha demostrado que la fórmula ha sido un éxito. 

Mi padre no tenía una relación familiar con Soria, pero estos más de 30 años de vinculación con la fundación y la ciudad le hicieron sentirse realmente soriano, como luego tuvo a bien reconocer el Ayuntamiento nombrándole Hijo Adoptivo en 2016.  

¿Qué ha aprendido usted de su padre tanto a nivel personal como de su labor como difusor de la cultura más allá de nuestras fronteras?

Para mis hermanos y para mí, desde que mi padre se involucró en la FDS, tuvimos la oportunidad de conocer a intelectuales de primer nivel y de interesarnos por un mundo hasta entonces desconocido para nosotros. Mi padre era una persona muy abierta de mente que entendía que la cultura no tiene fronteras. El interés por el hispanismo internacional como herramienta para difundir nuestra cultura es, sin duda, uno de los grandes legados que nos ha dejado.

¿Qué proyectos a lo largo de su larga y extensa trayectoria de su padre desde 1989 al frente de la fundación cree usted que son los más importantes para la fundación?

Impulsó las relaciones hispano-lusas a través de los Encuentros Luso Españoles de la Cátedra Conde de Barcelona, que tienen su sede portuguesa en Cascais, en estrecha colaboración con la fundación portuguesa Don Luis I. Y fomentó desde el principio la colaboración con la Asociación Internacional de Hispanistas, que desde 2013 tiene su sede en Soria. Igualmente, impulsó el Homenaje al Hispanismo Internacional, que presidió Su Majestad el Rey Felipe VI en 2018, y la creación en diciembre del mismo año del Observatorio Permanente del Hispanismo, que en 2019 ha iniciado su labor. En efecto, mi padre era un apasionado de la ciencia y, como doctor ingeniero en minas, unido a la vocación científica del Duque de Soria, como doctor en Medicina, supo ver que la ciencia es un concepto amplio que engloba la cultura, como puede verse en el nombre de la propia fundación. Y en esa línea promovió desde la FDS seminarios de neurociencias y encuentros sobre física, que hoy en día todavía se mantienen con éxito.  

La fundación se ha consolidado después de 32 años como una de las iniciativas culturales españolas de mayor alcance en el mundo académico y con proyección en todo el mundo, especialmente en el ámbito del hispanismo internacional. ¿Cuáles cree que han sido las claves para lograr este éxito y prestigio?

La clave de esta consolidación a lo largo de tantos años de trayectoria creo que ha sido la permanente constatación y reconocimiento de la deuda impagable del mundo hispano con quienes, sin pertenecer a nuestro mundo, centran su vida en estudiar nuestra cultura y en difundirla tanto en nuestro país como más allá de nuestras fronteras. 

En esta nueva etapa de la fundación en la que usted se sitúa al frente, ¿cuáles son los ejes de trabajo para mantener esa reputación a nivel internacional?

El primer eje será la continuidad. Cuando las cosas se han hecho excepcionalmente bien tantos años hay que ser muy cuidadosos en hacer cambios. Esto no quiere decir que no haya que evolucionar e innovar, como siempre se ha hecho. Hoy la consolidación del Observatorio Permanente del Hispanismo se presenta como el gran proyecto a medio plazo sobre el que debe girar la labor fundamental de la FDS.

¿Por qué cree que han confiado en usted para este cargo? 

No sé si soy la persona más indicada para contestar esta pregunta. Creo que, guardando las infinitas distancias, tengo un perfil empresarial, como lo tenía mi padre, y por él he conocido la trayectoria de la FDS desde su origen, he podido acompañarlo a muchos actos y conocer a muchas personas y perfiles relacionados con la fundación todos estos años.

Su equipo se complementa con Jaime Olmedo, como vicepresidente; y Renata Enghels, como directora adjunta de la Cátedra Carlos V de Estudios Hispánicos. ¿Qué destacaría de ellos y cuáles son sus funciones?

La incorporación de Jaime Olmedo busca recuperar la figura del vicepresidente de la fundación que también desempeñó durante años Gonzalo Anes. Son dos personas del mundo académico y nos complementan muy bien en nuestro perfil empresarial. Jaime tiene un gran conocimiento de muchas de las instituciones con las que colaboramos, así como del mundo del hispanismo. Estoy seguro de que hará una gran labor y trabajaremos juntos por el mejor porvenir de esta institución. En el caso de Renata Enghels, se trata de reforzar la Cátedra Carlos V, eficazmente dirigida por el profesor Robert Verdonk, y asegurar que después de sus 31 años de vida pueda seguir desempeñando su extraordinaria labor en Bélgica.

¿Se trata de una renovación generacional necesaria? Recordamos que ya se inició en los últimos años con la incorporación al Patronato de la FDSde la empresaria María Zurita de Borbón, la historiadora Carmen Sanz Ayán y Reyes Velasco (como secretaria general).

Sin duda alguna y por circunstancias sobrevenidas en mi caso, al apostar por alguien de mi edad [45 años] se está pensando también en un horizonte temporal más largo. No me gusta hablar de renovación generacional, ya que todas las personas que están en el patronato han tenido y siguen teniendo una responsabilidad muy importante en los éxitos de la FDS y su actual prestigio. Se trata de sumar, no de sustituir. Que en esa suma se incorpore gente de mi generación es bueno para tener mayor diversidad, pero siempre desde el máximo respeto a todos los que nos han precedido y nos siguen acompañando.

¿Cómo se transmite la experiencia y el saber de los más veteranos de la fundación a las nuevas incorporaciones? ¿Qué consejos les están ofreciendo?

Primero se transmite con el ejemplo de su trayectoria, basada en el buen hacer, la prudencia, el respeto a la diversidad... El reto que tenemos por delante es importante porque el nivel de excelencia de lo hecho hasta ahora nos deja poco margen a equivocarnos.

Los patronos de la fundación, tanto las instituciones (Ministerio de Cultura, Junta de Castilla y León, Diputación de Soria, Ayuntamiento de Soria, Ayuntamiento de Salamanca, Instituto Cervantes, Universidad de Valladolid, Universidad de Salamanca y Universidad Pontificia de Salamanca) como los particulares, son un pilar importante, ¿cómo lo valora el presidente?

Verdaderamente, considero que son el pilar esencial de la fundación, su corazón sobre lo que todo fluye alrededor. El nivel de compromiso desinteresado y la calidad de sus aportaciones son la clave fundamental de nuestro éxito.

¿Qué supone la creación del ‘círculo de protectores’ de la FDS?

La fundación ha conformado el denominado ‘círculo de protectores’ con 18 jóvenes empresarios que aportarán 5.000 euros cada uno para que la institución organice una actividad cultural que se convierta en referencia nacional. El círculo se ampliará hasta los 25, aproximadamente, para poder contar con un presupuesto anual de 150.000 euros que permita organizar actividades culturales.

Usted trabaja en el sector de las energías renovables, ¿tendrá cabida esta actividad emergente en la programación de la fundación?

Como ya le pasó a mi padre, son dos mundos diferentes pero a la vez complementarios. La empresa necesita a la cultura y viceversa. La historia de España influye en la forma de hacer las cosas y nuestros éxitos empresariales influyen en el devenir de nuestro país. Hoy, por ejemplo, tenemos al Instituto del Paisaje en la fundación que realiza una labor muy activa en el seguimiento del desarrollo de las energías renovables y también del impacto en el paisaje. Por ello, ya estamos viendo dsde la FDSde qué forma se puede colaborar en un desarrollo de las energías renovables respetuoso con el paisaje.

 ¿Qué destacaría de la programación cultural y académica de la FDS para este año 2021? ¿Cuáles son los platos fuertes en las propuestas de este y los últimos años? 

A corto plazo tenemos un gran programa de conferencias y seminarios organizados en colaboración con el Centro Internacional Antonio Machado (CIAM), del que estamos especialmente orgullosos dadas las dificultades que hemos tenido este año. Hago una invitación abierta a la población de Soria y su provincia a que se animen a asistir y enriquecerse con su contenido. 

En octubre tendremos el seminario del paisaje, que el año pasado no pudo celebrarse. También queremos convocar una nueva edición de la Cátedra Valdeavellano y los Premios Duques de Soria de Hispanismo en Bélgica. Pero, sobre todo, vamos a lanzar internacionalmente el Observatorio Permanente del Hispanismo y a dar el máximo impulso posible al CIAM. 

Se ha retomado la organización de  la exposición de arte, ¿qué supone?

Me parece muy relevante que este año vuelva a recuperarse la exposición anual de arte de la fundación en el Centro Cultural Palacio de la Audiencia, por la que han pasado ya tantos grandes maestros de la pintura española contemporánea.Este año los sorianos van a tener la suerte de poder admirar una excelente selección de la obra de Alicia Marsans, que dejará en Soria durante el mes de julio la impronta singular de su arte intemporal.

¿Se recupera el ciclo de Confesiones de Autor dentro de la programación de verano que tanto éxito tenían?

Sí, es algo que se ha hecho muchos años y que estamos muy contentos de recuperar y esperamos que tenga el mismo éxito que otros años. Agradecemos a todos los participantes su apoyo. Se contará este año con la poetisa y novelista Elena Medel y el escritor y periodista Manuel Jabois.

¿Qué novedades hay o podría haber en las siguientes ediciones, si puede avanzarnos algo?  ¿Hay algún plan respecto a la sede? 

Tenemos que ser capaces de diseñar con la Diputación y con la Universidad un plan de sostenibilidad a largo plazo del Convento de la Merced, que focaliza ya en el mundo la imagen de Soria como tierra de cultura.  

¿Qué destacaría del Centro Internacional Antonio Machado (CIAM) y de su trayectoria en la difusión del español?

Su gestión eficaz y sus iniciativas de gran calidad. Destacaría su potencial, que creó que aún no han descubierto los poderes públicos, para hacer de hacer de Soria un núcleo con peso mundial en la enseñanza del español y de nuestra cultura. 

¿A cuántas personas mueve la fundación teniendo en cuenta el patronato, los cargos de responsabilidad, los profesores y los alumnos a lo largo del año (por ejemplo, en un año normal ‘prepandemia’)? 

Normalmente, la fundación interactúa en todo el mundo con miles de personas y ese número va a multiplicarse con la digitalización hacia la que nos dirigimos. Es otra de las novedades que presenta la fundación.

¿Cómo ha afectado la pandemia a la actividad de la fundación? ¿Ha supuesto un parón importante y se regresa con más fuerza?

La Covid-19 ha afectado a la FDS igual que a todos nosotros, generando frustración por lo que no se ha podido hacer, pero a la vez desarrollando la imaginación para seguir adelante. 

Hablemos ahora de Soria. ¿Ha tenido oportunidad de conocerla bien? ¿Qué es lo que más le gusta?

Es una ciudad magnífica a la que he tenido muchas oportunidades de venir, casi siempre acompañando a mi padre. Me encanta poder pasear por sus calles y respirar su historia. Espero que ahora con mi nombramiento como presidente de la FDS tenga la oportunidad de conocerla con mucha más intensidad y hacer aportaciones que sean útiles para su porvenir.

¿Qué cree que supone la fundación y su programación de cursos y actividades para el desarrollo cultural y económico de la ciudad y la provincia en un tiempo en el que tanto se reivindica la cultura?

Para Soria ha sido una fortuna inesperada que los Duques de Soria decidieran dar contenido a su título y, por supuesto, el hacerlo trabajando para colaborar en hacer de Soria un eje de la cultura hispánica mundial. 

La labor cultural y divulgativa de fundaciones como la FDS, ¿cree usted que complementa la de las administraciones?

Sin duda alguna. Las fundaciones llegan allí donde las administraciones no pueden llegar y su labor es un espejo en que todos podemos mirarnos. 

¿Y considera que Soria puede luchar contra la despoblación con iniciativas culturales como esta?

La tendencia universal de nuestra especie, ya que somos animales gregarios, es la de agruparse en ciudades. La despoblación de las áreas rurales solo puede paliarse con medidas tomadas desde las administraciones, que son las que tienen que incentivar que la gente puede vivir una parte de su tiempo en la ciudad y otra en un área rural, disfrutando de las ventajas que ambas opciones ofrecen, pero no tratándolas como alternativas incompatibles, sino como complementarias.