La derrota ante el Barça, penúltimo clasificado y rival directo para evitar el descenso, complica sobremanera la situación del Río Duero de voley. Las 'ausencias' en determinados momentos de los partidos han vuelto a aparecer como una pesadilla. Esta vez, ante los catalanes, lastró los malos comienzos de set. Manu Salvador, uno de los capitanes, atribuye todo más a la mentalidad que a cuestiones de capacidad técnica. La realidad es que fuera de casa el equipo lo ha perdido todo y por eso fía a los encuentros de casa 'atar' la permanencia. El primer y trascendental compromiso, el sábado ante Vecindario.