Los números de la pandemia en Soria frenan la apertura

EDS
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754 casos y 25 muertos en 14 días. El virus vuelve a entrar en las residencias con brotes en Almazán, Arcos y San Leonardo, si bien sus alcaldes hablan de «estabilidad». En Ólvega se pide confinamiento voluntario

Los números de la pandemia en Soria frenan la apertura

Los números de la pandemia, con 754 nuevos casos y 25 fallecidos por COVID-19 en las últimas dos semanas en la provincia, no dan tregua e impiden que Soria, y toda la Comunidad, salga del nivel 4 de alerta sanitaria. Se mantiene el «riesgo muy alto», por lo que, de momento, sigue el cierre perimetral y las medidas preventivas extraordinarias que incluyen el cierre de hostelería, de centros comerciales... 

Los datos de contagio y la incidencia acumulada de casos diagnosticados (815,70 por cada 100,000 habitantes en los últimos catorce días) «siguen siendo muy elevados», reconoce la jefa del Servicio Territorial de Sanidad, Elena del Vado. No obstante, en esta segunda ola Soria está logrando mantener el pulso en cuanto a presión asistencial y, al cierre de esta edición, había 38 pacientes hospitalizados con COVID-19 en planta y dos en UCI, lo que supone una quinta parte de la actividad asistencial de Santa Bárbara está vinculada a la pandemia en estos momentos. Son unas cifras relativamente contenidas si tenemos en cuenta la situación de otras provincias vecinas y, también, la existencia de un brote hospitalario (con 23 casos vinculados, de los que trece son pacientes).  

de nuevo en las residencias. Preocupa, sin embargo, la cantidad de brotes activos (casi 70) y, especialmente, que el virus ha vuelto a entrar en las residencias de ancianos. Al brote que se declaró ya la semana pasada en la residencia de Matamala se suman ahora nuevos en los centros geriátricos Guadalupe, de Almazán; la Sagrada Familia, de Arcos de Jalón; y en la zona básica de San Leonardo de Yagüe (en la residencia de Hontoria). 

«A principios de semana se detectaron tres positivos y los últimos resultados sumas seis. Se trata de casos de nuevo ingreso que permanecen aislados en una zona nueva de la residencia. De momento, la situación está controlada pero, sin duda, preocupa y no podemos bajar la guardia», reconoce el alcalde adnamantino, Jesús Cedazo, quien admite «no tener seguridad» del origen ya que «son nuevos ingresos y todos ingresan previa PCR negativa. Es cierto que algunos residentes fueron hospitalizados en días previos por distintas patologías, pero no sabemos». En el resto del pueblo «la situación lleva una semanas bien», agradece, aunque reitera que hay que mantener las medidas preventivas. 

En Arcos de Jalón hay «preocupación» por el brote en la residencia de la Sagrada Familia donde «hasta ahora habían estado limpios», recuerda el  alcalde, Jesús Ángel Peregrina, quien concreta que el brote comenzó «por una trabajadora asintomática». «De momento hay nueve positivos que están aislados y, según me han informado, solo una persona tienen síntomas. Esperemos que siga así y, aunque hay preocupación, hay también tranquilidad porque se ha actuado rápido y se han tomado todas las medidas posibles», destaca. En el resto del pueblo, apunta, «hay dos brotes familiares», aunque confía en que «se hayan cogido a tiempo». «De momento está controlado, pero debemos estar expectantes», asume. 

En San Leonardo el brote ha comenzado en la residencia de Hontoria del Pinar que, aunque es Burgos, pertenece a la zona de salud de San Leonardo. «Hay preocupación porque son poblaciones vecinas e insistimos en pedir a la gente precaución y que tenga presentes las normas», apunta su alcaldesa, Belinda Peñalba. 

ólvega, confinamiento. El punto de atención principal se mantiene en Ólvega, donde no cesa la aparición de nuevos brotes, lo que ha llevado a iniciar esta semana un cribado controlado entre la población. «El miércoles se hicieron 105 test de antígenos y dieron todos negativos. Se harán todas las tardes hasta el sábado y esperemos que los números nos vayan dando un respiro», confía la alcaldesa, Elia Jiménez, que ha emitido un bando instando a los vecinos al «autoconfinamiento domiciliario, evitar las relaciones sociales y tener responsabilidad por parte de todos». «Desde la semana pasada cuando se dispararon los datos se aprecia un recogimiento por parte de los vecinos», reconoce. Desde el Ayuntamiento se han incrementado las labores de desinfección. 

Del Vado admite que la situación de Ólvega preocupa y recuerda que está sobre la mesa la petición de un cierre perimetral que solicitó la alcaldesa, si bien sostiene que «de momento no se valora». «Hay que ver la evolución», emplaza. Además, se ha solicitado la ayuda de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad para «hacer una vigilancia activa de los positivos». 

Según ha podido saber este medio, se está valorando la posibilidad de hacer cribados dirigidos en esas zonas con mayor incidencia, como Arcos, San Leonardo o San Esteban.

En cuanto al brote de la cárcel, al cierre de esta edición había siete internos positivos y ocho trabajadores.