Cuando alguien es sometido a las pruebas diagnósticas de coronavirus y arroja resultado positivo, está obligado a guardar cuarentena, independientemente de su estado de salud (aunque sea asintomático debe permanecer en su domicilio aislado). También los contactos estrechos de un positivo deben estar al menos diez días en aislamiento preventivo.
Los rastreadores sorianos se encargan de seguir la huella del SARS-CoV-2 en Soria a través de estos casos. Es la fórmula de frenar la expansión del virus. En estos momentos, siguen a cerca de 500 personas. Son, en su mayoría, parte de la red de contactos de los cerca de 90 positivos detectados en los últimos días.
Aunque la población soriana está cumpliendo con carácter general las medidas que indican los sanitarios, lo cierto es que hay casos conflictivos. Gente que dice abiertamente al rastreador que no se va a quedar en casa porque se encuentra bien, gente que se va incluso de viaje, que se desplaza a su segunda residencia durante la cuarentena, que sale de compras a pesar de saber que es positivo COVID... Ante estas situaciones, el protocolo obliga:se debe dar parte a Sanidad, que es quien se encarga del expediente administrativo y de comunicar al Juzgado la situación para que dicte una obligación de cumplimiento de confinamiento o de cuarentena.
Hasta la fecha, la autoridad sanitaria de la provincia, la delegada territorial de la Junta en Soria, Yolanda de Gregorio, ha solicitado al Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Soria (o, en su defecto, al de Guardia, en función de la hora de solicitud), seis ratificaciones judiciales de medidas de confinamiento para personas con resultado positivo en prueba para diagnóstico a la COVID-19 o sospechosas por contacto estrecho. Estas solicitudes, para dar cumplimiento a las obligaciones emanadas de la autoridad sanitaria de aislamiento o cuarentena, requieren además el auxilio de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Según indican desde la Delegación Territorial de la Junta, todas estas medidas han sido ratificadas por el Juzgado y comunicadas, dependiendo de los casos, a la Guardia Civil (en el ámbito rural) o a la Policía Nacional (Soria capital), ordenando el auxilio para hacer efectiva la ejecución de la medida.
Desde la Subdelegación explican que el modo de actuar en estos casos por parte de los agentes es seguir lo que dicta el juez a raíz de una petición de la autoridad sanitaria, es decir, un auto de localización (para ratificar que el confinado está en su domicilio) o, en su caso, de conducción obligatoria de una persona en cuarentena a su domicilio para que la cumpla. En el caso de que el ciudadano se negase a seguir las indicaciones de los agentes, se procedería a su detención, ya que se trataría de un caso de desobediencia y resistencia hacia el agente de la autoridad que intenta que se cumpla una orden judicial. No obstante, hasta la fecha no ha habido ningún caso que haya precisado detención por este motivo en Soria.
Ante un auto judicial de este tipo, lo que procede por parte de Guardia Civil o la Policía Nacional es generalmente una vigilancia discreta del lugar de confinamiento y comprobaciones puntuales de que la persona en cuestión se encuentra en su casa cumpliendo la cuarentena. Si se detectase que esa persona está en la calle, la conducirían al punto de confinamiento y darían cuenta a la autoridad judicial. Con el beneplácito de esta, se comunicaría igualmente a la autoridad sanitaria para que adoptase las medidas que considerase oportunas a través de sus sistemas de rastreo, para evitar que la actitud del confinado acabe en nuevos brotes.