Los proveedores de los negocios de hostelería han reducido su carga de trabajo a la mitad en comparación a hace un año. Tras las restricciones en bares y restaurantes están los almacenes de distribución, que han visto cómo la demanda de productos como la cerveza, los refrescos o el vino han caído en un 40, 50 y 70 por ciento, respectivamente. Las limitaciones a la movilidad también afectan al sector, puesto que el consumo en la hostelería soriana depende en un 40 por ciento del turismo y las visitas procedentes de otras provincias.

Por ello, en vez de la hostería, estos almacenes de distribución deben fortalecer su presencia en otros niños de mercado, como comedores escolares o pequeño comercio.

En cuanto al personal, algunas de estas presas, como por ejemplo Exclusivas Omeñaca, han tenido que someter a más de la plantilla a un ERTE: de sus 34 trabajadores sólo 14 están ahora operativos.