Gonzalo de Miguel: "El Almazán ha sido como mi familia"

Siempre es especialmente doloroso decir adiós al capitán del equipo. Gonzalo de Miguel, con 32 años, es la gran pérdida de la SD Almazán para esta temporada, «con el paso del tiempo hay otras cosas y ahora por motivos personales no puedo comprometerme con el club ni con la exigencia que tiene la preparación, viajes y partidos de Tercera División».

Se marcha tras 10 temporadas, toda una vida. Llegaba al club con 20 años, «tras un buen año me marchaba a la Arandina con la que conseguía el ascenso a Segunda B». Nuevamente por motivos personales regresaba al Almazán para no irse en todo este tiempo, «toda mi vida futbolística la he pasado aquí». No es fácil quedarse con solo un recuerdo, pero él lo tiene claro, «todos los amigos que dejo y que seguiré teniendo». Seguro que los vuelve a ver en el campo de fútbol porque ahora defenderá los colores del San José, «es un cambio que me permite seguir jugando y atender otras obligaciones».

recuerdos. Cuando Gonzalo de Miguel llegaba al Almazán era solo un chaval que estaba comenzando en el fútbol, «llevaba toda la vida en las categorías inferiores del Numancia y tras una serie de problemas encontré en el Almazán un club que me acogió con los brazos abiertos».

Desde el primer momento descubrió algo único, «se interesaron mucho por mí». A pesar de irse a la Arandina, pudo regresar y el trato no había cambiado, «solo puedo tener palabras de agradecimiento para el club». Si tuviese que definir a la SD Almazán lo tiene claro, «somos como una gran familia».

A nivel deportivo ha sido uno de los protagonistas de la consolidación del conjunto adnamantino en Tercera División, «somos un club pequeño que dispone de menos recursos que otros pero lo suplimos con ese buen ambiente. Lo repito mucho, pero al ser prácticamente una familia el compromiso de todos los jugadores y técnicos se multiplica». La temporada 16/17 fue la mejor en cuanto a resultados, «pudimos pelear por el ascenso hasta el final pero demostramos que podíamos competir con los mejores», recuerda.

Ahora cambia de club, se marcha al San José, pero está justificado, «es una categoría menos y aunque deportivamente es un paso atrás me permitirá compaginar vida personal y el fútbol». Porque cuesta mucho dejarlo, «la decisión es muy dolorosa pero a estas alturas de la vida hay otras cosas muy importantes». El brazalete debe cambiar de dueño.

Diego Antón: "Me quedo con el buen trato recibido"

Hace cinco temporadas Diego Antón llegaba a la SD Almazán tras un año entero sin competir, «tuve que dejar el fútbol por un problema de salud». Ruben Puente ‘Ruta’, llamaba la puerta del jugador para volver a este deporte, «me dijo que si quería probar a jugar porque tuve problemas de movilidad». Comenzaba entonces una recuperación complicada que, con paciencia, hizo que pudiese volver a jugar a lo que más amaba, «poco a poco fui cogiendo el tono y ya han pasado cinco años plagados de buenos recuerdos». El trato recibido en el peor de sus momentos ha sido determinante para que Antón siguiese en el club, «tuvieron mucha paciencia conmigo y eso es algo que nunca olvidaré».

Ahora ha tomado la dolorosa decisión de dejar el equipo, «todo tiene un final, los años van pesando y aunque son solo 30 hay otras cosas en la vida, el tiempo que debes dedicar a la familia y amigos». Ha considerado que «era el momento de dejarlo». 

Le cuesta decir que va a colgar las botas, «aunque ahora no tenga equipo puede que dentro de cinco meses me pique el gusanillo y vuelva a jugar». Toda una vida dedicada al fútbol en la que su etapa en el Almazán la guardará con especial cariño.Se trata de un lugar en el que volvió a sentirse jugador de fútbol.

grandes momentos. Durante las cinco temporadas en las que Diego Antón militó en el Almazán, el equipo siempre estuvo en Tercera División, «hay que darnos mucho mérito porque no dejamos de ser un club humilde en el que los directivos tienen que estar en todo». 

A nivel deportivo se han mostrado siempre muy competitivos, «ha habido grandes momentos llegando incluso a pelear por los puestos de arriba». Se refiere a la temporada 2016/2017, cuando pelearon por el ascenso a Segunda B hasta prácticamente el último partido, «en los dos últimos encuentros nos quedamos sin opciones pero todas esas semanas que estuvimos ahí fueron un aliciente más al trabajo y la trayectoria de este equipo».

En las últimas temporadas la permanencia ha sido el objetivo, «aunque la gente no cobre ni viva de ellos le pone el mismo empeño o más que otros, eso debe valorarse porque tiene mucho mérito estar en esta categoría con menos recursos que otros equipos y otras ciudades».

Por el momento esta temporada Diego Antón irá a La Arboleda como aficionado.Veremos si en un futuro este adiós solo se convierte solo en un hasta luego.