La conexión entre la N-234 y la carretera hacia el polígono de Cabrejas (SO-P-5033), un poco más adelante que la entrada al pueblo en dirección a Burgos, vuelve a ser motivo de polémica por el accidente producido recientemente, que constistió en el choque de un tractor y un vehículo. La incorporación a la nacional o a la provincial debe hacerse con todas las medidas de seguridad posibles, por lo que la mejor solución sería la instalación de carriles de desaceleración.
Para el alcalde de la localidad, Fidel Soria, este último accidente registrado hace una semana «fue un milagro» porque «los tres chicos de Burgos que viajaban en un Audi A-3, que quedó siniestro total, podían haberse matado tras no haber visto delante al tractor que se incorporaba a la carretera del polígono y que circulaba cumpliendo todas las normas de tráfico, indicando debidamente su desvío con itermintentes». Es un problema que «viene de largo» y que «las adminstraciones, principalmente el Estado como titular de la N-234, no han querido apoyar, dando la espalda al medio rural y a su desarrollo».
«Un ayuntamiento y un alcalde se desviven por atraer industria y puestos de trabajo y luego adminstraciones como el Estado y la Junta de Castilla y León no echan una mano... Se tendrá que matar alguna persona en el cruce del polígono para que tomen medidas», advierte apuntando que acceden al polígono cerca de un centenar de vehículos y camiones al día y que la carretera es más peligrosa en el periodo estival, porque hay más tráfico y es una recta de una nacional en al que «se confía mucha gente». «No se ve el intermitente y te puedes meter debajo de un camión o un tractor, que está indicando que se mete y que tiene que invadir un poco el carril porque no le da para girar», añade reclamando «una entrada al polígono en condiciones, con carriles de aceleración».
La solución, según el alcalde, es que las administraciones apoyen al Ayuntamiento para poder realizar esta obra, que tendría un presupuesto de 400.000 euros, demasiado para un municipio del tamaño de Cabrejas. Además, indica que los terrenos no tendrían que expropiarse, ya que son municipales, y que la gasolinera estaría interesada en instalar en el nuevo acceso los surtidores. Fidel Soria también apunta que podría haber alguna línea de ayudas destinadas a estos pueblos para que puedan acometer infraestructuras tan necesarias para la seguridad del tráfico y que «la Diputación también podría contribuir». «Nosotros no tendríamos inconveniente en Planes Provinciales en vez de invertirlo en el pueblo hacerlo en esta obra varios años, pero el Estado tendría que aportar porque la carretera es suya». Vuelve a incidir el alcalde en que «es un pueblo que tiene casi cien puestos de trabajo que se están luchando cada día», por lo que hay que tener los accesos en las mejores condiciones de seguridad. «El Ayuntamiento no puede realizar una inversión de 400.000 euros, aunque podamos colaborar a través de otra línea», insiste apelando a la responsabilidad para evitar accidentes en ese punto tan peligroso de la N-234.
ministerio. La postura del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana desde hace años es que es el promotor del polígono industrial el que debe plantear y ejecutar fórmulas que mejoren la transición entre el polígono y la carretera. El ministerio tan solo sería el encargado de validar este proyecto, tiene que darle el visto bueno porque se trata de una carretera de tituladirdad estatal, según explican fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Soria.
Las actuaciones que en ese entorno se planteen deben cumplir la normativa técnica establecida, que es muy compleja pero muy concreta. Es una actuación que ya se ha realizado en otros puntos de la provincia, como puede ser el acceso a la Ciudad Deportiva del Numancia y a Tableros Losán en la misma carretera a la salida de la ciudad de Soria. Se construyó una rotonda para evitar incidentes y corrió a cargo de la empresa y el club deportivo, según la normativa vigente.
Por ejemplo, si un promotor inmobiliario construye una urbanización junto a una autovía, deberá prever los accesos a la carretera y enviar sus propuestas a la Dirección General de Carreteras. Si este organismo considera que se ajusta a la normativa, lo aprobará y consentirá, pero no financiará la obra.